Image: Batalla legal por un pisarro del Thyssen

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Arte

Batalla legal por un pisarro del Thyssen

Un anciano estadounidense lo reclama por haber sido expoliado por los nazis

10 septiembre, 2009 02:00

Imagen del cuadro de Pisarro reclamado. Foto: EFE

ELCULTURAL.es
Un anciano estadounidense podrá continuar su batalla legal contra el Estado español y el Museo Thyssen-Bornemisza, a quienes exige que le devuelvan un cuadro que supuestamente los nazis le habrían robado a su abuela en 1939, informó hoy la prensa local.

Según la decisión tomada ayer por el Noveno Circuito de Apelaciones de Los Ángeles, ahora debe ser la corte federal del distrito de Los Ángeles quien determine si Claude Cassirer, de 88 años, ha agotado todas sus opciones legales fuera los tribunales estadounidenses.

"Confiamos en lograrlo, pero éste es otro paso que hace que las cosas vayan más lentas, y un punto sobre el que pueden presentar apelaciones", dijo el abogado del anciano, Stuart Dunwoody, quien añadió: "Él (su cliente) espera ver justicia mientras viva".

El del cuadro de Pisarro (Calle de Saint Honoré por la tarde. Efecto de lluvia) es un asunto viejísimo que, cada cierto tiempo, resucita artificialmente gracias al tesón de algunos abogados del lobby judío que convencen a familiares de coleccionistas para que pleiteen. No se trata de un cuadro que comprara Thyssen en los años 30 y que pudiera prestarse a este tipo de especulación.

"En esa época el barón no compraba –dice Guillermo Solana, conservador-jefe del Museo Thyssen Bormenisza– pero es que, además, en el caso del pisarro no hay ninguna duda. Este lienzo lo compró el barón en Nueva York en los años setenta, después de haber pasado por muchas manos, entre otras la de un marchante judío. Es un cuadro que estaba en el mercado desde hacía años y está perfectamente documentado".

Ya indemnizado
Se da la circunstancia, además, de que el gobierno alemán ya indemnizó en su momento a los herederos de los dueños del cuadro de Pisarro.

Según señala la demanda, el lienzo valorado en unos 20 millones de dólares (13,7 millones de euros) pertenecía, a la abuela de Cassirer, Lilly Cassirer Neubauer, una mujer judía que logró huir de la Alemania nazi. En el escrito judicial se afirma que en su intento por obtener el visado para salir del país, “Lilly Cassirer Neubauer fue forzada a entregar el Pisarro a un perito oficial designado por los nazis".

A cambio, "el perito nazi pagó una cantidad simbólica que ingresó en una cuenta bancaria congelada de la que Lilly no podía retirar fondos".

Tras la guerra, Lilly Cassirer reclamó judicialmente la obra y en 1958 el Gobierno federal alemán la reconoció como su propietaria legal y le entregó 120.000 marcos como compensación.

La familia perdió la pista del cuadro hasta que su nieto y único heredero, Claude Cassirer, descubrió en 2000 que estaba expuesto en el museo madrileño Thyssen-Bornemisza, que acoge una de las colecciones privadas de pintura más importantes del mundo.

El núcleo de esta colección, formado por 775 obras, fue adquirida por el Estado español en 1993 por un importe de 42.227 millones de pesetas (unos 253 millones de euros al cambio actual).

La demanda de Claude Cassirer se presentó en Los Ángeles en mayo de 2005 después de años de infructuosas gestiones ante el Ministerio de Cultura español y el Museo Thyssen-Bornemisza.

Un año antes la Corte Suprema estadounidense permitió a una ciudadana de Los Ángeles, María Altmann, demandar al gobierno de Austria por 150 millones de dólares (103 millones de euros), la cantidad en la que se valoraba unos cuadros de Gustav Klimt robados por los nazis.

El pasado mes de enero Altmann y otros miembros de su familia recibieron cinco obras de Klimt de manos del Estado austríaco tras una batalla legal de siete años. Se calcula que alrededor de 600.000 piezas de arte fueron saqueadas por los nazis en la Alemania de Adolf Hitler.