El feroz combate del amor
Peter Stein estrena en Mérida Pentesilea, de Von Kleist
31 julio, 2002 02:00Maddalena Crippa y Graziano Piazza interpretan a los personajes principales, Pentesilea y Aquiles
El director de escena Peter Stein, tras más de diez años de ausencia en nuestro país, convoca el 1 de agosto en el anfiteatro de Mérida a un coro de treinta amazonas para escenificar una de las obras más representativas del teatro romántico alemán, Pentesilea, de Heinrich Von Kleist. Protagonizada por su mujer, la actriz italiana Maddalena Crippa, y por un elenco de actores italianos, Stein consigue un montaje espectacular en el que se cuenta la historia de un desmedido y furioso amor que se sucede en tres batallas.
Lo que se verá en el anfiteatro de Mérida -Stein ha preferido este lugar y no el teatro- es un montaje espectacular de dos horas, en el que el director se ha servido básicamente de un coro de treinta amazonas (seis de ellas españolas) y de una escenografía muy simple pero eficaz. Dionisis Fotopoulos ha diseñado una plataforma descendiente que simula una pradera y por la que las amazonas batallan en coreografías de André Gingras, apareciendo y desapareciendo al pertinente grito de guerra tras la supuesta colina desde la que otean el horizonte y relatan al público lo que ocurre. Desde un punto de vista estético, hay escenas bellísimas, en las que la disposición de estas guerreras recuerdan los bajorrelieves de los frisos de los templos griegos. Maddalena Crippa, arropada por un elenco de actores italianos, se revela como una gran trágica. La obra viene ambientada con percusión de gongs y cantos que las propias amazonas interpretan.
Un amor en tres batallas
Este es el envoltorio con el que Stein presenta Pentesilea. Von Kleist se inspiró en la historia de estas guerreras de un solo pecho para contar un trágico y desaforado amor que se sucede a lo largo de tres batallas: En la primera, el héroe Aquiles se enamora de Pentesilea, quien con sus guerreras intenta darle caza para la fiesta de las rosas, (fiesta en la que las amazonas se amanceban para ser fecundadas). Guiada por la pasión, la reina busca a Aquiles nuevamente en el campo de batalla, pero ahora es ella la derrotada. Herida y perturbada tras el duelo, Aquiles le hace creer que el perdedor ha sido él y le propone casarse y llevarla a su patria, Ftía. Poco tiempo transcurre hasta que la guerrera descubre la mentira: "Soy tuyo por la fuerza del amor, pero por suerte de armas eres mía... eres mi presa", le dice Aquiles. Estas palabras provocan la ira de Pentesilea y Aquiles comprende que jamás debió revelar su triunfo. Reta por tercera vez a Pentesilea con la idea de dejarse vencer y ganar otra vez su corazón, pero la reina, ciega de cólera, acabará de forma sangrienta con él, en una escena antropófaga que recrea la idea posesiva del amor. Tras la muerte del héroe, Pentesilea se suicida.
Von Kleist revisitó la historia de esta reina de las amazonas construyendo un hermoso texto nada fiel con las leyendas griegas sobre las guerreras y menos con la historia de Aquiles, cuya muerte se produjo a manos de Paris. Explica Stein que la obra fue escandalosa para su época pues el autor "equipara el sexo femenino con el masculino. Von Kleist cuenta la historia del enfrentamiento de sexos, del cambio de roles, algo que hoy no nos extraña porque es una realidad social pero en su tiempo era algo incomprensible. El propio Goethe la rechazó".
Conflictos internos
Pero lo que distingue el texto del dramaturgo alemán es sobre todo la historia de amor radical y desmedido que cuenta, un amor por el que su protagonista está dispuesta al sacrificio y a entrar en conflicto con su comunidad. "Antes del romanticismo la acción dramática en la tragedia era originada por conflictos que enfrentaban al hombre con las instituciones, religiosas o políticas, o con el destino. Sin embargo, Von Kleist interioriza los conflictos en Pentesilea, lo plantea como un asunto interno de sus personajes, mucho antes de que Freud intentara hablar sobre las contradicciones del alma humana. Desde ese punto de vista, es también un planteamiento muy moderno, más humano".
"Aquiles cree comprender la psique de la mujer", continúa el director "y por eso, le reta al tercer combate, sabe que para conseguir su amor tiene que perder en la guerra. Ella no puede entender que un hombre que la ama quiera pelear. Por eso se enfurece y se comporta como una bestia, matándole". La escena en la que le da muerte es relatada por una de las amazonas y sólo vemos a Pentesilea, bañada en sangre y arrastrando un bulto, después de la batalla. Para el final, se ha reservado una de las escenas más bellas, cuando las guerreras cubren los cuerpos de la pareja con rosas.
Para salvar uno de los mayores escollos que presentaba la obra, Stein se ha inventado el coro de amazonas que, según dice, "me ha permitido trabajar en los teatros de Epidauro, Mérida, Taormina y Art Carnuntum. Su razón de ser es una necesidad dramatúrgica: permite visualizar cosas que no están en la obra pero que sí se cuentan". Es una fórmula eficaz de adaptar una obra romántica al estilo de las tragedias griegas y, sobre todo, a los grandes escenarios en los que eran representadas.
"En Alemania me detestan"
Pentesilea fue escrita ocho años antes de que Kleist se suicidara. De su biografía, Stein destaca que "él era un ser bastante antisocial, su problema era la soledad que, precisamente hoy se ha convertido en el problema de la mayoría de la gente: La televisión es una gran catástrofe, más que el terrorismo". Fundador del teatro Schaöbuhne de Berlín en los años 70 y director del Festival de Salzburgo (a donde atrajo al escritor Peter Handke), autor de míticos montajes como el Fausto de una duración de 21 horas que estrenó hace dos años, Stein ha instalado en Italia su residencia y no parece muy contento con el ambiente actual que se respira en el teatro alemán: "En Alemania me detestan, no puedo trabajar allí, así que ahora dependo de las producciones privadas". Pero proyectos no le faltan para la próxima temporada. Estrenará Simón Boccanegra, en Viena, Parsifal en Edimburgo y Don Giovanni en Chicago.
Heinrich Von Kleist (1777-1811) es uno de los autores tardíos del romanticismo alemán pero por su atormentada vida y por la huella que en sus escritos dejó Kant es también un precursor del existencialismo. Nacido en Frankfurt, y tras una etapa como soldado, destacó como editor de periódicos en los que atacaba el racionalismo y defendía el nacionalismo alemán. Fácilmente irritable, y con serios problemas para socializarse, Kleist acabó suicidándose. Gran poeta y dramaturgo, escribió también el tratado Sobre el teatro de marionetas.