La independencia de las juventudes de ERC da la llave de la investidura de Illa a la diputada Besses

No sería la primera vez que el Jovent Republicà (las juventudes de ERC) rompe con el resto de su grupo parlamentario, pero sí con una decisión tan trascendental como la de elegir a un nuevo president de la Generalitat. Hasta ahora, las desavenencias de los jóvenes con el partido mayor se habían limitado a pequeñas leyes y declaraciones políticas, pero nunca a un cambio de ciclo de estas características. 

La cuestión es que las juventudes, que siempre tienen un escaño garantizado en las listas de ERC, funcionan de forma independiente y tiene libertad de voto en el Parlament. En la cúpula del partido, de hecho, reconocen que hay reticencias y que a los jóvenes no les temblará el pulso a la hora de declarar unilateralmente su autodeterminación.

Así, y con la consulta general a las bases despachada este viernes (53,5% a favor del pacto), el Jovent Republicà está preparando su propio "congreso nacional extraordinario" este fin de semana para decidir el voto de Besses, quien hasta hace tres meses sólo tenía experiencia como concejal en Sant Joan Despí. Sin ella, la suma de PSC, ERC y Comunes no llegaría a la mayoría absoluta de 68 escaños. Precisamente lo apretado del resultado, puede condicionar el voto de la organización juvenil.  

El 12 de junio, el Jovent ya emitió un primer comunicado posicionándose en contra de la investidura de Illa. En él dejaban claro que el debate financiero (el concierto fiscal) no les interesaba, sino que condicionaban sus votos a "un referéndum de autodeterminación [...] y el compromiso con la justicia social". "A nosotros no nos dan miedo las urnas", amenazaban.

Sobre Illa, que el exministro de Sanidad sea precisamente el candidato a president es otro de los principales escollos para la juventud republicana. La tensión es tan grande que ERC decidió omitir su nombre de la consulta de este viernes, para evitar votos en contra; no fue así en 2019, cuando sí mencionaron a Pedro Sánchez en la votación sobre si apoyarle o no en la investidura de entonces. 

Finalmente, la consulta sobre la investidura (53,5% a favor, 44,8% en contra) quedó así: "¿Estás de acuerdo en que Esquerra Republicana vote a favor de la investidura del candidato socialista a cambio de la soberanía fiscal, la promoción y protección de la lengua catalana, la convención nacional para la resolución del conflicto político y el resto de las medidas acordadas?". 

La omisión del nombre de Illa no es baladí. Para buena parte de la militancia independentista, el líder del PSC tuvo un papel clave durante la aplicación del artículo 155 de la Constitución en 2017 que intervino la autonomía catalana. También es recordada su postura inicial contra la Ley de Amnistía. Dicho de otro modo, no se fían de él. 

Ocurre otra cosa, y es que "ceder" a que el PSOE regresara a la Generalitat casi 14 años después supondría, en cierta manera, enterrar el procés separatista de las últimas legislaturas y asumir que entran en un tiempo nuevo, uno en el que el independentismo deja de ser el único principio rector de Cataluña.