
Ducha. (Pexels/Kaboompics.com)
Los neurólogos avisan a España: este es el nuevo síntoma que predice el alzhéimer temprano y se puede detectar en la ducha
Estudios recientes han descubierto que existe una conexión más estrecha entre el reconocimiento de olores y la memoria de lo que se creía previamente.
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Según la Alzheimer Association, el alzhéimer es un trastorno cerebral degenerativo que deteriora gradualmente la memoria, las habilidades cognitivas, el comportamiento y la personalidad. Es la causa más frecuente de demencia en personas mayores, y sus síntomas suelen aparecer de manera paulatina, empeorando con el tiempo e interfiriendo con las tareas diarias.
Según datos de la Sociedad Española de Neurología, esta enfermedad neurodegenerativa progresiva afecta a 800.000 personas en España, siendo una de las principales problemáticas de salud en el país.
Cada año se diagnostican cerca de 40.000 nuevos casos de alzhéimer. Sin embargo, es importante señalar que solo un pequeño porcentaje de los pacientes diagnosticados (alrededor del 1%) tienen antecedentes genéticos directos que sugieren una predisposición hereditaria a desarrollar la enfermedad.
Por esta razón, es crucial identificar los primeros síntomas y adoptar hábitos saludables en nuestra vida diaria para reducir el riesgo de ser afectados por esta enfermedad en el futuro.
Además de los síntomas comunes de la enfermedad, expertos de la Universidad de Chicago han descubierto una forma de identificar el alzhéimer en un lugar poco esperado: la ducha.
Aunque estos signos tempranos, en principio, no los relacionaríamos de inmediato con la enfermedad, pueden ser muy importantes para detectarla a tiempo, lo que permitiría tomar medidas para mejorar la vida de quienes la padecen.

Imagen de archivo de una persona con Alzheimer.
En su investigación, los científicos identificaron que la pérdida del sentido del olfato es una de las características más relevantes del alzhéimer.
Este deterioro en la capacidad para percibir olores suele ir de la mano con problemas de memoria. Un claro ejemplo de cómo se manifiesta esta conexión podría ser la incapacidad para reconocer el aroma del gel de baño mientras te encuentras en la ducha, lo que refleja un indicio de la pérdida sensorial asociada a la enfermedad.
La conexión entre el olfato y la memoria es fundamental, ya que el bulbo olfatorio está estrechamente vinculado al sistema límbico, responsable de las emociones y la formación de recuerdos.
Identificar a personas de mediana edad con deterioro en la identificación de olores podría facilitar su inclusión en ensayos clínicos, acelerando el desarrollo de tratamientos más efectivos.
"Si pudiéramos identificar a las personas de 40, 50 y 60 años que tienen mayor riesgo desde el principio, podríamos tener suficiente información para inscribirlas en ensayos clínicos y desarrollar mejores medicamentos", aseguró Rachel Pacyna, autora principal del estudio.
Otros estudios lo avalan
Otro estudio publicado en la revista Neurology refuerza esta teoría. El análisis, liderado por Matthew S. GoodSmith, revela que las personas que portan la variante genética APOE e4, asociada con un mayor riesgo de desarrollar alzhéimer, podrían perder su capacidad para detectar olores antes que aquellos que no tienen esta variante genética.
GoodSmith sugiere que evaluar la capacidad olfativa podría ayudar a predecir problemas cognitivos futuros. Aunque se necesita más investigación, los resultados apuntan a que este enfoque podría ser útil para identificar etapas tempranas del alzhéimer.
El estudio incluyó una encuesta en el hogar que probó el sentido del olfato de más de 865 personas, evaluando su capacidad para detectar y reconocer olores. Las pruebas se realizaron a intervalos de cinco años, y también se evaluaron las habilidades de pensamiento y memoria de los participantes.

El número de pacientes con alzhéimer se ha incrementado en los últimos años.
Los resultados mostraron que las personas portadoras de esta variante genética tenían un 37% menos de probabilidades de detectar olores en comparación con aquellos que no la portaban.
La disminución en la capacidad de detectar olores comenzó a manifestarse entre los 65 y los 69 años en los portadores del gen, quienes pudieron identificar un promedio de 3,2 olores, frente a los 3,9 olores que detectaron las personas sin el gen.
En cuanto a la identificación de los olores, no hubo una diferencia significativa entre los grupos hasta que los participantes alcanzaron los 75 o 79 años.
A partir de esa edad, los portadores del gen comenzaron a perder rápidamente la capacidad para identificar olores, y su deterioro fue más acelerado que el de aquellos sin la variante genética.
Otros síntomas relacionados
Los primeros síntomas de la demencia por enfermedad de alzhéimer incluyen dificultades para realizar tareas cotidianas, como planificar, tomar decisiones o mantener la concentración.
Las personas afectadas pueden también tener problemas para concentrarse, planificar o resolver problemas, lo que complica la realización de tareas cotidianas, tanto en el hogar como en el trabajo, como escribir o usar utensilios para comer.
La confusión sobre el paso del tiempo o la ubicación es otro signo común. Las personas pueden perderse en lugares familiares o no recordar qué hora o día es. También experimentan dificultades visuales o espaciales, como no poder juzgar distancias correctamente o no reconocer objetos.
El lenguaje se ve afectado, con problemas para encontrar las palabras correctas o un vocabulario reducido, lo que dificulta la comunicación. Además, el juicio para tomar decisiones se deteriora, lo que puede llevar a cancelar compromisos laborales o sociales sin explicación clara.

El riesgo de deterioro cognitivo aumenta con la edad
Por último, los cambios en el estado de ánimo y la personalidad, como la depresión, irritabilidad o ansiedad, son comunes. Estas alteraciones pueden afectar significativamente el bienestar emocional de la persona.
Estos síntomas tempranos son clave para un diagnóstico temprano, lo que permite acceder a tratamientos y apoyo adecuado, mejorando la calidad de vida del afectado y su entorno.