Además, las entidades financieras de todos los sectores -banca, seguros y gestión de activos- operan en un entorno en el que la regulación es cada vez más exigente y las instituciones se enfrentan a competidores nativos digitales y recién llegados, que habitualmente demuestran actuar con más agilidad.

En este entorno, para competir, las entidades financieras necesitan innovar y optimizar continuamente, tanto su modelo operativo en toda la organización, como en los productos que ofrecen a sus clientes. Así se ponen de manifiesto informes, como la Encuesta de Operaciones Fiscales y Financieras (TFO) de EY 2023 donde los directivos del sector responden a cómo deberían ser sus modelos operativos futuros.

Gran parte de las entidades financieras se han visto afectadas en el pasado por transformaciones que no han dado los resultados prometidos. De hecho, según el informe de EY, del pasado noviembre, los bancos están luchando por transformarse, y el 38% de los líderes señalan que las transformaciones tienen un resultado inferior al de los indicadores clave de rendimiento. Paralelamente, dos tercios (un 67%) experimentaron al menos una transformación de bajo rendimiento en los últimos cinco años.

Parte del desafío en el sector nace del hecho de que las diferentes funciones dentro de las entidades se están transformando a diferentes ritmos. Esto incluye las funciones fiscales y financieras, que han experimentado un verdadero viaje de transformación continua en los últimos años, como se pone de manifiesto en la encuesta de EY.

Gran parte de las entidades financieras se han visto afectadas en el pasado por transformaciones que no han dado los resultados prometidos

Según la misma, el 97% de las organizaciones de servicios financieros señalan estar transformando sus modelos operativos fiscales y financieros, frente al 82% en 2018, cuando se realizó por primera vez el sondeo. Y los factores clave para el cambio que fueron identificados por los participantes fueron el talento, la tecnología, el ritmo de cambios regulatorios y los costes.

De este informe también se desprende que estas organizaciones se encuentran en diferentes etapas de transformación. Por un lado, están aquéllas que han tomado la delantera en sus procesos de transformación y están empezando a ver los beneficios de la misma, entre otros, la capacidad de ser más ágiles y transformar sus datos para convertirlos en un activo estratégico. Pero existe otro grupo más grande que se encuentra en una etapa mucho más temprana en su viaje de transformación, que soportará la peor parte del cambio implacable al que estarán sometidas a menos que aceleren el ritmo.

Un factor a tener en cuenta es lo referido al panorama regulatorio. Así, un área clave en la industria de servicios financieros es el llamado “Pilar 2 del programa de Erosión de la Base Imponible y el Traslado de Beneficios” (BEPS, por sus siglas en inglés) de la OCDE, que actualmente se está implantando en un número creciente de jurisdicciones. En general, el 82% de los encuestados por el sondeo de EY espera un cambio moderado o significativo en su operativa como resultado de la implantación del impuesto mínimo global en virtud de BEPS 2.0.

Sin embargo, a pesar de esto, solo el 32% ha completado una evaluación de impacto. Eso sí, es importante tener en cuenta que los servicios financieros son una industria excepcionalmente amplia, y los factores destacados anteriormente afectan a los tres sectores mencionados -banca, seguros y gestión de activos- de diferente manera y en diferente grado.

Por concluir, las entidades financieras están lidiando con la revisión de sus operaciones fiscales y financieras. Factores como el estrés económico posterior a la pandemia, el aumento de la competencia proveniente de los nativos digitales y las regulaciones desafiantes han puesto al sector en vilo. Muchas instituciones financieras se han enfrentado a resultados decepcionantes de sus esfuerzos de transformación.

Las entidades financieras están lidiando con la revisión de sus operaciones fiscales y financieras

La encuesta de EY subraya la urgencia de acometerlos: el 97% ya está transformando sus modelos fiscales y financieros, impulsados por el talento, la tecnología, los cambios legislativos y los costes. Sin embargo, persisten los desafíos, especialmente en torno a la implantación de BEPS 2.0, la presentación de informes fiscales en tiempo real y la necesidad cada vez mayor de contar con conocimientos técnicos y de analítica de datos. A

demás, a medida que se avecinan cambios ESG -Medioambientales, Sociales y de Gobierno Corporativo por sus siglas en inglés-, y otras transformaciones significativas, se vuelve imperativo un enfoque holístico que rompa los silos departamentales y ponga en valor una transformación eficiente. No hay tiempo que perder.

*** Pedro Pérez Iruela, socio responsable de Servicios Financieros de EY España.