
Vista de los huevos "nevaos"
El postre típico de las abuelas malagueñas: un dulce con mucho sabor y fácil de hacer
Los ingredientes que se necesitan para elaborar esta receta son muy sencillos y baratos.
Más información: El postre malagueño perfecto para terminar la comida con buen sabor de boca: una receta fácil, sencilla y con historia
La gastronomía de Málaga es famosa, a la par que única, en todo el mundo. Aunque lo que más resalte sean los platos salados, no se puede hablar de ella sin mencionar los dulces, lo mejor para acabar una buena comida. Esto hace que la repostería de la ciudad también tenga una gran importancia.
La extensa tradición azucarera de la ciudad ha convertido ciertos lugares en auténticos referentes. Es el caso de la pastelería Dazza, una de las mejor valoradas según Marbesol. En este caso también quedan exentas Casa Kiki o La Canasta, ambas consideradas una de las mejores pastelerías de la ciudad. Sin embargo, a pesar de esta fama, hay algunos dulces que se escapan de sus vitrinas.
Estas recetas viven en Málaga desde antes de la llegada del propio Pablo Picasso. El paso de generación en generación juega un papel fundamental en la transmisión y preservación de estos dulces. Es el caso de los huevos “nevaos”, un postre que es parte de la tradición, ya no solo de Málaga, sino de toda Andalucía, pero en la capital de la Costa del Sol, se elabora de una manera muy especial.
Los ingredientes que se necesitan para elaborar este postre son muy pocos, lo que lo convierte en una receta muy sencilla. Además, la versatilidad de estos ingredientes hace que se pueda preparar en cualquier época del año.
En cuanto a su preparación, a diferencia de otras recetas que requieren más tiempo y trabajo en la cocina, se hace en muy poco tiempo y sin complicaciones. Por lo que, a pesar de ser un postre que se puede degustar durante todo el año, esta elaboración se suele comer en Semana Santa o en las tardes frías de invierno con un vaso de chocolate caliente.
Ingredientes
- 1 litro de leche
- 100 gr de azúcar glas
- 6 huevos
- 15 gr de maicena
- 100 gr de azúcar
- 1 rama de canela
- Piel de medio limón
- Galletas de canela
Paso 1
Reserva una taza de leche y pon el resto a hervir a fuego suave con la canela y la cáscara de limón.
Paso 2
Separa las claras de las yemas. Bate bien las yemas con la leche reservada y la maicena. Monta las claras a punto de nieve muy firme. Sin parar de batir, añade el azúcar poco a poco para que no baje. Sigue hasta que queden brillantes.
Paso 3
Posteriormente, se cogen cucharadas soperas de merengue, depositándolas sobre la leche que hierve suavemente. Ve dándoles la vuelta para que se hagan por las dos caras y retira con cuidado en una fuente sobre una base de galletas, valiéndote de una espumadera.
Paso 4
Cuando se termine con todo el merengue, se añade a la leche el azúcar y, poco a poco y sin parar de remover con unas varillas, la traza con la leche, las yemas y la maicena. Después, remueve con las varillas hasta que se espese y aparta del fuego.
Paso 5
Se vierten por un lateral sobre la fuente donde están las galletas y el merengue, de forma que éste “salga a flote”. Se dejan enfriar y se espolvorean con canela en polvo. Una vez enfriados, quedarían listos para degustar.
A pesar de su larga tradición, los huevos “nevaos” están cada vez más olvidados. De igual modo, siguen siendo uno de los mejores dulces para preparar en Málaga durante los días fríos. Aunque, si tienes suerte, puedes encontrarlo en alguna de las pastelerías más emblemáticas de la provincia.