
Doctora Dolores de la Puerta.
Dolores de la Puerta, experta en salud intestinal, alerta: "El estrés crónico destroza la microbiota"
La relación existente entre la salud intestinal y la mental, a menudo, se pasa por alto sin saber las consecuencias que ello supone.
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La consciencia que la sociedad está tomando sobre la importancia de la salud en general, y la nutrición en particular, hace que prestemos cada vez más atención a las voces de los expertos que, a través de diferentes medios, avisan de la conexión existente entre el cuerpo y la mente.
La doctora María Dolores de la Puerta, cirujana plástica de formación y experta en microbiota, ha dedicado más de dos décadas a investigar el campo de los microorganismos que habitan en nuestro cuerpo. Su trabajo y su más reciente publicación, La microbiota estresada, revelan una realidad cada vez más clara: la salud intestinal no solo influye en nuestro bienestar físico, sino también en nuestra salud mental.
En una reciente entrevista de la especialista en un periódico nacional, de la Puerta subraya cómo la salud de nuestro intestino no es solo una cuestión digestiva, sino que influye profundamente en nuestra salud mental y en nuestro bienestar general.
La microbiota, el órgano olvidado que lo conecta todo
La microbiota, a menudo ignorada, juega un papel esencial en nuestro equilibrio emocional y físico. Siguiendo sus consejos sobre dieta, actividad física y manejo del estrés, podemos mejorar significativamente nuestra salud intestinal y, con ello, nuestra calidad de vida.
La doctora de la Puerta explica que, aunque históricamente el concepto de microbiota no era ampliamente conocido, este "nuevo órgano" es fundamental para el funcionamiento óptimo de nuestro cuerpo.
La microbiota, que es el conjunto de microorganismos (bacterias, virus, hongos y otros) que habitan en nuestro intestino, tiene una enorme responsabilidad en procesos vitales como la digestión, la producción de vitaminas, el mantenimiento del sistema inmunológico e incluso el metabolismo hormonal.
Sin embargo, uno de los descubrimientos más sorprendentes y reveladores de la doctora es la íntima relación que existe entre la salud intestinal y la salud mental. Según sus investigaciones, nuestro intestino y cerebro están conectados a través del nervio vago y de sustancias químicas que afectan tanto nuestra mente como nuestras emociones. De hecho, es en el intestino donde se producen el 90% de la serotonina, la llamada "hormona de la felicidad", y una parte significativa de la melatonina, responsable de regular nuestro ciclo del sueño.
Estrés y ansiedad: enemigos de la microbiota
Uno de los aspectos más reveladores de su trabajo es la relación directa entre el estrés crónico y el daño que este causa a nuestra microbiota. La doctora de la Puerta subraya que, aunque el estrés ocasional no tiene efectos graves sobre nuestra salud intestinal, el estrés prolongado es un verdadero enemigo.
El cortisol, hormona asociada al estrés, es altamente inflamatorio y puede desordenar nuestra microbiota, afectando incluso la pared intestinal. Esto no solo provoca problemas digestivos, sino que también está estrechamente vinculado a trastornos emocionales y psicológicos, como la ansiedad y la depresión.
El impacto del estrés crónico no solo daña nuestra microbiota, sino que también influye en nuestra capacidad para manejar el estrés. Como explica la experta, el daño a la microbiota genera un círculo vicioso en el que los desequilibrios intestinales dificultan el manejo adecuado del estrés, creando un ciclo que puede ser muy difícil de romper.
Así mismo lo expresaba la médico durante su entrevista: "El estrés crónico es un gatillo proinflamatorio que destroza la microbiota, la desordena muchísimo y también afecta a la pared del intestino. Y lo mismo sucede con la ansiedad, el origen es diferente pero el final de la historia es el mismo."
La conexión entre la microbiota y el sueño
Otro hallazgo importante de la doctora de la Puerta está relacionado con el impacto de la microbiota sobre la calidad del sueño. La melatonina, clave en la regulación del sueño, se produce no solo en el cerebro, sino también en el intestino.
Por lo tanto, si nuestra microbiota está en equilibrio, tenemos un mayor potencial de producción de melatonina, lo que favorece un sueño reparador. Esta es otra prueba de cómo el bienestar intestinal repercute directamente en otros aspectos de nuestra salud, como la calidad del descanso.
Microbiota y enfermedades crónicas
La influencia de la microbiota en nuestra salud mental no se limita solo a los trastornos emocionales. La doctora de la Puerta advierte que el desequilibrio de la microbiota está relacionado con una amplia variedad de patologías, desde enfermedades digestivas como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, hasta trastornos neurológicos graves como el Alzheimer y el Parkinson.
Su investigación indica que la microbiota también tiene impacto en enfermedades de la piel, migrañas, trastornos del neurodesarrollo como el TDAH, y trastornos metabólicos y endocrinos.
A pesar de que, en muchos casos, las patologías graves no pueden resolverse simplemente mejorando la microbiota, la doctora defiende que, al controlar la inflamación asociada a la microbiota, es posible mejorar la evolución de estas enfermedades y, lo más importante, la calidad de vida de los pacientes.
Cómo cuidar la microbiota
La pregunta que muchos se hacen es cómo podemos mejorar nuestra microbiota, tanto si padecemos alguna enfermedad como si no. Dolores de la Puerta ofrece cuatro recomendaciones clave para mantener un equilibrio óptimo en nuestro intestino:
- Alimentación saludable. A la microbiota le encanta la fibra de calidad, que se encuentra en alimentos como cereales integrales, tubérculos y frutas y verduras. También disfruta de los polifenoles, presentes en alimentos como los frutos rojos, el aceite de oliva, el cacao y el café, así como de los alimentos fermentados como el yogur y el kéfir. En cambio, no le gustan los alimentos ultraprocesados, refinados, ni las grasas saturadas, conservantes y colorantes.
- Actividad física. El sedentarismo es uno de los peores enemigos de la microbiota. Mantenerse activo es fundamental para su bienestar.
- Sueño adecuado. Dormir bien, tanto en cantidad como en calidad, es crucial para el equilibrio intestinal.
- Controlar el estrés. La doctora sugiere estrategias sencillas como la respiración consciente o paseos contemplativos para reducir los niveles de estrés. La meditación también puede ser útil, aunque no es esencial.
Finalmente, la doctora de la Puerta aborda el tema de los probióticos, que se han puesto de moda en los últimos años. Aunque estos suplementos pueden ser útiles en ciertas circunstancias, la experta advierte que no todos los probióticos son iguales, y su uso debe ser supervisado por un profesional de la salud, ya que en algunos casos pueden no ser beneficiosos.