El interés compuesto y la educación financiera, claves para una jubilación segura
La sostenibilidad del sistema de pensiones en España es una preocupación creciente entre jóvenes y adultos. Es un hecho que la población activa en nuestro país afrontará un reto de calado en el futuro inmediato, con un relevo generacional insuficiente para mantener la viabilidad del sistema de pensiones tal y como lo concebimos en la actualidad. Sin embargo, el 51% de los españoles afirma no estar ahorrando para la jubilación, frente al 39% de los europeos, según recoge la III Encuesta Paneuropea de Pensiones 2023 de Insurance Europe.
Ahorrar para cuando llegue el momento de dejar de trabajar es crucial para garantizar una seguridad financiera y mantener un buen nivel de vida en la tercera edad. Aunque el sistema público de pensiones pueda proporcionarnos una base, confiar únicamente en él puede ser arriesgado. Planificar y ahorrar de manera privada ofrece una mayor estabilidad y tranquilidad para afrontar el futuro y cualquier imprevisto.
Cuanto antes empecemos a ahorrar de jóvenes, más tiempo tendremos para beneficiarnos del crecimiento exponencial que ofrece el interés compuesto. Es aquí donde juega un papel fundamental el interés compuesto, un concepto que ya utilizaba incluso la Compañía Británica de las Indias Orientales y que le permitió financiar sus operaciones comerciales en India y el Lejano Oriente.
El interés compuesto es un concepto financiero fundamental que consiste en reinvertir los intereses generados por una inversión para que estos, a su vez, generen más intereses. Destaca por su capacidad para incrementar de manera significativa las ganancias de las inversiones.
En contraste con el interés simple, que solo calcula los intereses sobre el capital inicial, el interés compuesto considera tanto el capital inicial como los intereses acumulados en períodos anteriores. Esta modalidad de inversión permite que tu dinero crezca exponencialmente a lo largo del tiempo.
Planificar y ahorrar de manera privada ofrece una mayor estabilidad y tranquilidad para afrontar el futuro y cualquier imprevisto
Imaginemos que invertimos 10.000 euros en un proyecto con un tipo de interés anual del 12%, donde los pagos se realizan trimestralmente. Cada vez que recibimos un pago trimestral, reinvertimos ese dinero en nuevos proyectos. ¿Qué sucede con la inversión a lo largo del tiempo? En un plazo de 10 años, los 10.000 euros iniciales se habrían convertido en aproximadamente 32.432 euros. Si ampliamos el horizonte a 30 años, la cifra ascendería a unos impresionantes 869.797 euros.
Una fórmula simple para estimar el tiempo necesario para duplicar una inversión con interés compuesto es la regla del 72. Solo tenemos que dividir 72 entre la tasa de interés anual para obtener aproximadamente el número de años necesarios para que la inversión se duplique. Por ejemplo, con una tasa de interés del 10%, se necesitarían aproximadamente 7,2 años (72/10) para duplicar la inversión.
El interés compuesto ofrece un camino viable y atractivo para multiplicar la rentabilidad de las inversiones más conservadoras. Históricamente, el riesgo siempre ha estado intrínsicamente unido a la rentabilidad en todas las opciones de inversión. La Bolsa de valores, por ejemplo, ha sido una opción popular, donde un euro podría convertirse en diez. En el ámbito de las criptomonedas, la volatilidad y el riesgo son altos, pero también las ganancias potenciales, pudiendo convertir un euro en cien. Sin embargo, estas opciones conllevan un riesgo considerable, y no siempre son adecuadas para todos los perfiles de inversores.
En cambio, hay opciones de inversión que te ofrecen una rentabilidad más modesta, pero con garantías. Este es el caso de crowdlending inmobiliario, que te puede ofrecer rentabilidades entre 10% y el 13% anuales, respaldadas con garantías reales. Por ello, la combinación con el interés compuesto puede presentar una ventaja significativa. A través de reinversiones periódicas, el capital puede crecer sustancialmente con el tiempo, ofreciendo una rentabilidad atractiva con un perfil de riesgo más moderado.
En algunos proyectos ya se está introduciendo incluso el pago de intereses trimestrales, lo que permite aprovechar aún más este potencial. Al entender y aplicar este concepto, los inversores pueden aprovechar esta opción de inversión para contribuir a asegurar un futuro financiero más estable y próspero.
El interés compuesto ofrece un camino viable y atractivo para multiplicar la rentabilidad de las inversiones más conservadoras
En este contexto juega un papel muy relevante la educación financiera desde una edad temprana. Comenzar a ahorrar cuanto antes permite maximizar la rentabilidad y aumentar significativamente los ahorros con el tiempo. Sin embargo, según datos de Civislend, plataforma de crowdlending inmobiliario, los jóvenes de entre 18 y 30 años representan un 18% de la inversión en crowdlending inmobiliario, en comparación con el 36% que representa el grupo de edad comprendido entre los 46 y los 60 años.
En definitiva, el interés compuesto y una sólida educación financiera desde una edad temprana son pilares fundamentales para asegurar una jubilación tranquila y económicamente estable. La comprensión y aplicación de estos conceptos pueden marcar la diferencia entre una jubilación con restricciones económicas y una que permita mantener un buen nivel de vida. Contribuir regularmente a planes de inversión privados, diversificar inversiones y mantenerse informado sobre las mejores prácticas financieras son estrategias clave para maximizar nuestros ahorros y construir un futuro más seguro.
*** Iñigo Torroba Albiol, CEO en Civislend.