Pesimismo en un entorno optimista
El Nuevo Año Chino del Conejo no ha traído, por ahora, certidumbre a los mercados. A pesar de que las presiones inflacionistas se ralentizan y los bancos centrales parecen cada vez más dispuestos a reducir el ritmo de subidas de tipos, los analistas mantienen una postura pesimista de cara a futuro.
La mayoría de las casas anticipan nuevos retos para la renta variable estadounidense como resultado de la desaceleración económica y laboral. El hecho de que la prima de riesgo del S&P 500 se sitúe por debajo de las medias históricas apunta a que los inversores no reciben una compensación adecuada.
Las elevadas estimaciones de beneficios empresariales, a su vez, indican que los mercados no están teniendo en cuenta los retos a los que probablemente se podrían enfrentar las empresas. Precisamente, todavía no se ha visto reflejado por completo el impacto del endurecimiento de la política monetaria.
La mejor opción
Los analistas de Morgan Stanley aconsejan prestar atención a la renta fija. Los bonos corporativos con grado de inversión ofrecen más del 5%. Cabe señalar que se trata de valores de calidad con un riesgo de crédito relativamente bajo.
También hay potencial de crecimiento en la deuda pública. La desaceleración económica podría animar a los inversores a buscar "refugios seguros", incluidos los bonos del Tesoro estadounidense y otros de mayor calificación, lo que impulsaría los precios al alza.
La recuperación de China también repercutirá positivamente en las economías asiáticas y latinoamericanas en 2023
La renta variable de mercados emergentes podría ser otra alternativa. A favor de estos mercados podría jugar la suspensión de la política de "Covid cero" en China, la vuelta a la estabilidad de los precios, la caída del dólar estadounidense y las valoraciones baratas en comparación con las de los mercados desarrollados.
La recuperación de China también repercutirá positivamente en las economías asiáticas y latinoamericanas en 2023 en ámbitos como las exportaciones y el turismo. En general, la incertidumbre en torno a las economías y los mercados sigue siendo elevada y los inversores deberían exigir una prima de riesgo.
***Igor Kuchma es analista de Trading View.