Isco Alarcón celebra su gol al Espanyol antes de que el VAR lo anule

Isco Alarcón celebra su gol al Espanyol antes de que el VAR lo anule Reuters

Fútbol FICHAJE

El último tren de Isco: una lucha contra el fracaso, héroe, villano y el rescate de Pellegrini

El futbolista malagueño tiene muchos factores a favor para triunfar en el Real Betis después de una carrera que ha sido una auténtica montaña rusa.

28 julio, 2023 02:15

La vida deportiva de Isco ha sido una auténtica montaña rusa. Su trayectoria ha pasado por multitud de estados y ha conocido de primera mano tanto el éxito más puro como el fracaso más amargo. Fue una gran promesa del fútbol nacional en el Málaga, pasó por momentos brillantes en el Real Madrid, se erigió como la gran esperanza de la Selección y posteriormente cayó a los infiernos también en el Santiago Bernabéu.

Ahora, a sus 31 e indiscutiblemente en el tramo final de su carrera deportiva, el andaluz tiene la opción de redimirse y quitarse de encima todas las losas que han ido cayendo sobre él en los últimos tiempos. Su salida desesperada al Sevilla fue un nuevo fiasco porque en Nervión pasó completamente desapercibido en lo futbolístico. Incluso llegó a encararse y a ser agarrado del cuello por Monchi, el entonces director deportivo hispalense.

Tuvo que marcharse antes de tiempo y la suerte le dio la espalda otra vez más porque cuando tenía hecho su fichaje por el Unión Berlín, después de viajar incluso a Alemania, la operación se truncó en el último momento. Un palo más para una mente que hacía tiempo que no pasaba por su mejor momento. 

Isco, en el centro del grupo con sus nuevos compañeros del Real Betis.

Isco, en el centro del grupo con sus nuevos compañeros del Real Betis. EFE

Sin embargo, ahora Manuel Pellegrini le ha tirado un flotador salvavidas a un Isco que se estaba hundiendo en lo más profundo del océano de su depresión. Le ha rescatado para el Betis, lo que le convierte inmediatamente en villano del Sevilla porque ha pasado de un bando al otro de la ciudad en cuestión de unos pocos meses. 

Para el malagueño es una oportunidad de oro de volver a sentirse futbolista, de demostrar que su carrera deportiva no se ha acabado y de callar a todas esas voces que ya quieren enterrarlo futbolísticamente hablando. Va a tener muchos factores a su favor y tan sólo falta que él responda como hace tiempo que no responde, sobre el terreno de juego.

El hombre clave

Si hay una figura importante en la carrera de Isco se puede hablar sin ningún tipo de duda de Manuel Pellegrini. Bajo su batuta llegó a desarrollar algunas de sus mejores actuaciones y es quien le ayudó a progresar, a terminar de formarse como jugador y fraguar un crack que acabó nada más y nada menos que fichando por el Real Madrid.

En aquel Málaga que quedará para la historia Isco se dio a conocer al mundo entero cuando era un chaval. Rodeado de futbolistas de un talento indiscutible como Joaquín, Van Nistelrooy o Santi Cazorla, el andaluz demostró tener una habilidad fuera de lo común para jugar y para hacer jugar a sus compañeros. Su conducción del balón, su forma de asociarse y hasta su forma de llegar al área le convirtieron en una de las revelaciones de La Liga en aquellos años.

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No sólo eso. Aquel maravilloso equipo deslumbró a un continente entero porque llegó a plantarse en unos cuartos de final de la Champions League en los que cayó con muchísima polémica ante el Borussia Dortmund. Isco era uno de los faros de ese equipo que, tenía pinta, podía haber hecho algo todavía más grande en la máxima competición continental. 

Alarcón se volvió en un auténtico fenómeno del fútbol nacional y el Real Madrid tenía muy claro que debía hacerse con sus servicios antes de que se escapara a otro lugar. En el verano de 2013 desembolsó cerca de 30 millones de euros por él e Isco asumió el reto. Sabía de sobra que deslumbrar en un equipo como el merengue iba a ser otra película muy distinta, una misión mucho más complicada, pero se marchó dispuesto a hacer vibrar al Santiago Bernabéu. 

Isco Alarcón durante un partido con el Sevilla FC

Isco Alarcón durante un partido con el Sevilla FC Europa Press

Por momentos lo consiguió. Casi siempre fue intermitente, pero tuvo instantes brillantes con Mourinho, Ancelotti o Zidane, aunque con Solari nunca llegó a congeniar. Su palmarés con el Real Madrid es indiscutible, pero no tanto su titularidad por mucho que en ciertos momentos llegara a parecer uno de los mejores jugadores de mundo.

Su carrera 'guadianesca' también la extendió a la Selección. En 2013 debutó con la absoluta y poco a poco, con sus altibajos, fue ganando peso en el equipo. Su mejor momento, no obstante, seguramente llegó entre 2017 y 2018, un periodo en el que se convirtió en alguien imprescindible para Julen Lopetegui. Se recuerda con especial cariño un partido suyo en el Santiago Bernabéu ante Italia en el que dio un verdadero recital de juego y de goles.

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Sin embargo, todo lo que subió como la espuma se fue desplomando poco a poco. La falta de regularidad mató una de las carreras más talentosas del fútbol nacional, un jugador que podía haber guiado a España en la era de transición, y eso se notó en el Real Madrid, donde fue perdiendo protagonismo hasta llegar al momento de su despedida.

El rescate de Pellegrini

Su paso por el Sevilla fue muy poco fructífero. Buscó en Nervión un poco de aire fresco y un nuevo ambiente en el que poder salir del bache, pero se encontró con más problemas. De hecho, el propio Isco llegó a confesar que se había enzarzado con Monchi, el director deportivo, hasta el punto de ser agarrado por el cuello de manera violenta. 

La destitución de Lopetegui también influyó, y con más pena que gloria el atacante abandonó el Pizjuán a mitad de temporada. El Unión Berlín le echó el lazo y se interesó en él, de hecho llegó a ponerle una oferta sobre la mesa, pero el cambio continuo de las condiciones echaron para atrás un movimiento que estaba prácticamente cerrado. 

Isco Alarcón, MVP en la victoria del Sevilla ante el Copenhague en la Champions League 2022/2023

Isco Alarcón, MVP en la victoria del Sevilla ante el Copenhague en la Champions League 2022/2023 Reuters

Se abrió un periodo de reflexión, sin equipo, sin estado de forma adecuado y con la moral por los suelos, muy duro para Francisco Alarcón. A sus 31 años sabía que era complicado resucitar pero entonces apareció en su camino su ángel de la guarda, alguien que lo conoce muy bien y que todavía espera grandes cosas de este futbolista. Manuel Pellegrini lo reclutó recientemente para el Real Betis y espera de él un gran resurgir.

Desde luego que parece un lugar adecuado para que Isco gaste su última bala. Puede convertirse en el nuevo héroe del Villamarín después de haber sido enemigo hace tan sólo unos meses por su paso por el Sevilla.

Isco Alarcón, con el Real Madrid en 2022

Isco Alarcón, con el Real Madrid en 2022 AFP7 / Europa Press

Pellegrini conoce a fondo lo que puede sacar de Isco y está dispuesto a darle la responsabilidad ofensiva del equipo. El chileno apuesta por un estilo de fútbol que al malagueño le viene como anillo al dedo, y si gana en confianza se puede convertir en todo un líder. La salida de Canales, además, le pone las cosas en bandeja para coger el toro por los cuernos y asociarse con gente como Fekir parece un plan perfecto.

Isco tiene la alfombra puesta para la temporada 2023/2024 en la que además volverá a jugar competición europea. Su entrenador confía en él y todo está preparado para volver a ver su mejor versión. Ahora solo falta que la mente sea fuerte, las lesiones respeten y la calidad salga por pura inercia.