George Clooney y Vera Farmiga en una escena de Up in the air. Abajo, Penélope Cruz en Nine

Juan Sardá
La cartelera se deja mimar por el próximo runrún de los Oscar. Dos de las máximas favoritas, el musical Nine y la comedia dramática Up in the Air llegan a las pantallas dispuestas a cuestionar el trono de Avatar. Nine, dirigida por el hombre que convirtió Chicago en un gran éxito, Rob Marshall, es una versión musical de la película de Fellini Ocho y medio estrenada en Broadway en 1982 y no puede contar con mayores atractivos a priori. Empezando por su reparto, encabezado por el ínclito Daniel Day Lewis secundado por una galería femenina insuperable: Penélope Cruz, Nicole Kidman, Sofia Loren o Judi Dench. Lástima que la crítica estadounidense no haya sido muy entusiasta aunque habrá que verla.

Up in the Air es el primer filme de Jason Reitman tras su colosal éxito con Juno, una de las sorpresas recientes. En esta ocasión nos cuenta la peripecia vital de un hombre que se dedica a despedir a gente de una punta a otra de Estados Unidos interpretado por un elogiado George Clooney. La película refleja el ambiente de crisis económica que vive Estados Unidos y el camino espiritual de un ejecutivo nómada que quiere descubrir el amor. Y de Francia llega un título de máximo interés, Ricky. Se trata de una bella película sobre una pareja obrera que concibe a un hijo al que le crecen alas cual pájaro silvestre. Es un drama potente en el que se luce Sergi López.

Y el cine nacional vuelve a apostar por una superproducción con La herencia Valdemar, última película que protagonizó el simpar Paul Naschy. Inspirada en los relatos del escritor gótico H. P. Lovecraft, tiene como escenario una mansión marcada por los ritos satánicos, las desapariciones inexplicables y todo tipo de sucesos fantásticos. Se trata del debut de José Luis Alemán y supone una incursión del cine nacional en los filmes de efectos especiales. Finalmente, también se estrena Rompedientes, una comedia deportiva protagonizada por Dwayne Johnson.