El IVA de yogures y leches fermentadas: la discriminación de alimentos nutricionalmente completos
Hace años que en España se decidió que el IVA de los alimentos fuera de dos tipos: el reducido (10%) y el superreducido (4%), destinado a aquellas categorías consideradas como esenciales. Por ese motivo, creemos que ha llegado el momento de reflexionar sobre la necesidad de valorar una reducción estructural del IVA a algunos alimentos saludables y esenciales que, además, forman parte de nuestra dieta mediterránea desde hace décadas.
Nos referimos al yogur y a las leches fermentadas, unos alimentos lácteos presentes en muchos hogares españoles, especialmente en la dieta diaria de los niños y niñas. Cada día, los españoles toman alrededor de 22 millones de unidades, lo que revela que es un alimento consumido en el 95% de los hogares. Por ese motivo, no entendemos que un alimentos nutricionalmente tan densos y completos como el yogur y las leches fermentadas se encuentren discriminados y tengan una fiscalidad del 10%, y no del 4%.
Y no hay razones objetivas que respalden esta fiscalidad. Según nuestros cálculos, esta reducción del tipo impositivo al 4% permitiría al conjunto de las familias españolas un ahorro de 80 millones de euros. Por ello, facilitaría que en los hogares con rentas bajas se pudiera asegurar el consumo de, al menos, un yogur al día entre los niños y niñas, contribuyendo a garantizar los nutrientes necesarios para su correcto crecimiento y desarrollo.
Facilitaría que en los hogares con rentas bajas se pudiera asegurar el consumo de, al menos, un yogur al día entre los niños y niñas,
Pero, en segundo lugar, tampoco habría fundamentos nutricionales, ya que el yogur y las leches fermentadas son fuente de nutrientes esenciales e ideales para mejorar la calidad de la dieta dentro de un patrón de alimentación equilibrado y saludable. Un yogur entero permite cubrir más del 15% de las ingestas diarias recomendadas para el calcio y fósforo, así como más del 10% de las de vitaminas B2 y B12. Y todo ello con una aportación calórica muy baja, de menos del 5% del gasto energético medio de un varón adulto.
Por último, también hay que destacar que esta situación fiscal tampoco tiene sentido si la comparamos con otros países europeos. Así, por ejemplo, en Francia el tipo impositivo de estos alimentos lácteos es del 5,5%; mientras que en Bélgica es del 6% y en Alemania, del 7%. Y, si nos centramos en nuestro vecino portugués, su medida fiscal es la más decidida, ya que no solo ha decidido aplicar el 6% al IVA del yogur, sino que, además, ha implantado una rebaja temporal al 0%, que se extenderá hasta octubre de este año 2023.
Trato desigual
Entonces, ¿por qué en España los yogures y leches fermentadas tienen este tipo impositivo tan alto? Desde nuestra asociación llevamos años constatando este trato desigual con respecto a la fiscalidad de otros alimentos, ya que los yogures y leches fermentadas tienen un valor nutricional similar –o incluso superior– que otras categorías con un IVA exento o superreducido. Por ello, hemos trasladado en numerosas ocasiones al Gobierno central, a los distintos Grupos Parlamentarios y a otras instituciones nuestra inquietud por este trato discriminatorio y la necesidad de facilitar el acceso a estos alimentos lácteos tan completos.
Con una cesta de la compra cada vez más cara y teniendo en cuenta las recomendaciones de la propia Administración, no existe justificación para mantener estos alimentos nutricionalmente tan densos a un tipo impositivo del 10%. Cada día que pasa es una oportunidad perdida para que los ciudadanos accedan a unos alimentos saludables y nutricionalmente densos, evitando sustituir su consumo por opciones menos recomendables, especialmente entre los niños y niñas.
La necesidad de facilitar el acceso a estos alimentos lácteos tan completos
Su consumo diario, en todas las etapas de la vida, está recomendado por las guías alimentarias y la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), que depende del Gobierno, lo ha incluido en su selección de productos esenciales para una cesta de la compra saludable y con importantes aportaciones nutricionales. Igualmente, las pirámides nutricionales aprobadas por organismos oficiales y las asociaciones de consumidores defienden un consumo diario de alimentos lácteos, como los yogures y leches fermentadas.
Es nuestro deber, como sociedad, facilitar el acceso a una dieta infantil saludable y equilibrada. Por todo ello, es primordial que el próximo Gobierno que se forme tras las elecciones del 23 de julio estudie la fiscalidad actual y desarrolle una política impositiva proporcional y objetiva que promueva el consumo de alimentos saludables, como lo son el yogur y las leches fermentadas.
*** Antoni Bandrés, presidente de AEFY (Asociación Española de Fabricantes de Yogur y Postres Lácteos Frescos).