'Amo y criado', la comedia de las identidades
Eduardo Vasco y Yolanda Pallín llevan la obra de Rojas Zorrilla a los festivales de Alcalá de Henares, Cáceres, Almagro y Olmedo
24 junio, 2022 02:31Noticias relacionadas
Debemos el título de Amo y criado a la tradición popular, algo menos a Francisco de Rojas Zorrilla (Toledo, 1607-Madrid, 1648). Es el trueque de papeles entre el señor y su servidor el que bautiza con ese nombre Donde hay agravios no hay celos, obra que tuvo sus primeras representaciones en El Pardo en torno a 1637.
"El verso vertiginoso, los trajes de época, la música, los ruidos y el espacio que delimita la acción. Esta comedia es como un reloj. Su mecanismo es perfecto”. Eduardo Vasco
Una elipsis temporal nos transportaría al siglo XXI, a la versión (con su epígrafe original) que hizo Helena Pimenta en 2014 con la Compañía Nacional de Teatro Clásico. Ocho años después son Ramiro Osorio, director del Teatro Mayor de Bogotá, y Mariano de Paco, director de Clásicos en Alcalá, quienes ponen en marcha una fusión de equipos procedentes de ambas orillas del Atlántico. Su arquitectura ha sido diseñada por Eduardo Vasco (dirección) y Yolanda Pallín (adaptación), cuya colaboración más reciente ha sido Peribáñez y el comendador de Ocaña, de Lope.
Desparpajo contemporáneo
Interpretada por Diego Barragán, Fabián Velandia, Alejandra Guarín, Juan Sebastián Rincón, Carlos Martínez, María José Delgado, Katheryn Martínez y Fabián Martínez, esta comedia de capa y espada, que se estrena este viernes 17 en el Teatro Mayor de Bogotá, se ha convertido en manos de Noviembre Teatro y Teatro Libre de Bogotá en un ejercicio de estilo con apariencia ortodoxa, reconoce a El Cultural Vasco, pero con un desparpajo contemporáneo: “El género tiene unas peculiaridades muy especiales. Yo no soy partidario de desubicar una pieza tan independiente de su contexto porque no se entendería”.
Tras su estreno en la capital colombiana, Amo y criado podrá verse en España en Clásicos en Alcalá el 24 y 25 de junio, un día después en el Festival de Cáceres y, ya en julio, Almagro (8 y 9) y Olmedo (23). La historia arranca cuando Don Juan regresa de Flandes junto a Sancho, su criado. Su hermano ha sido asesinado y su hermana ha desaparecido. En Madrid busca a su prometida, a la que solo conoce por un retrato. Al enterarse de que ella ha recibido por error el de Sancho comenzará el enredo...
Esquizofrenia
“La obra de Rojas Zorrilla contiene un mensaje universal sobre el rol que cada uno juega en la sociedad –señala el director–, los límites de clase y lo absurdo de los sentimientos artificiales. Es un dramaturgo que parte de la observación de su mundo y lo critica a través de una comedia casi esquizofrénica”.
La relación entre los que mandan y los que obedecen no ha variado mucho, opina Vasco: “Los límites son igual de impermeables. En el siglo XVII los personajes no se plantean el cambio social”.
Luchas callejeras
Los dardos de Rojas Zorrilla eran temidos en su tiempo. En la comedia es donde el autor de Abre el ojo alcanza sus mayores cotas dramatúrgicas, poniendo en lo más alto la llamada comedia de figurón. El cambio de identidades es una de las técnicas que Rojas Zorrilla utiliza para que su burla llegue al público con efectividad. “Es lo que provoca los mejores momentos de la obra. Las luchas callejeras, el verso vertiginoso, los trajes de época, la música, los ruidos y el espacio que delimita la acción hacen el resto. Esta comedia es como un reloj. Su mecanismo es perfecto”, sentencia Vasco.