Image: El maquinista confirma su talento como creador de atmósferas

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Cine

El maquinista confirma su talento como creador de atmósferas

Brad Anderson fabulador de pesadillas

16 diciembre, 2004 01:00

Brad Anderson

Autor de sorprendentes thrillers como Happy Accidents y Session 9, Brad Anderson estrena mañana en nuestras salas un oscuro relato atmosférico, la pesadilla filmada de uno de los personaje más autodestructivos creados para la gran pantalla. Rodada en Barcelona y protagonizada por Christian Bale, El maquinista, además de confirmar el talento del joven director norteamericano, está llamado a convertirse en un filme de culto.

Lo primero que llama la atención es el aspecto de Christian Bale. Es inevitable. Si los créditos de El Maquinista no estuvieran encabezados por su nombre, difícilmente habríamos reconocido ni el rostro ni la figura del protagonista de American Psycho, transfigurado aquí en el escuálido, escalofriante saco de huesos que se pasea por cada una de las escenas de la película. Dice Brad Anderson (Connecticut, Estados Unidos, 1964), sin embargo, autor de los más que estimables thrillers Happy Accidentes y Session 9, que el régimen al que se sometió la estrella norteamericana no responde a una petición, ni siquiera a una sugerencia suya: "Tenía que perder peso, pero no pensé que fuera a proponérselo tan en serio. No hablamos de ello. No le contraté por el hecho de que fuera a a perder treinta kilos. A los dos nos gustó mucho el guión de Scott Kosar, donde su personaje está descrito como una especie de esqueleto andante. Bale se lo tomó al pie de la letra. Sabía que perdería peso, pero no me imaginé que llegara a ese extremo, poniendo en peligro su propia salud física".

Una vez sobrepuestos del shock visual, advertidos de que estamos ante una película que apela al morbo pero que se toma muy en serio lo que está contando, reaparamos también en una oscuridad envolvente, una atmósfera casi nauseabunda que no va a soltar al personaje durante el resto del metraje de El maquinista. Estamos frente al último thriller que sale de la factoría Filmax de Julio Fernández, a partir de mañana en las pantallas españolas, después de su estreno en Estados Unidos y su paso por el Festival de Cine Fantástico de Sitges, donde a nadie ha dejado indiferente.

Sentimiento de culpa
El título alude al protagonista, alguien que, como le dice Marie (Aitana Sánchez-Gijón), si adelgazara un gramo más dejaría de existir. él es un trabajador industrial dominado por un fuerte sentimiento de culpa que no le deja pegar ojo desde hace un año, que apenas le permite probar bocado, a pesar de que no tiene la más mínima idea del tipo de crimen que ha podido cometer. Día a día, Trevor Raznik se enfrenta al deterioro paulatino de su condición física provocado por la fatiga que también va consumiendo su salud mental. "Se trata de una historia sobre paranoia desbordante y horribles presentimientos -explica Anderson-. En mi mente, la pelìcula es una lenta y angustiosa pesadilla. Quería que el ritmo que contagia la historia fuera el mismo ritmo lánguido de alguien que nunca duerme". A través de los ojos del protagonista, asistimos a cómo el sentimiento de culpa de Raznik se transforma en alucinación, en paranoia, en un vacío existencial que le va anulando. Los únicos momentos en los que Trevor consigue apartar los demonios de su cabeza son aquellos que pasa en compañía de la prostitua Stevie (Jennifer Jason Leigh) o de la camarera Marie (Aitana Sánchez-Gijón).

El sistema de producción internacional adoptado por Filmax está resuelto sin taras en El maquinista, que se consolida como uno de los escasos ejemplos en los que la mezcolanza de nacionalidades -un director norteamericano rueda en España con estrellas inglesas y españolas- no lastra el aspecto ni las intenciones de la propuesta. "No pude reunir el dinero en EEUU y Filmax se comprometió a producirla con la única condición de que debía rodar la totalidad de la película en Barcelona. Aunque el guión original estaba situado en Los ángeles, lo reconvertimos para que la acción transcurrera en una ciudad genérica, un lugar que puede ser cualquier lugar de América. Buscaba una cualidad surreal, y los lugares donde hemos rodado ayudan mucho a crear la atmósfera adecuada".

De Dostoievski a Val Lewton
Atmósfera que, según Anderson, bebe de fuentes literarias tan clásicas como Kafka y Dostoievski, "especialmente de El doble", y que a efectos cinematográficos procede de los universos creados por Alfred Hitchcock, Roman Polanski y David Lynch. "El look de la película se ha inspirado en la austeridad expresionista de los primeros filmes de terror como El Gabinete del Dr. Caligari o Nosferatu, así como en las películas producidas por Val Lewton en los años cuarenta como Yo Anduve con un Zombi. Esperamos haber sabido crear una pesadilla sutil, que extrae su carga de suspense dramático y horror de situaciones cotidianas". No hay duda de que lo ha conseguido.