Image: Estimable Dumont, apoteósico Audiard

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Cine

Estimable Dumont, apoteósico Audiard

Interesante reflexión sobre la trascendencia y el terrorismo en Hadewijch

22 septiembre, 2009 02:00

El cineasta francés Jacques Audiard (izda.), posa junto al actor, Tahar Rahim. Foto: EFE

Juan Sardá (San Sebastián)
La Sección Oficial ha vuelto a ser superada por esa insidiosa sección paralela llamada Perlas de otros Festivales. Aunque Bruno Dumont propone una interesante reflexión sobre la trascendencia y el terrorismo en Hadewijch, su película se queda en eso, "interesante", lo cual no es poco pero palidece en comparación con los logros de El profeta, la película con la que Jacques Audiard ganó el Gran Premio en el último Festival de Cannes. Claro que enfrentarse a un filme tan colosal como el de Audiard es temerario para casi cualquiera. Por partes. En Hadewijch (se ha quedado tranquilo con el titulito) Dumont plantea el descenso a los infiernos de una veinteañera super religiosa empeñada a toda costa en encontrar a Jesús. En su camino se cruza un fundamentalista islámico por lo que se juntan el hambre con las ganas de comer. Un final ciertamente controvertido corona un filme en el que el cineasta viene a llamar la atención sobre la falta de espiritualidad de Occidente y sus funesas consecuencias. Es una película pequeña, bellamente filmada y profunda en su planteamiento pero no deja al espectador tiritando ni nada parecido aunque sí intrigado y meditabundo.

Y también en sección oficial, Get Low, del debutante Aaron Schneider y de la que ya hablamos ayer. Lo mejor de la película es que sale Robert Duvall haciendo (bien) de viejo cascarrabias apartado del mundo. Su redención llegará con una confesión postrera que plantea como su propio funeral (en vida, ahí está el chiste repetido mil veces). Es una película sencilla, bien fotografiada y demasiado modesta para estar en un festival como el de San Sebastián que pelea por mantener su categoría de certamen de primera categoría. Así las cosas, la excelencia con mayúsculas estuvo en la citada El profeta. A partir de la odisea de un adolescente que entra en prisión y cómo va consiguiendo hacerse el dueño del cotarro asistimos a un filme impresionante que supone al mismo tiempo una excelente película sobre la iniciación a la vida de un outsider en toda regla como una reflexión aguda sobre los mecanismos de poder y la vigencia de conceptos como el amor, la lealtad o la mera supervivencia.
Finalmente, Jim Jarmusch ha comparecido para presentar también en Zabaltegui The Limits of Control, que rodó en España con un curioso mix de actores patrios (Jaenada, Tosar) y extranjeros (Bill Murray, García Bernal). No he visto la película pero al parecer ha gustado mucho más a la prensa patria que a la extranjera, que la ha puesto a caer de un burro.