
Arreglo floral en memoria de Isaac Trujillo, fallecido este lunes en el Carnaval de Santa Cruz de Tenerife.
El golpe mortal del 'ingeniero' canario a Isaac en el Carnaval de Tenerife: "Se giró, le dieron un puñetazo y cayó fulminado"
El agresor ha sido acusado de un presunto delito de homicidio por dolo eventual tras el fallecimiento del grancanario de 30 años.
Más información: Flores, velas y mensajes en memoria al joven fallecido en el Carnaval de Santa Cruz de Tenerife.
La madrugada del martes, el Carnaval de Santa Cruz de Tenerife se tiñó de tragedia. Isaac Trujillo, un joven de 30 años, residente en Lanzarote pero originario de Las Palmas de Gran Canaria, perdió la vida tras recibir un fuerte puñetazo en la cabeza. La celebración, rebosante de música y disfraces, quedó en silencio cuando su cuerpo impactó contra el suelo y la realidad de la violencia irrumpió en la fiesta.
El carnaval de la capital tinerfeña, esa noche, transcurría entre los ecos de las batucadas y el bullicio de miles de personas en la confluencia de la Avenida Marítima con la Avenida Francisco La Roche. Para Isaac y sus seis amigos, que habían viajado desde Lanzarote con la intención de disfrutar del Lunes de Carnaval, era una escapada festiva que se convertiría en una pesadilla. Las horas avanzaban cuando cuatro de ellos decidieron retirarse al apartamento alquilado. Isaac y otros dos amigos optaron por seguir la juerga, sin saber que estaban a minutos de un desenlace irreversible.
Las primeras pesquisas indican que una discusión entre el grupo de Isaac y el del presunto homicida desató la tragedia. Las razones de la disputa no están claras: algunos testigos hablan de un roce en la multitud, otros mencionan una botella que impactó contra la cabeza del agresor, un estudiante de ingeniería de 19 años, también grancanario, que había viajado a Tenerife para los carnavales.

La noche del carnaval de Santa Cruz de Tenerife en la que fallecería Isaac Trujillo terminó con 113 asistencias de las autoridades.
El encontronazo fatal
Los informes de la Policía Nacional, a los que ha podido acceder EL ESPAÑOL, sugieren que el joven, al recibir el botellazo, se giró de inmediato. Sus ojos buscaron al responsable. Lo que ocurrió después fue una fracción de segundo en la que la adrenalina y el caos se mezclaron. El puño cerrado del agresor impactó contra la cabeza de Isaac, a la altura de la oreja. El golpe fue seco, certero, brutal. Isaac cayó hacia atrás, golpeando su cabeza contra el pavimento. El sonido de su cráneo al chocar con el suelo se perdió entre la música de fondo y los gritos de quienes presenciaron la escena.
"Alguien gritó, se giró, le dieron un puñetazo y cayó fulminado", explica una testigo de la agresión a este medio. La ambulancia de Cruz Roja llegó rápido. Intentaron estabilizarlo, pero el traumatismo craneoencefálico era severo. En el trayecto hacia el Hospital Universitario Nuestra Señora de La Candelaria, su corazón se detuvo. Entró en parada cardiorrespiratoria y no pudieron reanimarlo.
El caos de la pelea inicial dio paso a un operativo policial inmediato. Agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) aseguraron la zona y detuvieron a dos implicados: el presunto homicida y otro joven, amigo de Isaac. Esas primeras horas fueron clave para esclarecer los hechos.

Isaac, que trabaja en el sector de la hostelería en la isla de Lanzarote, en una imagen difundida por su familia.
La Policia Nacional abrió una investigación para determinar responsabilidades y reconstruir los minutos previos al fatal desenlace. Según fuentes cercanas al caso, los dos grupos ya se habían encontrado en el ferry que los llevó desde Gran Canaria a Tenerife. Por lo que no se descarta que las tensiones entre ellos hubieran comenzado antes de la tragedia.
El joven de 19 años acusado de homicidio por dolo eventual, y cuya identidad todavía es reservada, pasó a disposición judicial el jueves. La jueza ordenó su ingreso en prisión provisional, aunque con la posibilidad de salir bajo fianza. Horas después, su familia depositó los 6.000 euros requeridos, permitiendo que aguardara el juicio en libertad, con la obligación de comparecer en el juzgado cada quince días y la retirada de su pasaporte.
El otro detenido, del grupo de amigos de Isaac, quedó en libertad provisional, investigado por un delito de lesiones. Aunque la policía no descarta nuevas detenciones conforme avance la investigación policial.
Proceso judicial
La noticia de la muerte de Isaac se expandió con rapidez. En Arrecife, Lanzarote, donde vivía y trabajaba como portero en una discoteca, la conmoción fue inmediata. Sus amigos y colegas lo recordaron en redes sociales con mensajes de despedida: "Vuela alto, amigo, sonríenos desde el cielo como tú solo sabías". Un bar donde trabajó publicó un homenaje en su honor, y su comunidad, en el barrio de San Juan en Las Palmas, organizó una vigilia en su memoria.
El alcalde de Arrecife, Yonathan de León, se sumó a los mensajes de condolencias, asegurando que la comunidad estaba profundamente afectada por la pérdida. Desde Santa Cruz de Tenerife, el alcalde José Manuel Bermúdez contactó a la familia de Isaac para ofrecer su apoyo y expresar su pesar.
Ahora, el caso pasa al Juzgado de Instrucción número 5 de Santa Cruz de Tenerife. El joven acusado de homicidio se enfrenta a una posible pena de entre 10 y 15 años de prisión si se confirma el dolo eventual. La defensa argumenta que el golpe no fue premeditado, que fue un acto impulsivo en medio de una pelea. La fiscalía, en cambio, sostiene que el acusado debió prever el riesgo mortal de su acción.

Arreglo floral en memoria de Isaac, fallecido este lunes en el Carnaval de Santa Cruz de Tenerife.
Mientras tanto, la familia de Isaac espera la autopsia y la autorización judicial para trasladar su cuerpo a Gran Canaria. Su madre, devastada, apenas ha podido hablar con los medios. Su padre, en una breve declaración, pidió justicia: "No nos lo van a devolver, pero queremos que se haga justicia".
El Carnaval de Tenerife seguirá adelante. Volverá la música, los disfraces, el bullicio. Pero para quienes conocieron a Isaac, para quienes vieron su vida apagarse en el asfalto, esta fiesta siempre estará marcada por la tragedia. Un recordatorio de que, a veces, la violencia y la muerte se esconden entre las luces y los colores de la celebración.