'Pericles', un insólito Shakespeare
Hernán Gené estrena esta versión en el Festival de Mérida con un reparto encabezado por Ernesto Arias y Ana Fernández
5 julio, 2019 17:27Pocas noticias tenemos en la cartelera española de Pericles, príncipe de Tiro. Esa circunstancia le otorga por tanto un especial interés al estreno de la versión que Hernán Gené ha hecho para el Festival de Mérida. La exhibirá en el anfiteatro romano a partir del miércoles con un reparto encabezado por Ernesto Arias y Ana Fernández. “Es una obra muy especial dentro del canon shakesperiano, extremadamente moderna en su manera de narrar. Es algo que la hace difícil para llevar a la escena, todo un desafío”, apunta Gené, que también se subirá al escenario para actuar. En su planteamiento metateatral, interpreta al director del propio montaje y, por si fuera poco, ejerce como narrador de los acontecimientos dramáticos.
"'Pericles' es un cuento de hadas con los ingredientes de un romance pero contado de forma muy moderna". Gené
Shakespeare la escribió en 1607. O sea, ya en el último tramo de su vida. Descoyuntó las relaciones causa-efecto, se saltó muchos de los convecionalismos de la comedia, ensayó cambios de estilo y tono y jugó con continuos saltos de tiempo. Forma junto a Cimbelino, Cuento de invierno y La tempestad, el grupo de los romances tardíos. Narra las azarosas singladuras de Pericles, que parte de Tiro al verse amenazado por los tejemanejes de Antíoco, emperador de Grecia. Gené plasma esta errancia sobre un espacio muy abierto, muy despojado, que permite mostrar las distintas localizaciones que Shakespeare imaginó: barcos en alta mar, playas, palacios, burdeles… Exige a los siete actores desdoblarse incesantemente para encarnar casi cuarenta personajes. E introduce hasta un concierto de rock en un determinado momento.
“Estamos en definitiva ante un cuento de hadas con todos los ingredientes de un romance: reina mala, una virgen pura, alejamientos, todo tipo de adversidades, una detrás de otra, piratas, reyes, también malvados, naufragios, intentos de violaciones y, por supuesto, un final feliz, gracias a la intervención divina”, concluye Gené.