El lento ritmo de la Administración Pública
En los mentideros del sector no es extraño escuchar comentarios respecto a la incapacidad de los reguladores de mantener el acelerado ritmo de innovación que marca la industria. Tampoco quejas más o menos soslayadas sobre la escasez de perfiles técnicos en una Administración envejecida y poco proactiva. E, incluso, hay algunos más atrevidos que lanzan órdagos directos sobre la mala usabilidad de los servicios digitales de la AAPP y apelan a fracasos sonados como el DNI electrónico o LexNet.
Todos estos extremos siempre han obtenido, por parte de los responsables del Gobierno de turno, una respuesta en dos partes. La primera, negar la mayor y defender la buena posición de nuestro país en el informe DESI de digitalización (obviando que muchos de los detalles que en ese análisis se destacan de España lo son por imperativo, no por la buena experiencia ofrecida por la Administración). La segunda, admitir de forma discreta los problemas que el sector público tiene para responder a la agilidad que requiere nuestra sociedad.
Por eso resulta refrescante cuando un cargo público de alto nivel es capaz de hacer autocrítica, no en foros cerrados o con la boca pequeña, sino ante toda la industria congregada -en este caso- en el encuentro de AMETIC en Santander. Allí, Fernando de Pablo, CIO de la Administración central, no tuvo problema en reconocer que es necesario cambiar la mentalidad con que las AAPP conciben las TIC ("valorarlas no solo como un coste, sino también en términos de productividad") o la incapacidad de lo público por competir de tú a tú en innovación con lo privado: "La empresa privada siempre es más innovadora, siempre va un poco más avanzada. Cuando llegue a la Administración pedí un PC, estábamos en aquel momento del host-servidor, y me dijeron que un ordenador solo servia para jugar". Nada más que añadir.
O sí, porque De Pablo también admitió públicamente que la Administración "siempre va uno o dos años por detrás de la realidad: cuando estamos en crisis, seguimos con presupuestos altísimos; cuando estamos saliendo de la crisis y necesitamos grandes inversiones, seguimos con presupuestos de crisis". Patrón peligroso en este momento de transición...