La subida de la luz oscurece las cuentas de los autónomos
El precio de la potencia y los peajes no se han visto afectados por el mercado, son costes regulados, lo que supone que en la factura final la subida se aplica casi en la totalidad sobre el consumo y no sobre la potencia contratada.
Esto se traduce en la práctica en que en un establecimiento dedicado a la hostelería (una pequeña cafetería) con una potencia contratada de 9,9 kW y con un consumo de 37.000 kW anuales ha pagado en el año 2016 unos 4.900 euros, en el 2017, 6.500 euros y acabará el 2018 con un coste en la factura de 8.450 euros. En un comercio tradicional con una potencia contratada de 4,6 kW de potencia y un consumo de 10.900 kW, pagaba en el año 2016 unos 1.300 euros, en el 2017 unos 1.600 y en el 2018 tendrá que soportar un coste de 1.900 euros. Y una panadería con una potencia contratada de 32 kW y un consumo anual de 12.000 kW pasará de pagar 11.600 euros en 2016 a pagar en el 2018 unos 18.000 euros, siendo el coste en el 2017 de 14.500 euros.
Con estos datos el presidente de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA), quiere denunciar públicamente la absoluta sangría que está suponiendo para el colectivo el elevadísimo y desproporcionado encarecimiento energético en estos dos últimos años. Además, Eduardo Abad es pesimista de cara al próximo año, puesto que el precio de los llamados “mercados a futuros”, en los que ya ha habido una compra de energía, no indica mejoría sobre la situación actual.
A su juicio, "lo que están haciendo las grandes compañías es sin duda tratar de repercutir su recorte de beneficios a los consumidores finales, impiden además, que la rebaja en el precio de la energía que supondría la producción de las llamadas renovables pueda llevarse a cabo. Tenemos que ser ingeniosos para combatir esta situación y para ello desde nuestra organización pondremos en marcha estrategias que nos permitan contrarrestar de forma drástica esta situación”.
“No podemos destinar un 20% de los costes de explotación de nuestros negocios al pago de energía. Tenemos que, en primer lugar, vigilar que las facturas sean correctas; segundo revisar que nuestro contrato es el adecuado para nuestras necesidades, tanto en consumo, como en precios; tercero, buscar alternativas en el mercado, hay más de 250 comercializadoras dispuestas a presentarnos su mejor oferta”, añade Eduardo Abad.
Por eso, recomienda comparar las ofertas, tomar de referencia lo que pagan otros negocios semejantes y seleccionar la mejor; cuarto, evaluar si las necesidades de consumo actuales responden a criterios de negocio considerando el coste energético (diferente según horas y tarifa) y tener en cuenta el consumo energético cuando se incorporen equipos, por ampliación o bien por sustitución; quinto, estudiar posibles inversiones que favorezcan la reducción del consumo. Además, y en los ámbitos geográficos que lo permitan, es necesario implantar el auto-abastecimiento energético.