
El arroz de rape y chirlas que preparan en este restaurante de Alicante con Bib Gourmand.
El restaurante de Alicante que presume de su buena relación calidad precio: "Nos va el rocanrol"
Rafael Molina apuesta por el respeto a los ingredientes y usar productos de la tierra para crear uno de los menús más destacados de la provincia.
Más información: Estos son los diez restaurantes que tienes que conocer de Alicante, la nueva capital española de la gastronomía
La brillante oferta culinaria en la provincia de Alicante, entre las cinco más destacadas de España y por delante de otros territorios tradicionalmente bien valorados, se puede disfrutar también sin gastar un dineral. Así lo valora la Guía Michelin con el distintivo Bib Gourmand, el que premia la mejor relación de calidad y precio.
En la ciudad de Alicante, Rafael Molina luce con orgullo ese distintivo desde hace cuatro años. Y es posible gracias al menú que tiene disponible al mediodía, donde brilla con sus arroces como principal, y el de las cenas, donde es la carne o el pescado el que se elige.
La carta de primavera de Tabula Rasa, que ya ha podido probar EL ESPAÑOL, la va ajustando al mercado "hablando con mis proveedores que me van diciendo lo que está ya bueno". Y lo hace porque, como resalta, "no quiero que se aburra la cocina porque no quiero que esto sea una fábrica, esto es artesano".
El mandato que se aplica vale tanto para sí mismo y su equipo como el que quiere ofrecer a sus clientes es "sentir algo" y que "se nota mucho en un restaurante" cuando así se aplica. Para que eso se consiga está esa chispa que verbaliza con que "nos va el rocanrol".
Y esa marcha que disfruta la aplica desde el control de tiempos para poder ofrecer el mejor cuidado en la preparación de los platos gracias a un salón reducido: "Entiendo que cuando das a 150 personas vas loco, pero aquí queremos pocos comensales y cuidarlos bien".
Esa entrega la da por igual en el principal que en los entrantes, cuatro, que se incluyen en un menú que ofrece por 46 euros. En ellos despliega su creatividad y alterna la creatividad con combinaciones atrevidas o preparaciones sorprendentes.
Un cambio que surge, como reconoce, tras la visita de "un muy amigo mío" que valoró la calidad con la que se preparaban los platos, pero que también le señaló la falta de riesgo. "Y eso me llegó. Y me dije que sé hacer muchas cosas, pero yo también quiero gustar porque aquí viene un público muy amplio", razona.
En cambio, lo que ha podido comprobar con las pequeñas pruebas que ha ido haciendo con los clientes más habituales es que "cada vez que arriesgo un poco más, más le gusta a la gente". Y la prueba de ello la pone en el menú que ahora ofrece, "muy bien pensado".
Los aperitivos que introduce ahora de bienvenida son ejemplo de la suma de detalles que va poniendo "para que la gente se vaya encantada". Estos le permiten arrancar la comida reafirmando su planteamiento: "Hablo de productos de mi tierra".
"Nos quedamos en la esencia, que es lo que nos caracteriza, con platos de dos o tres ingredientes y cuidar el producto", recalca. Un respeto a los ingredientes que se traslada en sus recetas "porque no lo concibo de otra forma".