Uno de los cruasanes de la pastelería murciana.
Esta es la pastelería que vende los cruasanes más famosos de toda Murcia: "Mejores que en París"
- Premiada con un Solete Repsol, los elaboran de múltiples sabores y también venden tartas, galletas y muffins.
- Más información: El mejor cruasán artesano de España y con mantequilla se elabora en esta pastelería de Barcelona: "crujiente y ligero".
Los cruasanes son unos dulces de origen francés que surgieron en París en el siglo XIX inspirados en el kifli austriaco. A partir del siglo XX se popularizaron en múltiples países del mundo y a día de hoy son un alimento casi imprescindible en las cartas de desayuno de muchos bares y cafeterías.
En Murcia, concretamente, hay un lugar donde se dice que venden los mejores cruasanes de toda la ciudad. Se trata de la Pastelería Glea, ubicada en el número 4 de la calle Barrionuevo, a pocos pasos de la catedral. Según el influencer gastronómico @comerviajarynadamas, los que preparan en este local "no tienen nada que envidiar" a los croissants de París, ni siquiera a los que elabora Cedric Grolet, el famoso repostero francés que diseñó la tarta del 31 cumpleaños de Rosalía.
Por su parte, Pablo González-Conejero, el chef al frente de Cabaña Buenavista (el único restaurante con dos estrellas Michelin de la Región de Murcia), ha definido a Glea como "la mejor pastelería de Murcia". De hecho, la calidad de sus dulces ha hecho que la Guía Repsol les premie con uno de sus Soletes.
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En Glea, el pastelero Abel Bravo y su equipo elaboran cruasanes de muchos sabores diferentes, como el de mascarpone con praliné de pistacho, el de mazapán de almendra y nueces con cardamomo verde y canela, el de gianduja negra, el de Kinder o el de Cheescake. Cada uno de ellos suele rondar los 5 euros.
Pero, además de sus famosos y queridos cruasanes, Bravo también ofrece a sus clientes cookies, tartas, brioches rellenos y brownies, entre otras elaboraciones. Uno de sus productos más originales es el Abelico, una creación única de Glea que consiste en una masa cuadrada de croissant con una capa crujiente y relleno de cremas y chocolates.
El dulce rinde culto al confitero Paco Márquez, el abuelo (ya fallecido) de Abel Bravo, que le llamaba 'Abelico' cariñosamente. Al igual que sucede con los cruasanes, hay Abelicos de muchos sabores, como Kinder Bueno, Huesitos, galletas Oreo, Kit Kat, galletas Lotus o gianduja. Tanto han gustado que otras pastelerías han comenzado también a elaborarlos, como LaPaca, en Huesa, donde el maestro pastelero y chocolatero Raúl Bernal ha creado su propia versión de este dulce.
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