Situación económica actual. La recesión que nunca llega

Situación económica actual. La recesión que nunca llega Ricardo Rubio Europa Press

La tribuna

Situación económica actual. La recesión que nunca llega

29 agosto, 2023 02:38

Desde hace más de un año, existe una sensación en ciertos sectores de la comunidad de economistas y en la población en general de que se avecina una crisis a corto plazo. Las razones son varias, y podemos citar desde la Guerra de Ucrania hasta el alza de los tipos de interés, pasando por las tensiones inflacionistas.

La realidad es que el crecimiento se ha moderado, pero tanto en Europa como en Estados Unidos estamos lejos de la recesión. La tasa de desempleo es baja y las familias y empresas no presentan datos sobre su solvencia financiera que preocupen. Los que quieren ver la botella medio vacía nos advierten de que las políticas monetarias llevan retraso, y que los efectos de las mismas los veremos en los próximos meses. También nos avisan de que los ahorros generados durante la pandemia (donde el consumo se desplomó) están llegando a su fin.

La tasa de desempleo es baja y las familias y empresas no presentan datos sobre su solvencia financiera que preocupen

A pesar de las citadas advertencias, la economía crece de forma compatible con un aterrizaje suave (o soft landing en inglés) y los principales organismos internacionales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI), han mejorado las previsiones de crecimiento. Por ejemplo, el FMI estima que Estados Unidos crecerá un 1,8% en 2023 y un 1% en 2024. En la Eurozona, las previsiones son de 0,9% para 2023 y 1,5% para 2024, mientras que en España son de un 2,5% en el presente año y 2% en 2024.

Adicionalmente a estos datos de crecimiento, que hoy por hoy no son negativos, tenemos una inflación que comienza a controlarse. El alza de los precios había sido un problema básico de la economía. La elevada inflación hizo actuar a los Bancos Centrales subiendo tasas de interés, y precisamente las políticas monetarias restrictivas son lo que, en gran medida, han provocado una ralentización económica.

Como se ha comentado, la inflación general comienza a reducirse. En Estados Unidos, la inflación en julio fue del 3,2% frente al 9,1% de hace un año. En Europa, la inflación es más elevada, situándose en junio en el 5,5%, aunque lejos de las tasas superiores al 10% que alcanzó a finales de 2022. La reducción de la inflación se está produciendo por una moderación de los precios energéticos, los menores cuellos de botella y, también, por una economía que crece menos y, por tanto, la demanda no es tan elevada como en el pasado.

Las políticas monetarias restrictivas son lo que, en gran medida, han provocado una ralentización económica

Los beneficios empresariales en 2023 de las empresas cotizadas, tanto en Estados Unidos como Europa están siendo inferiores a los de 2022, pero mejores de lo esperado. Hace meses, algunos analistas e inversores vaticinaban una importante caída de los resultados empresariales que finalmente no se ha producido. Hay que tener en cuenta que, en el fondo, la inflación ayuda a las empresas, no en términos reales, pero sí nominales. Un aumento de precios supone a que mismo nivel de ventas en unidades físicas, el volumen de ventas en unidades monetarias será mayor.

En este contexto, donde la economía está en un aterrizaje suave, los resultados empresariales aguantan razonablemente bien y, además, la inflación empieza estar bajo control. Los mercados de renta variable también se han comportado durante 2023 de una forma muy positiva, con revalorizaciones cercanas a los dos dígitos en muchos de los principales índices.

Adicionalmente a los factores económicos ya comentados, durante el presente año todo lo relacionado con inteligencia artificial ha tomado un gran protagonismo, lo que ha impulsado en bolsa a ciertos valores relacionados con la tecnología a mostrar fantásticos retornos.

Hay que advertir que existen escenarios alternativos, con probabilidades bajas de ocurrencia, pero no insignificantes

Las bolsas, por tanto, podemos concluir que descuentan un escenario benigno, donde se logra el control de la inflación sin generar demasiado daño en la economía. Personalmente, creo que posiblemente este sea el escenario central, marcado por un aterrizaje suave, una inflación que deja de ser un problema durante 2024 o 2025, y unos tipos de interés que paran de subir en un breve periodo de tiempo.

No obstante, hay que advertir que existen escenarios alternativos, con probabilidades bajas de ocurrencia, pero no insignificantes. La posibilidad de que finalmente tengamos una recesión no ha desaparecido. Tampoco debemos olvidar los riesgos geopolíticos ni tampoco la situación económica en China, un gigante económico que ya no tiene el impulso del pasado y que, tras décadas de alto crecimiento, puede acumular ciertos desequilibrios en sectores como el inmobiliario.

***Rafael Hurtado Coll es profesor de Afi Escuela.

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