Invertir en seguridad ante la nueva geopolítica

Invertir en seguridad ante la nueva geopolítica

La tribuna

Invertir en seguridad ante la nueva geopolítica

La invasión de Ucrania hace patente la necesidad de invertir más en seguridad cibernética, alimentaria, energética y militar.

7 abril, 2022 02:47

Si no hubieran sido suficientes la guerra comercial de Trump y después la pandemia, la invasión de Ucrania deja claro que nos instalamos en una era de incertidumbre geopolítica que requiere reforzar la seguridad alimentaria y la energética, la fabricación de productos críticos y, por supuesto, la defensa nacional.

La guerra física ha desatado inmediatamente los temores a una guerra digital. Ya antes de esta crisis se preveía un crecimiento anual compuesto del 10% en el gasto en ciberseguridad de 2021 a 2025 y los últimos acontecimientos hacen que esta estimación parezca conservadora. Las advertencias del Gobierno estadounidense a las empresas y los operadores de infraestructuras críticas de que Rusia está "explorando opciones" para represaliar las sanciones internacionales con ataques informáticos hacen más urgente la necesidad de reforzar la seguridad digital.

En cuanto a la energía, las sanciones a Rusia, sus amenazas de represalia y la restricción autoimpuesta por muchos importadores han minado la fiabilidad de los suministros, que durante mucho tiempo se había dado por sentada. Quizás a modo de advertencia, en los últimos días ha habido noticias sobre un menor flujo de gas a través de Bielorrusia y de unas inesperadas tareas de mantenimiento en el principal oleoducto desde el Caspio. Respaldadas por el plan europeo REPowerEU, esperamos una aceleración de las inversiones en eficiencia energética, fuentes renovables e interconexiones de gas y electricidad.

La guerra física ha desatado inmediatamente los temores a una guerra digital

Rusia y Ucrania son conjuntamente los mayores exportadores de cereales y girasol del mundo, por lo que cunde el miedo al desabastecimiento y los precios de algunos alimentos se han disparado. Vemos probable que la Unión Europea aumente la superficie autorizada para determinadas cosechas y las cuotas de importación extracomunitarias, a la vez que se incentivan la revolución alimentaria en áreas como la productividad agrícola, semillas de alto rendimiento, agricultura vertical y uso eficiente del agua.

También parece evidente el giro en el gasto en defensa. El final del 'dividendo de la paz' detraerá recursos públicos, pero beneficiará a algunos negocios. Tras el fin de la Guerra Fría, los presupuestos militares cayeron entre uno y dos puntos del PIB, pero Alemania ya se ha comprometido a aumentarlo del 1,5% al 2% del PIB y otros países europeos pronto le seguirán. Este impulso vendrá además acompañado de otros en materia de protección civil, acogida de refugiados, seguridad de infraestructuras críticas y agencias de inteligencia.

El final del 'dividendo de la paz' detraerá recursos públicos, pero beneficiará a algunos negocios

La guerra y los recientes problemas de suministro refuerzan la importancia de la tecnología para la seguridad militar y económica. La industria global de semiconductores venderá unos 600.000 millones de dólares e invertirá 114.000 millones en nueva capacidad este año. Como está muy concentrada en Taiwán y sus vecinos asiáticos, las potencias mundiales se han marcado la fabricación local como imperativo geoestratégico.

La mejor muestra del nuevo "nacionalismo del chip" es una ley en Estados Unidos, con amplio apoyo bipartidista, dotada con 52.000 millones de dólares para "asegurar el suministro y garantizar la seguridad nacional y la competitividad económica a largo plazo". La UE ya ha lanzado una iniciativa similar.

Así que el mundo ha cambiado. Se está pasando de priorizar el abaratamiento y la eficiencia a la estabilidad y seguridad de los suministros, reduciendo la dependencia de los rivales geoestratégicos.

Por supuesto, la mayoría de las decenas de empresas cotizadas que se benefician de este giro han tenido un buen comportamiento en bolsa, pero creemos que las valoraciones no son excesivas y que sus beneficios disfrutarán de una robusta senda de crecimiento cada vez más sustentada por las iniciativas gubernamentales. En tiempos convulsos, conviene invertir más en seguridad, también en los mercados financieros.

*** Roberto Scholtes Ruiz es director de Estrategia de UBS en España.  

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