Temor en Génova a que Ayuso no saque mayoría absoluta y Casado tenga que retirar su veto a Vox
La traición de Inés Arrimadas en Murcia obliga al PP a mirar irremediablemente hacia su derecha. "Todo ha saltado por los aires", reconocen en Génova.
14 marzo, 2021 01:40Noticias relacionadas
La decisión de Isabel Díaz Ayuso de convocar elecciones el 4 de mayo en Madrid también tiene sus riesgos para el Partido Popular. Los primeros pronósticos electorales colocan a la presidenta de la Comunidad como la gran triunfadora de los próximos comicios pero, si no consigue sacar la mayoría absoluta, dinamitará la estrategia marcada por Pablo Casado de conducir el Partido Popular hacia el centro del tablero político.
El presidente de los conservadores levantó un muro de hormigón entre el PP y Vox en octubre, pero el puñetazo de Inés Arrimadas en el moflete de Casado y su consecuente réplica electoral en forma de elecciones en Madrid condena al PP a corregir su veto a Vox: "Ahora mismo todo ha saltado por los aires", reconocen en Génova.
Inés Arrimadas dio el visto bueno a poner una moción de censura en Murcia al PP para quitarse las esposas que la condenaban a entenderse con Pablo Casado. Los conservadores respondieron abriendo las puertas del partido a todo aquel miembro de Ciudadanos desencantado con el volantazo de su líder.
Tras conseguir retener el Gobierno de Murcia abortando la moción, los conservadores tienen que evaluar las consecuencias de la traición de Ciudadanos y cómo redireccionan el partido para reconquistar el hueco que dejan libre los naranjas, en caída libre también en Madrid. "No podemos fiarnos de la palabra de Inés porque nos ha dado una puñalada. Ella es la que ha roto y la que nos empuja a buscar otros socios", reflexionan en el PP.
A por la absoluta
La directriz marcada por Génova es decir en público que Isabel Díaz Ayuso sale a ganar por mayoría absoluta, como Alberto Núñez Feijóo, y que nadie se imagina otro escenario en el que tenga que pactar su gobernabilidad con otro partido. Entre bambalinas, sin embargo, en el equipo de la presidenta de Madrid miran directamente hacia su derecha pensando ya en el 5 de mayo, el día después de las elecciones autonómicas.
"Isabel tiene buena sintonía con Rocío Monasterio y le ha demostrado ser más fiel estos dos años que Ciudadanos", resume un miembro del equipo de la Puerta del Sol, donde no esconden que su opción favorita para gobernar es Vox. "Gobernar con Aguado ha sido un infierno desde el primer día: teníamos la oposición dentro del Consejo de Gobierno", lamentan.
El tablero madrileño coloca ahora en una posición complicada a Pablo Casado, que no solo votó en contra de la moción de censura de Abascal, sino que tomó el compromiso firme de que prohibiría cualquier gobierno de coalición entre el PP y Vox. "Ahora el escenario es completamente distinto", coinciden fuentes del partido.
Con Ciudadanos fuera de la ecuación de cualquier pacto a futuro, el PP está condenado a entenderse con Vox. Todas las encuestas vaticinan un fuerte crecimiento de los dos partidos en la Comunidad de Madrid, aunque está por ver cuál capitaliza mejor los casi 630.000 votos que en 2019 consiguió Ciudadanos en la región madrileña.
Sondeos
Los primeros sondeos después del terremoto murciano sitúan a Ciudadanos fuera del Parlamento madrileño, un "golpe maestro" al equipo regional de Inés Arrimadas que anima al Partido Popular a salir "a por todas. Queríamos absorber el espacio que ocupaban los naranjas de forma amistosa... ahora, sin miramientos".
La batalla por ocupar el espacio de centroderecha solo acaba de empezar y Madrid será el escenario en el que PP volverá a medir su fuerza con Vox. La dirección nacional se va a volcar de lleno en la campaña de Ayuso, conscientes de que alcanzar la mayoría absoluta es prácticamente una utopía... "Aunque la pelearemos hasta el final".
Génova marcó en el calendario otoño para celebrar una convención en la que se reforzarían los valores de dónde está el Partido Popular y qué partido quiere ser. El resultado de la próxima cita electoral en Madrid influirá de lleno en este cónclave y en las futuras relaciones con Vox: "Si cerramos la puerta a Cs, Pablo Casado está irremediablemente condenado a entenderse con Santiago Abascal", coinciden varias fuentes del PP.