Código informático superpuesto sobre un hombre irreconocible.

Código informático superpuesto sobre un hombre irreconocible. shapecharge Istock

Historias

¿Internet se ha vuelto "mentira"? Cómo combatir bots, estafas, perfiles falsos y otros monstruos de la red de redes

Los expertos coinciden en que falta intervención pública, para controlar la avalancha de falsedades y medias verdades en el entorno digital. 

Más información: ¿Huida en masa de las redes o nueva ágora digital? El futuro de internet se debate entre el tecnooptimismo y la crítica

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El pasado enero Meta, la empresa propietaria de Facebook e Instagram, anunciaba el lanzamiento de perfiles creados a partir de IA y que interactuarían como usuarios 'reales' para aumentar la actividad de estos últimos, los humanos, digamos, "de verdad". El anuncio se quedó en eso, un anuncio, ya que la reacción general fue tan negativa que la compañía reculó públicamente e incluso retiró los primeros en ser lanzados. 

La edición 2024 del informe Digital News Report del Instituto Reuters de la Universidad de Oxford, considerado el principal estudio sobre consumo de noticias del planeta, recogía como un 59% por ciento de los usuarios de redes de todo el mundo estaba preocupado por no estar seguro de qué es real y qué falso en la información (sobre todos en TikTok y Twitter).

Pero no son solo las fakes news. Se estima que solo un 60% del tráfico de internet es 'humano' en sentido estricto. El resto es falso: bots, granjas de clics, anuncios de servicios que no existen, estafas directas, usuarios falsos (no necesariamente vía IA)… 

Hace ya siete años, en 2018, Facebook constataba que muchas de sus métricas de clic y visitas a páginas no eran fiables, ya que estaban trucadas por diferentes vías, como los mencionados bots o 'clic farms'.

Ese mismo año, el periodista especializado Max Red señalaba desde las páginas del New York Magazine la ironía de que hasta los humanos creaban ese tipo de falsedades, con influencers 'reales' posteando patrocinios de productos inexistentes para así 'ofrecerse' a las marcas.

La realidad da la red

"Los spammers y los estafadores han existido casi desde que existe Internet. Las estrategias específicas simplemente dependen de la tecnología y del nivel de atención que preste la plataforma", explica a ENCLAVE ODS el propio Read, actualmente autor de la popular newsletter sobre actualidad y nuevas tecnologías 'Read Max'.

"Si ha empeorado, es porque ahora hay mucho más dinero que ganar en línea: es mucho más fácil estafar a las personas cuando hay más de ellas y todo el mundo tiene una tarjeta de crédito… y también porque las plataformas han decidido gastar menos dinero y recursos en perseguir a los malos".

El analista añade que cree que "hay un problema doble. Uno es el de los fraudes, estafas, etc., que dañan a las personas robándoles, y que es una causa y consecuencia obvia de un Internet cada vez menos humano".

En 2018, Facebook constataba que muchas de sus métricas de clic y visitas a páginas no eran fiables.

En 2018, Facebook constataba que muchas de sus métricas de clic y visitas a páginas no eran fiables. NanoStockk Istock

El otro, continúa, "es más amplio y difícil de percibir: el del endurecimiento o extrañamiento de la experiencia del usuario. Cuanto más cosas falsas, rara o inquietantes hay en el ámbito digital, peor es la experiencia de las personas que lo usan. Quizás no es un crimen con víctimas tan evidentes, pero creo que tiene efectos secundarios horribles en otros aspectos, sobre todo en el ámbito de la confianza".

"El gran problema es que internet se ha convertido en un gigantesco centro comercial, un espacio donde priman los intereses publicitarios por encima de valores como transparencia, igualdad o consumo responsable y otros tantos. Es como un supermercado sin controles de salubridad", opina Ekaitz Cancela, periodista, autor del ensayo Utopías digitales e investigador del grupo tecnopolítica de la Universitat Oberta Catalunya (UOC). 

"En ese ambiente sin apenas regulación, los algoritmos funcionan como 'cajas negras': no sabemos qué datos utilizan o qué tipo de contenido promocionan. Esto genera un entorno propicio para noticias y cuentas falsas, publicidad encubierta y contenidos abusivos o violentos", lamenta.

"Se puede decir que una gran parte del contenido es 'basura': un 'McDonald's de la mente', con mercancías rápidas y de mala calidad que sacian la sed de dinero de los empresarios, pero no aportan valor a la esfera pública", añade. 

"Seguir igual no sirve"

Cuando les comentamos el caso de Meta citado al comienzo de este reportaje, para Cancela la IA "simplemente aumenta la basura en circulación", pero no empeora la situación.

Read, más optimista en 2025 que en sus análisis de 2018, añade que los perfiles de IA de Meta "parecen inútiles. ¿Quién querría hablar con ellos? Hay muchos bots en las redes sociales, y los ha habido durante muchos años. La única diferencia sería que existían contra de los deseos de las plataformas y estos perfiles de Meta los crea la propia Meta".

Internet se ha convertido en un gigantesco centro comercial, un espacio donde priman los intereses publicitarios.

Internet se ha convertido en un gigantesco centro comercial, un espacio donde priman los intereses publicitarios. Yuliya Taba Istock

Y añade que aunque "mucho de lo que hay en internet es engañoso o directamente falso, la mayor parte del contenido sigue siendo bastante sincera y "verdadera", pese a que no sea particularmente valiosa. Si no hubiera personas reales y cosas sinceras en línea, no habría razón para que los mentirosos estuvieran allí". Es decir, que en realidad que haya más mentiras es en cierto modo "bueno", aunque necesitemos soluciones.

En un entorno donde cualquier clic se convierte en un dato comercial, la solución pasa por imaginar y promover un internet cuyo principal motor no sea la publicidad: se pueden eliminar las cookies, que provocan enormes emisiones para traquear a los consumidores en la web y venderles anuncios o descentralizar los centros de datos para que sean más sostenibles.

A futuro

En su caso, apuesta porque "los sitios web más grandes de internet tengan mejores usos que vendernos cosas. El problema de la falsedad está en gran parte integrada, en general, simplemente por la diferencia entre el mundo digital y el físico". 

Pero, señala, "se agrava mucho por el modelo de negocio publicitario de la mayoría de las grandes plataformas, que incentiva a las personas a 'hacer trampas'. No sé cómo desvincular el modelo de negocio del éxito masivo de estas empresas, pero no tengo mucha esperanza de solucionar el problema mientras dejemos a Facebook, por citar una, prácticamente igual".

Cancela, más europeo en sus soluciones, opta por la IA de código abierto o las infraestructuras públicas, que además defiende como más sostenibles a nivel, directamente, económico y medioambiental.

"La IA de código abierto ofrece una vía para mantener tanto la innovación como la socialización, ya que cualquiera puede utilizar y modificar libremente el código y los datos. Este proceso de colaboración acelera el desarrollo, reduce costes y democratiza el acceso a la tecnología", asegura. 

E insiste: "Lo más fácil sería impulsar la innovación sobre las redes libres, ahora que de DeepSeek muestra que los millones y millones de inversión, el gasto en agua y energía no sirven para nada".

En su opinión, lo más útil sería "una red o infraestructura pública, como ya existe en algunos países, que permitiría esa innovación, y además redujese los costes tanto económicos como ambientales. ¿No tenemos radios públicas, carreteras, hospitales o colegios? Son infraestructuras públicas, pero con lo digital asumimos que todo tiene que ser privado por defecto. Es viable en la medida que exista un estado que quiera hacerlo".