Tras dos años de pandemia, los expertos ven con optimismo la normalización de la situación. Ha sido la mayor crisis a la que han tenido que hacer frente nuestro sistema sanitario y sus profesionales, con un enorme impacto tanto por las vidas perdidas, muchas de ellas de los propios profesionales sanitarios, como en lo social y económico.

Es momento de mirar hacia adelante y hacer balance de esta crisis. También de aprovechar el PERTE 'Salud de Vanguardia' y los Fondos Europeos Next Generation para acelerar la transformación de nuestro sistema sanitario.

Nuestra sanidad, tanto pública como privada, reconocida como una de las mejores del mundo, necesita profundos cambios para mantener este logro del bienestar social. Y los profesionales e instituciones se han puesto manos a la obra.

La digitalización, el desarrollo de tecnologías avanzadas -como la inteligencia artificial-, la robótica, la conectividad y análisis de datos o la genética predictiva son oportunidades reales para mejorar la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades.

Disponemos de soluciones cuya puesta en marcha responderá, de la mano de los profesionales, al doble objetivo de calidad y eficiencia. Por lo tanto, debemos dirigir las inversiones a una medicina basada en la evidencia para mejorar la atención de los pacientes y la seguridad de los profesionales e instituciones a su servicio.

Recordemos, según datos de Sham–grupo Relyens, que de media se produce un error médico cada dos horas en España, lo que supondrá una reclamación ante la institución sanitaria o el médico.

Desde el liderazgo en gestión de riesgos, hemos orientado toda nuestra inversión y desarrollo hacia este doble objetivo. Con la convicción de que la tecnología y el análisis de los datos son unos de los mejores avances disponibles, hemos establecido alianzas estratégicas con empresas tecnológicas especializadas en sanidad que nos permiten ofrecer servicios para mejorar la asistencia médica.

Un quirófano digital equipado con un sistema avanzado de video asistencia que incorpora inteligencia artificial para ampliar la destreza del cirujano; un algoritmo creado por IA que usa datos en tiempo real en cuidados intensivos y que permite predecir y personalizar el tratamiento que ha sido certificado por la FDA y la Agencia Europea de Medicamento; un sistema de gestión del conocimiento científico en tiempo real en el móvil del médico, son ejemplos de soluciones que se han desarrollado y se han puesto en marcha en Estados Unidos y Europa.

La sanidad en su conjunto también se ve amenazada por otro virus: el informático. Si bien la inversión en ciberseguridad se ha incrementado, queda camino por recorrer para sensibilizar a las instituciones y a los profesionales, más aún cuando el factor humano es determinante.

El sector sanitario tiene una vulnerabilidad muy específica en todos los sistemas y aparatos biomédicos conectados a la red del hospital y por ende a Internet, lo que supone un riesgo importante para la seguridad del centro sanitario. Esta brecha de seguridad no solo expone datos personales de pacientes y profesionales. También hospitales y sistemas sanitarios han visto su capacidad operativa afectada, comprometiendo así la seguridad del paciente.

Es tal el reto para cualquier compañía especializada en gestión de riesgos que desde SHAM – grupo Relyens lo consideramos también una emergencia. Por esta razón hemos acordado una alianza con la empresa CyberMDX - Forescout Company, que nos permite establecer en tiempo real una gestión de este riesgo en el hospital con la finalidad de anticiparlo, mitigar su impacto e incluso evitarlo.

Todas estas soluciones no pueden tener el impacto esperado sin contar con los profesionales sanitarios y las organizaciones en las que desempeñan su actividad. Son un factor de transformación para acompañar el cambio que están experimentado en su quehacer diario los profesionales, los hospitales e incluso los pacientes. 

Además, estas soluciones permiten una mayor información y gestión por parte del personal sanitario. Es primordial acompañar a los profesionales y sus organizaciones en esta transformación.

El futuro es hoy. Y nos toca tomar decisiones lo más acertadas posibles para orientar estos fondos europeos para seguir disfrutando de uno de los sistemas sanitarios más valorados del mundo, mejorando su sostenibilidad y su eficacia.

***Philippe Paul es director ejecutivo de Sham – grupo Relyens en España.