
Imagen de archivo de un niño con sarampión siendo auscultado.
El sarampión acumula en un mes y medio casi la mitad de los casos que hubo en todo el 2024 en España: el aviso médico
La disminución de coberturas vacunales en la pandemia ha realimentado un virus que se expande rápidamente si no se le ponen barreras.
Más información: Por qué el sarampión amenaza España pese a ser uno de los países europeos con más vacunados
Con 91 casos de sarampión en mes y medio, el número de contagios en España, donde se declaró eliminada esta enfermedad en 2016, ya es casi la mitad que en todo 2024. Y ese año el número de casos multiplicó por 15 los de 2023.
El último informe semanal del Centro Nacional de Epidemiología señala que, entre el 1 de enero y el 16 de febrero de este año se han notificado 162 casos de sarampión, de los que se han descartado 68 y 3 siguen en investigación.
En total, 10 comunidades y las dos ciudades autónomas han reportado casos, siendo los brotes más importantes en Andalucía (17), Cataluña (15) y, sobre todo, País Vasco (37).
Una gran parte se debe a casos importados (31) y relacionados directamente con ellos (44), pero aún hay 16 de origen desconocido. El año pasado hubo 51 casos importados, 135 relacionados y 31 de origen desconocido.
Pero España no está sola: el sarampión está creciendo en todo el mundo por diversas razones. "La cifra estimada en 2023 fue de 10,2 millones de casos, un 20% más que en 2022", apunta María del Mar Tomás, microbióloga del Hospital Universitario de A Coruña y portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC).
En principio, explica, este incremento de casos "se atribuye a la reducción de coberturas vacunales desde la pandemia de Covid y la finalización de las medidas de contención impuestas por la misma, lo que ha provocado un incremento en Europa y a nivel mundial".
El Centro Europeo de Control de Enfermedades (ECDC) estimó que en 2024 hubo 30 países que notificaron casos, por 22 que lo hicieron en 2023. En total se registraron 16.510 infecciones, cerca de la mitad en niños menores de 5 años.
El 87,1% del total de contagios fueron en personas sin vacunar, el 8,3% en vacunados con una dosis y el 4,3% tenía dos dosis o más.
Su último informe apunta que entre junio de 2023 y marzo de 2024 el número total de casos se fue incrementando para frenarse en los meses siguientes. Desde finales del año pasado la tendencia ha vuelto a incrementarse y se prevé que "los casos de sarampión pueden seguir incrementándose en los próximos meses", por las coberturas subóptimas y la importación de casos, por un lado, pero también por la mayor exposición al virus en la UE que en los meses previos.
Al otro lado del charco, en Estados Unidos, se han reportado brotes con un centenar de casos en Texas y Nuevo México. Según señala The Washington Post, el departamento de salud texano apunta que "es probable que ocurran casos adicionales en el área del brote y zonas contiguas".
La importancia de la segunda dosis
Los expertos se muestran preocupados. El del sarampión es un virus altamente contagioso y de un solo caso pueden salir hasta una veintena de nuevas infecciones. De ahí la importancia de la vacunación: con dos dosis es muy improbable el contagio.
La cuestión es que, dada su transmisibilidad, se necesita una cobertura muy alta para evitar las cadenas de contagio. España es privilegiada en ese sentido, con una de las mayores coberturas a nivel europeo, pero la situación no es óptima.
Los últimos datos del Sistema de Información de Vacunaciones del Ministerio de Sanidad, correspondientes a 2023, indican una cobertura del 97,83% en primera dosis (que se da al año de edad) y un 94,42% en la segunda, ligeramente por debajo del 95%, el mínimo deseado.
A nivel regional, solo seis comunidades llegan a ese requisito y hay tres (Aragón, Canarias y La Rioja) cuyas coberturas de la segunda dosis están por debajo del 90%. En Ceuta y Melilla no se llega a este porcentaje ni en primera ni en segunda dosis.
Al no estar vacunados, los niños menores de un año son uno de los principales grupos de riesgo, pero no son los únicos. La vacuna fue introducida en España en 1978 y se entiende que los nacidos antes de los 70 ya adquirieron la inmunidad de manera natural, pero hasta que se generalizó la segunda dosis a mediados de los 80 hay un grupo de personas que solo recibió una.
"Una dosis funciona muy bien pero hay un 5% de personas que no responden por, por ejemplo, tener un proceso infeccioso activo o por alguna razón que interfiriera con la vacuna", señala Ángela Domínguez, portavoz de la Sociedad Española de Epidemiología.
Por eso la recomendación es administrar esta segunda dosis con al menos cuatro semanas de diferencia. Aquellas personas que solo tengan una o no están seguras de si pasaron la enfermedad, deberían vacunarse, "tengan la edad que tengan".
Un informe del Ministerio de Sanidad evaluando el riesgo de sarampión el verano pasado apuntaba que el riesgo de infección en la población general "se considera bajo debido a las elevadas coberturas de vacunación en nuestro país".
Sin embargo, "a mayor probabilidad de exposición, mayor probabilidad de transmisión en grupos de población susceptibles en que no se hayan alcanzado coberturas adecuadas". Su alta capacidad de contagio hace que, cuanto más gente se exponga, crezca más rápidamente.
Ante esta situación, Valentín Pineda, miembro del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría, explica que están pensando recomendar el adelantamiento de la segunda dosis de la vacuna en niños "a los dos años en lugar de a los tres", para dejar menos opciones al virus.
"Aunque estemos en un país privilegiado por coberturas vacunales, la gente viaja" y no es posible cerrar las fronteras al virus, apunta.
Por eso, además de la vacunación, María del Mar Tomás aboga por "una detección precoz de los casos sospechosos mediante el reconocimiento inicial de síntomas" como el exantema o enrojecimiento de la piel, el más característico junto a la fiebre y la tos.
"Es importante realizar técnicas moleculares de detección y secuenciación de las muestras clínicas para evitar que se siga expandiendo" el virus, señala, sobre todo en un entorno en que la bajada de coberturas vacunales en algunos países puede acabar afectando al nuestro.
Aunque siguen siendo una minoría social, los movimientos antivacunas están creciendo, especialmente en Estados Unidos, donde el nuevo jefe del Departamento de Salud y Servicios Sociales, Robert F. Kennedy, tiene un historial antivacunas y plantea eliminar las campañas de vacunación infantil y sustituirlas por decisiones informadas de los padres.
Aunque en las últimas semanas ha matizado su discurso señalan que lo que quiere es que se investigue más y mejor las vacunas, la realidad es que su discurso hasta hace poco estaba lleno de los bulos clásicos que usan antivacunas.
"Por eso", concluye Tomás, "es importante que en nuestro país, incluso en Europa, mantengamos las coberturas vacunales por encima del 95%".