Pago universal para impulsar la movilidad eléctrica
En la industria de los vehículos eléctricos existe un concepto que se denomina range anxiety. Así es como se denomina al miedo existente entre los conductores de coches eléctricos o híbridos de quedarse sin energía. Precisamente, uno de los puntos en los que más se avanza y progresa en este tipo de vehículos es en mejorar su autonomía y en ampliar la capacidad de sus baterías para ofrecer más kilómetros por recarga sin sacrificar la potencia.
Ese miedo a quedarse sin batería y no tener un punto de recarga cercano y no poder llegar a su destino es una de las barreras que se deben derribar para que la movilidad eléctrica siga creciendo.
Aumentar la red de puntos de carga eléctrica supone un reto para esta industria que no para de crecer y en la que, según las previsiones del mercado, la flota europea de vehículos eléctricos pasará de los 2,3 millones que había en 2020 a 34 millones en 2030.
Por otra parte, aunque se prevé que para ese mismo año se hayan instalado tres millones de cargadores, es cierto que en la actualidad existen únicamente 200.000 en todo el continente, de los que en nuestro país apenas existen 8.545, según ANFAC.
Si lo comparamos con las más de 11.000 estaciones de servicio que hay disponibles en España (y teniendo en cuenta que los puntos de recarga incluyen los existentes en los aparcamientos privados) vemos que todavía queda mucho camino por recorrer.
A toda esta coyuntura hay que añadir que actualmente en el mercado no existe una solución universal de pago a la hora de recargar un coche eléctrico, por lo que se concentran varios factores que pueden impedir que el vehículo eléctrico se convierta en un transporte mayoritario y los ciudadanos se beneficien de sus ventajas.
En la actualidad, el pago en repostaje eléctrico está tremendamente atomizado y depende totalmente de cada proveedor. Cada punto de recarga está asociado a uno en concreto y el pago se efectúa según su interfaz o aplicación, lo que conlleva a menudo un registro previo, recarga de dinero y distintos procesos hasta poder cargar la batería. Todo esto ralentiza el proceso, lo hace muy heterogéneo y confuso para el consumidor. Pero ¿y si se pudiera pagar directamente mediante contactless?
Esa unificación de procesos y el empleo de las nuevas tecnologías en formas de pago puede ser una de las claves para ayudar a impulsar la electrificación, pues el pago sin contacto es un método completamente al alza en los tiempos en los que vivimos. De hecho, según cifras de MasterCard, el 66% de los españoles ya prefieren pagar con este método frente al efectivo.
La unificación de procesos y el empleo de las nuevas tecnologías en formas de pago puede ser una de las claves para ayudar a impulsar la electrificación
Para atender esta demanda, las compañías de servicios transaccionales están desarrollando soluciones adaptadas que permiten pagar de forma rápida, cómoda y segura cuando se para a repostar un vehículo eléctrico.
Los módulos de pago contactless permiten pagar con tarjeta, desde el teléfono móvil o con cualquier dispositivo que disponga de NFC, eliminando la necesidad de efectivo y agilizando el pago.
Además, esta solución potenciará el uso de puntos de recarga en el exterior ya que, según datos de Worldline, solo el 10% de las recargas se realizan fuera de casa, precisamente a causa de esta range anxiety que se mencionaba y que hace que el uso de estos vehículos se limite a trayectos urbanos, más cortos y que aseguren el volver a casa para repostar en el propio punto de carga.
Por otra parte, la mayoría de estos surtidores son desatendidos, por lo que la incorporación de esta forma de pago garantiza una experiencia de cliente sencilla, fluida y segura. También hacen homogénea la experiencia y eliminan la necesidad de creación de una cuenta de usuario compatible con el proveedor de cada servicio o punto de recarga y asegura un proceso de pago rápido y flexible tanto para los operadores como para los usuarios.
Tras la aprobación de la Ley Contra el Cambio Climático, que obligará a instalar estos puntos en gasolineras, se plantea una oportunidad perfecta para que propietarios de infraestructuras, operadores de puntos de carga, proveedores de movilidad eléctrica y fabricantes de cargadores de vehículos eléctricos promuevan e implementen estas soluciones de pago unificadas y así impulsar la electrificación del parque de vehículos español creando una experiencia más sencilla para los usuarios.
*** Tomas Fernández es jefe de Petrol, Parking and EV Charging GSV Iberia en Worldline Global.