
El líder del partido FPO, Herbert Kickl, este lunes tras reunirse con el presidente de Austria. Reuters
Ultraderecha y conservadores fracasan en su intento de formar gobierno en Austria y podría haber nuevas elecciones
El segundo intento de formar gobierno tampoco sale adelante y Kickl cierra la puerta a un tercero con los socialdemócratas como socios.
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Las negociaciones sobre una nueva coalición de Gobierno entre el partido ultraderechista FPÖ y el conservador Partido Popular ÖVP fracasaron este miércoles ante los desacuerdos sobre política europea y el reparto de carteras ministeriales.
Tras una reunión con el presidente federal, Alexander Van der Bellen, el líder del FPÖ, Herbert Kickl, devolvió el encargo para formar Gobierno, informó la prensa austríaca.
El FPÖ, ganador de las elecciones generales de septiembre con casi el 29%, y el ÖVP llevaban negociado desde comienzos de enero, cuando los conservadores fracasaron en su intento de formar un tripartito con el partido socialdemócrata SPÖ y los liberales NEOS.
"Aunque en las conversaciones posteriores hicimos concesiones al ÖVP en muchos puntos, al final las negociaciones no se vieron coronadas por el éxito, muy a nuestro pesar", ha asegurado el líder ultraderechista en la carta al jefe del Estado en la que ha devuelto el encargo de formar Ejecutivo.
En esa nota, Kickl descarta también cualquier posibilidad de negociación con los socialdemócratas, que quedaron terceros en las elecciones tras el FPÖ y el ÖVP, y han descartado gobernar con los ultras.
"Austria no puede perder más tiempo", culminó Kickl su mensaje, en lo que puede entenderse como una invitación a que se convoquen nuevas elecciones.
Desde el Partido Popular austríaco se ha asegurado que la negociación ha fracasado "debido al ansia de poder y la falta de compromiso de Herbert Kickl".
Diferentes analistas y medios de comunicación han señalado que las diferencias en política exterior y el reparto de ministerios clave como Interior y Finanzas son los motivos que han ha acabado dinamitando los contactos entre los dos partidos, que ya han gobernado juntos en tres ocasiones en los últimos 25 años.
"Quien no está dispuesto a llegar a consensos y solo se deja llevar por el deseo del poder posiblemente no esté capacitado para gobernar", dijo recientemente uno de los principales negociadores del ÖVP, Harald Mahrer.
Herbert Kickl, líder del FPÖ, venía insistiendo en que su formación debía asumir la cartera de Interior argumentando que sus promesas sobre la protección de las fronteras y la lucha contra la inmigración ilegal así lo requieren.
El líder ultra fue ministro del Interior entre 2017 y 2019 en una coalición con los conservadores e introdujo cambios en el servicio de inteligencia austríaco que llevaron a agencias extranjeras a dejar de colaborar con Austria debido a la cercanía de Kickl a Rusia.
La adjudicación de Finanzas, que el ÖVP lleva controlando desde 2004, ha sido otro motivo de disputa ante la insistencia de los ultras en asumir esa cartera para impulsar políticas fiscales más proteccionistas.
Muy diferentes eran también las posturas en relación hacia la Unión Europea, ante las posiciones eurocríticas de Kickl y su negativa a condenar de forma clara la invasión rusa de Ucrania.
El FPÖ rechaza abiertamente la primacía del derecho europeo sobre el nacional y propone eliminar el derecho de asilo.
Además, el ÖVP insiste en adoptar medidas contra la desinformación y las noticias falsas, un punto que, según unos documentos de negociación filtrados a la prensa el pasado fin de semana, provocaron grandes diferencias debido a las críticas del FPÖ a los medios tradicionales.