
Sánchez abre una etapa de Gobierno personal: subirá el gasto militar sin apoyo ni de sus socios ni del Congreso
Sánchez abre una etapa de Gobierno personal: subirá el gasto militar sin apoyo ni de sus socios ni del Congreso
Los grupos convocados a Moncloa piden un debate, pero él sólo se compromete a informar de las cumbres, como obliga la ley.
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Si no fuera porque ya se ha repetido otras veces en el último año y medio y porque Pedro Sánchez siempre ha encontrado la forma de rehacerse y sobrevivir, se diría que la legislatura está en un "punto crítico", según la expresión utilizada por la líder de Podemos, Ione Belarra, a su salida de la ronda del presidente con los grupos parlamentarios celebrada este jueves.
Al menos, sí está claro que la legislatura entra en una nueva fase en la que se hace realidad la existencia de un Gobierno personal de Sánchez para abordar una decisión importante como la del aumento del gasto militar comprometido con la Unión Europea, que trasciende su mandato y para la que carece de apoyo parlamentario: el de sus socios de investidura y también el del PP.
Por el momento, Sánchez se aleja de sus socios de la izquierda y no tiene intención de acercarse al PP, que sí apoya el gasto militar, pero con quien rechaza negociar. De facto se aleja también del Parlamento donde cualquier votación es una ruleta rusa.
Según el Gobierno, Alberto Núñez Feijóo tampoco se muestra dispuesto a apoyar en esto a Sánchez, pese a que está acordado con los compañeros ideológicos del PP en Europa, porque su interés estratégico es no ser señalado como "colaboracionista" por Vox. Los socialistas entienden que un acuerdo muy improbable con el PP supondría romper con todos sus socios en el Parlamento.
Por eso Sánchez tiene intención de ejecutar el aumento del gasto en Defensa al margen del Congreso, sin votación expresa para medir sus apoyos. Es la forma más directa de no perder.
Significativamente, el presidente del Gobierno señaló en su comparecencia que lo hará con Sumar, su socio de coalición, pese a que los partidos miembros de ese espacio político se oponen radicalmente al aumento del gasto militar y temen que Yolanda Díaz haya acordado ya por su cuenta mirar hacia otro lado.
El presidente del Gobierno recibió este jueves a los nueve portavoces parlamentarios, uno a uno de forma precipitada y durante todo el día, con la teórica intención de informarles sobre la necesidad de elevar el gasto militar para cumplir su pacto con la Unión Europea.
Duró mucho más su explicación posterior ante los periodistas que cada una de las reuniones, teniendo en cuenta que en ellas se supone que también dirían algo los portavoces.
Sánchez ha conseguido ya una especie de pacto de Estado, pero no a favor de sus posiciones, sino frente a ellas. Desde Feijóo a socios de la izquierda como Gabriel Rufián, y con distintas posiciones respecto al gasto militar, todos coincidieron en la ausencia de información y en que el presidente hará caso omiso a la petición unánime de pasar por el Congreso a someter a votación la propuesta.
Sólo el portavoz del PNV, Aitor Esteban, dejó abierta la puerta a apoyar en el futuro las decisiones sobre el gasto en Defensa.
Moncloa ya había anunciado que la insólita ronda no tenía por objeto ni cerrar pactos, ni pedir apoyos y así fue. El presidente también rebajó en su explicación posterior ante la prensa las expectativas sobre su comparecencia ante el Pleno del Congreso el día 26 de marzo para dar cuenta obligada de la cumbre europea de la próxima semana, y dejó claro que para entonces tampoco habrá información concreta sobre la cuantía de ese aumento de gasto militar, los plazos y los procedimientos.
"Ni quiere ni puede"
Como respuesta, el líder del PP llegó a calificar a Sánchez de "autócrata" por no someter a votación en el Congreso. "Ni quiere, ni puede hacerlo", aseguró tras su media hora de encuentro con el presidente del Gobierno.
"Lo que tenga que pasar por el Parlamento, pasará, y lo que tenga que ver con la gestión del Gobierno tendrá que ser acelerado por el Gobierno de España. No hay mucho más debate", dijo luego de forma ambigua Sánchez.
En realidad, todos los portavoces que hablaron con el presidente dedujeron que no habrá votación sobre el gasto en defensa. Sí tiene que haberla en el caso de que se den las condiciones para que la UE envíe a Ucrania tropas para asegurar la paz, puesto que Sánchez ha mostrado su voluntad de participar y porque la ley obliga a recabar autorización del Parlamento.
"Otros gobiernos metieron a España en guerras injustas sin pasar por el Parlamento", aseguró Sánchez en la rueda de prensa ante los periodistas, usando como referencia la decisión de José María Aznar de meter al país en la guerra de Irak. Y recordó que una reforma legal de José Luis Rodríguez Zapatero obliga a someter esas decisiones al Parlamento.
El Gobierno de Mariano Rajoy se comprometió con la OTAN a llegar al 2% de gasto militar en 2029 y ahora Sánchez ha aceptado anticipar esa fecha y superar ese porcentaje.
Su tesis es que el Gobierno ha elevado un 10% la exigua cifra que dejó Rajoy y que en 2023 se cuantificó el gasto en Defensa en el 1,28% del PIB. Pero falta por cuantificar con cuánto se acabó en 2024, después de que se hayan aprobado sucesivas subidas. Por eso no es posible determinar aún cuál es el objetivo y cómo puede cumplirse.
Entiende también el presidente que hay que cambiar el concepto de gasto militar por el de inversión en seguridad para ampliarlo a tecnología digital o lucha contra los ciberataques, entre otras partidas.
Sánchez habló incluso de oportunidad para el desarrollo tecnológico de las pequeñas y medianas empresas y para los emprendedores.
La UE se ha comprometido a permitir que el gasto en Defensa no compute como déficit, que el Banco Europeo de Inversiones haga aportaciones, que se habiliten créditos y que se puedan usar los fondos estructurales. Y Sánchez pelea para que Bruselas acepte aportaciones directas a los Estados, como se hizo en la pandemia.
El Gobierno explica que por eso no da aún datos ni fechas ni procedimientos y Moncloa recuerda el momento en el que Sánchez arrancó hace casi cinco años fondos europeos sin intereses para hacer frente a los efectos del covid y fue recibido en el Consejo de Ministros con aplausos de sus miembros.