Chat GPT-4o, el “amigo” que hará cosas alucinantes solo si se lo pedimos
En la era de la inteligencia artificial, las innovaciones se suceden a tal velocidad que apenas da tiempo a conocer una cuando ya te estás adentrando en la siguiente. No hemos aprendido a usar ChatGPT – o al menos a sacarle todo su rendimiento- cuando llega una nueva versión más rápida, más económica y más fácil de usar.
No se trata solo de un producto más evolucionado. Con GPT-4o podemos olvidarnos del teclado. Va a ser como tener un amigo que lo sabe todo, y al que, además, podemos interrumpir si no nos gusta su respuesta. Todo en tiempo real porque tiene el mismo tiempo de reacción que el humano más avispado que hayamos conocido.
Aunque, por supuesto, se podrá seguir utilizando el teclado y las fotografías, en esta nueva versión cobra especial importancia la voz, que es la forma más natural de interactuar entre los humanos. Este modelo puede responder a entradas de audio en tan solo 232 milisegundos. Más o menos lo que dura un pestañeo.
Y está claro que a los humanos nos gusta el audio. Prueba de ello es el éxito de los mensajes de voz en WhatsApp, la resiliencia de la radio (que con más de 100 años sigue resistiendo el envite), el auge de los podcasts y el éxito de las plataformas de música por streaming.
Cada vez tecleamos menos en Google y preguntamos más a nuestro teléfono móvil o a Alexa. Es más rápido, sencillo y los resultados son satisfactorios. Aunque con la nueva versión de ChatGPT parece que alcanzaremos otra dimensión. Algo más parecido a hablar con una persona.
Con la nueva versión de ChatGPT parece que alcanzaremos otra dimensión. Algo más parecido a hablar con una persona
El modelo no solo responde al instante, sino que también brinda respuestas en diferentes tonos de voz e incluso puede reír, cantar, tener diferentes estados de ánimo y resolver problemas matemáticos.
Nos gusta hablar con humanos, pero no con robots monocordes. Parece que está más cerca el día en el que, cuando insultes a tu GPS en el coche por llevarte por un camino más largo (o que tú piensas que es más largo), te responda con otro vacile o con una broma para rebajar tu estado de tensión.
Capítulo aparte es el tema de la traducción. Bastará con decirle que estamos con alguien que habla otro idioma y pedirle que traduzca la conversación en tiempo real al español. Lo único que tendremos que hacer a continuación es comenzar a conversar para que la IA haga la traducción en tiempo real.
Tampoco pensemos que lo va a hacer todo. Lo hará si se lo pedimos, pero ése no tiene por qué ser el enfoque. Durante la presentación de esta nueva versión, la compañía de Sam Altman mostró un ejemplo en el que ChatGPT ofrecía pistas para poder solucionar una ecuación matemática. Pistas, pero no la respuesta, ya que la idea era que ChatGPT pudiera ayudar al usuario a solucionarla por sí mismo. Una auténtica revolución para la enseñanza.
Y otra gran ventaja respecto a algunos amigos. GPT 4o (la “o” significa omnimodal) se acordará de todo. O al menos de todo lo que queramos que se acuerde. Contará con una función llamada Memory que le permitirá recordar todo lo que le hemos preguntado, dándole así más continuidad a nuestras conversaciones.
La compañía de Sam Altman mostró un ejemplo en el que ChatGPT ofrecía pistas para poder solucionar una ecuación matemática
Aunque lo mejor, y lo más importante de toda esta actualización, es que será gratuita. Accesible para los más de 180 millones de usuarios que utilizan hoy el chatbot a lo largo del planeta, lo que democratiza una herramienta que no nace con vocación elitista.
Los usuarios de pago, tendrán, eso sí, hasta cinco veces más límite de capacidad, y serán los primeros en probarla, pero el objetivo de Sam Altman es que todo el mundo acabe utilizando una herramienta que va a revolucionar –lo está haciendo ya- nuestra forma de interactuar con el conocimiento.
Los trabajos del futuro
Tanta disrupción, como es lógico, trae algunos interrogantes. ¿Qué pasará con los trabajos del futuro? ¿Puede un traductor seguir ofreciendo sus servicios cuando un chatbot es capaz de hacerlo en directo de forma totalmente gratuita?
Más allá de la respuesta estándar - se crearán nuevos empleos y se destruirán otros- la solución reside quizás en hacerse nuevas preguntas. ¿Serán precisos tantos puestos de trabajo en un futuro a medio plazo?
No hablo de España ni de Europa, sino de la humanidad entera. La fecundidad se ha desplomado. Lo que antes era un problema del mundo occidental ahora se ha extendido a países como China, India o Rusia, a pesar de los sucesivos intentos de gobiernos de todo el mundo por fomentar la natalidad.
El descenso de la fecundidad también es producto de un gran aumento de las opciones y oportunidades personales, especialmente para las mujeres. Hemos relajado la expectativa cultural de que todo el mundo debe casarse y tener hijos. Gracias a los avances en el control de la natalidad, la gente tiene más poder de decisión sobre su destino reproductivo.
El resultado lo estamos viviendo ya en algunos países europeos, entre ellos España. Muchas empresas, en especial del sector tecnológico, tienen serios problemas para encontrar trabajadores. Lo que en nuestra generación era una lucha encarnizada por conseguir un puesto de trabajo puede tornarse en una lucha encarnizada de las empresas por lograr trabajadores.
Algunos optan ya por adelantarse al problema. En Corea del Sur, único país en el mundo con una tasa de fertilidad menor a uno, el gobierno combate la falta de nacimientos impulsando la tecnología. Allí está floreciendo un mercado de robots sumilleres y camareros para paliar su escasez de mano de obra, que se traduce en la existencia de 1.012 robots por cada 10.000 trabajadores. Una política seguida también por Singapur, segundo país del mundo con mayor densidad de robots.
No se trata -en Corea tampoco lo hacen- de frenar la natalidad, sino de asumir que el mercado de trabajo va a cambiar y no va a ser solo cosa de la inteligencia artificial. La tecnología puede hacer cosas fascinantes y ser un aliado excelente para resolver los problemas más complejos, como el del trabajo, pero solo si se lo pedimos bien.
Es como Chat GPT4o. Nos puede dar la solución de un problema matemático o, mejor que eso, darnos las pistas para solucionarlo por nosotros mismos. De nosotros depende usar la tecnología con cabeza.
*** Alicia Richart es directora general de Afiniti para España y Portugal.