Fernando Vizcaíno Casas, el escritor preferido por la derechas durante el felipismo, fue autor de una prolífica obra, donde plasmó con maestría el manejo de la ironía. Lucía un bigotillo estrecho, que le daba ese marchamo de franquista, de gente de orden del barrio de Salamanca, de domingos de chaqueta conde de Teba, vermú de grifo y aceitunas de Campo Real.
Vizcaíno escribió la novela “Las autonosuyas”. Llevada al cine, narraba como el alcalde del ficticio pueblo Rebollar de la Mata quería constituir una autonomía, con su lengua oficial: el farfullo. En la película intervenían Alfredo Landa, Manolo Codeso o Antonio Garisa. Risa a raudales.
El alcalde Diez está en la ciénaga de “León solo”. Presentará una hoja de ruta jurídica para que León y Castilla rompan. Como viejo “sastre” de la comunicación corporativa, alguna lección de cortar paño aprendí. Consultoras hay que concluyen su dictamen con lo quepretende escuchar el paganani. Incienso a medida, tan sublime como el de Sevilla, pero aspirarlo en política es siempre un gas letal. Cosen trajes que sientan como un guante y quizás los firma Emidio Tucci, pero son de pega. No tienen el caché de El Corte Inglés, ni el “savoir faire “del inolvidable patrón Isidoro Álvarez.
Cabe pensar que la doctrina no remate con que la lenguapara León haya de ser el farfullo. No imagino a Manolo Codeso “farfulleando” y en su velador un helado depastelería Albany. Y de frente la magna silueta de la bellísima catedral, la “pulchra leonina”. León no es Rebollar de la Mata.
Desista de la “autonosuya”. No lleve al PSOE a aquel juego de tirar los unos del cabezal de una soga y los otros de contraria punta, donde el perdedor terminaba con sus posaderas en estrepitosa culada. El Partido Comunista ruso ya mostró al mundo entero que en pugnas por el poder siempre ganan los “apparatchiks”. Es decir, en el tirón de la soga va a ganar Ferraz. Sea inteligente, no de con sus huesos sobre los duros morrones de piedra de las callejuelas de Castrillo de los Polvazares, más tiesos que los garbanzos de pico de pardal antes de cocer en la olla de Casa Maruja.
Gaste los cuartos públicos en un dictamen sobre las ventajas de León en su unión con Castilla.
Unidos tendremos mayor peso dentro del Estado y en la UE. El beneficio será más lucido para nuestras zonas rurales tan sedientas de recursos y desarrollo. Si rompemos Castilla y León, se debilitará el poder de negociación.
Castilla y León casaron en 1230. Juntos hemos escrito las más grandes páginas de la historia de España. O León y Castilla caminan unidos, o en la geopolítica y economía de un mundo globalizado seremos la ínsula Barataria. León fue reino de grandes monarcas y gestas. Sancho Panza no más que un rey burlesco a lomos del pollino Rucio.
Alcalde, actúe con sentido de Estado . “León solo” es para la UPL, que en su embeleso calderonesco no ven que “sueña el rey que es rey, y vive con este engaño mandando”. Como Calderón de la Barca verá que la “autonosuya” es solo un frenesí , una ilusión, una sombra, una ficción. Toda una vida de sueño, y ya nos dice don Pedro que los sueños, sueños son. Que en su dormitar pase por creer aparecerse a Alfonso VII el Emperador, pero noa Alfredo Landa “farfulleando” para pedir un pastel de crema en “Canela”. Aun cuando tan original manjar es mucho más que cambiarel viejo reino por un simpleplato de lentejas. El genial cómico se partiría de risa.