Es tiempo para los mercados emergentes
En la asignación geográfica de la inversión, la mayoría de los inversores tienden a estar infraponderados en países emergentes. Las razones de esta infraponderación pueden atribuirse a la aversión al riesgo o una sesgada asignación estratégica de los activos. También puede deberse al desconocimiento.
En el largo plazo, se demuestra que una infraponderación persistente de la inversión en emergentes va en detrimento de una mayor rentabilidad pues hay períodos en los que sus acciones superan considerablemente a los mercados desarrollados. Es cierto que durante los últimos 10 años, estar infraponderado ha funcionado ya que solo el S&P500 ha superado a las acciones de otros mercados internacionales desarrollados y emergentes en casi 2,5 veces.
Pero esto ha cambiado. Al menos eso parece después de que el inicio de año ya dada continuidad al patrón del año pasado, los máximos históricos de los índices emergentes sugieren un invitado a la fiesta inesperado si retrocedemos incluso antes del desarrollo de la pandemia.
¿Por qué son importantes los emergentes? A medida que la participación del PIB mundial se desplaza cada vez más hacia los países emergentes el peso de las acciones se vuelve cada vez más importante. Las economías emergentes tienen más del 60% de las reservas mundiales de divisas, generan alrededor del 60% del PIB global y concentran a más de la mitad de la población.
Teniendo en cuenta que aproximadamente un tercio de las empresas cotizan en mercados emergentes y que solo representan el 12% de la capitalización global, la asignación de pesos resulta sorprendente.
Las economías emergentes tienen más del 60% de las reservas mundiales de divisas, generan alrededor del 60% del PIB global y concentran a más de la mitad de la población.
Los mercados emergentes han cambiado considerablemente en la última década y ya no son el grupo homogéneo que históricamente tendía a moverse en bloque. Gran parte de culpa la tienen obviamente China e India.
Las características diferenciadas de cada país dentro del índice y sus diversas respuestas a los impulsores económicos mundiales conducen a rendimientos cada vez menos correlacionados. Esto crea oportunidades para la asignación activa de los pesos y reduce la volatilidad de las carteras con una mayor exposición a mercados emergentes.
Las dudas sobre cómo se esperaba que los países emergentes resistieran la pandemia fueron más que importantes. Pero los datos sugieren que se han visto menos afectados en relación a los países desarrollados. A pesar de la capacidad limitada para implementar estímulos fiscales o monetarios, se espera que los emergentes generen un mayor crecimiento del PIB en 2021 después de una disminución en 2020 que ya fue menor que la experimentada en los desarrollados.
Sin embargo, el aumento esperado del crecimiento del PIB no será uniforme en todos los países emergentes. Y la culpa de ello está en el peso de China, la segunda economía más grande por detrás de EE.UU. China representa casi el 15% del PIB real mundial sin signos de que esa tendencia se revierta. Es discutible si China debería incluirse en la categoría "emergente", pero la cuestión es que es el peso más grande en el índice MSCI Emerging Markets.
El factor demográfico es crítico. Se prevé que el crecimiento de la clase media constituirá más del 60% de la mayoría de los principales mercados emergentes desde el nivel actual inferior al 50%.
Es más, hay estudios que apuntan a que el crecimiento de la clase media en los dos países más poblados del mundo, China e India, se duplique y cuadriplique respectivamente para 2030 lo que contrasta con un crecimiento de la población en EEUU que es la mitad de lo que ha crecido históricamente con una clase media estancada.
Hay estudios que apuntan a que el crecimiento de la clase media en los dos países más poblados del mundo, China e India, se duplique y cuadriplique respectivamente para 2030
Históricamente, la renta variable de los mercados emergentes ha proporcionado a los inversores una rentabilidad considerable pero también ha generado desplomes durante los períodos de mayor turbulencia.
Contrario a esa circunstancia merece la pena detenerse en el hecho de que solo las valoraciones relativas se encuentran en niveles extremos sino que se espera que el ritmo de crecimiento de los beneficios sea más alto para los emergentes.
Analizando de forma comparada emergentes vs desarrollados, el descuento histórico promedio sobre valor en libros es de aproximadamente el 20% lo que refleja el interés de los inversores en pagar un precio más alto por los beneficios de las empresas de los mercados desarrollados.
Sin embargo, el descuento relativo actual se encuentra en niveles superiores al 35%. Una simple reversión a la media podría resultar en un rendimiento superior significativo para los mercados emergentes.
Si lo miramos en términos de PER, a pesar de que se aprecia un descuento relativo similar, también es cierto que las acciones de los mercados emergentes no están baratas en términos absolutos. Eso se compensa por el hecho de que el crecimiento esperado del BPA para los mercados emergentes un 50% superior al que se espera en los desarrollados.
Esa infraponderación puede dar lugar a flujos positivos a medida que los fondos salen de las clases de activos que han tenido un rendimiento superior en los últimos 10 años y se redirigen hacia clases de activos mejor posicionadas, ya sea debido a la valoración o a las perspectivas de crecimiento.
No son pocos los que creen que los emergentes están mejor posicionados para un repunte sólido. La recuperación del precio de las materias primas y la debilidad del dólar, son viento de cola para muchas de estas economías.
La inversión en renta variable de mercados emergentes no está exenta de riesgos
La inversión en renta variable de mercados emergentes no está exenta de riesgos: la pandemia, el proteccionismo y la escalada de la guerra comercial, por no mencionar los riesgos políticos, regulatorios e imprevistos que parecen pertenecer solo a los países emergentes.
Los emergentes a menudo se comportan peor en el transcurso de una crisis y el fuerte retroceso reciente no fue una excepción. Pero también es cierto que históricamente sus acciones se han recuperado rápidamente, como ha ocurrido desde la pandemia. Después de la GCF, la renta variable de los mercados emergentes superó a los desarrollados en los dos años siguientes.
Los riesgos de sobrevaloración del mercado norteamericano y la necesidad de buscar yield obligan por tanto a revisar la asignación del peso de los emergentes en la cartera.
** Alberto Roldán es partner de Divacons-Alphavalue