Bruce Willis en una imagen de archivo de 2008.

Bruce Willis en una imagen de archivo de 2008. Getty Images

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Bruce Willis cumple 70 años: el niño marginado y tartamudo que conquistó Hollywood hasta que una demencia lo retiró

El actor vive retirado de los focos junto a su mujer, Emma Heming, y sus tres hijas fruto de su matrimonio con Demi Moore.

Más información: Los otros dramas de Bruce Willis: tartamudez, la muerte de su hermano y la depresión de su hija Tallulah

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Contra todo pronóstico, Bruce Willis se convirtió en actor. Durante su infancia tuvo serios problemas de comunicación, ya que a los seis años empezó a tartamudear de tal manera que muchos de sus amigos le hicieron sentir como un marginado. Aquella situación hizo que fuera un niño solitario que lo único que buscaba era protección y aceptación. No fue hasta que llegó el instituto cuando dieron con la receta mágica para curar su problemática.

El actor lo explicó de la siguiente manera en una entrevista en 2013 en GQ: "Tartamudeaba muchísimo. Pero luego hice teatro en el instituto y, cuando memorizaba palabras, no tartamudeaba, lo cual fue milagroso. Ese fue el principio de la desaparición gradual de mi tartamudez. Pensaba que era minusválido. No podía hablar. Ahora sigo tartamudeando con algunas personas".

En su familia no había raíces teatrales, no en vano su padre era soldado y, por ello, nació en Alemania -después fue soldador- y su madre, de origen alemán, trabajó en un banco.La llegada a la Universidad de Montclair estuvo marcada por representaciones teatrales de alto perfil como Sueño de una noche de verano y La gata sobre el tejado de zinc caliente, por lo que decidió tentar a la suerte, abandonar sus estudios y establecer en Nueva York en busca del éxito. 

El actor en una imagen de 1986.

El actor en una imagen de 1986. Getty Images

Durante años, Bruce vivió en el peligroso barrio de Hells Kitchen en Manhattan -ahora es una de las zonas más cool- en un quinto piso sin ascensor, lleno de cucarachas, humedades y sin buena orientación solar. No le importó. Sabía que tarde o temprano conseguiría sus propósitos.

Para llegar a final de mes encontró trabajo como camarero en el Cafe Central, Kamikaze y Chelsea Central, donde además alcanzó una gran popularidad en el sector porque sabía cómo entretener a los clientes. Esas dotes innatas de improvisación le serían de gran ayuda en los años venideros. Pero, en aquel momento, tenía que conformarse con actuar en pequeñas obras del Off-Broadway.

El dinero ganado le servía para comer, vestirse y poco más, ya que solía amueblar su diminuto apartamento con muebles encontrados en la acera. Era un manitas capaz de arreglar cualquier pieza por destartalada que estuviera, como cuando recogió un viejo escritorio sin pomos y le puso unos clavos doblados para abrir y cerrar los cajones.

Poca gente sabe que quien le dio a Bruce Willis la primera oportunidad actoral a nivel profesional fue un jovencísimo Don Johnson, que le recomendó para que le contrataran en uno de los capítulos de la exitosa Corrupción en Miami. Aquello fue un oasis a su incesante trabajo como camarero que de tanto en tanto le permitía hacer castings sin que ello entorpeciese su modus vivendi. En uno de sus viajes a Los Ángeles donde hizo una prueba para la película Buscando a Susan desesperadamente (1985), protagonizada por Madonna y Rosanna Arquette, le salió por carambola el casting para la serie Luz de Luna.

Bruce Willis y Demi Moore en 1989.

Bruce Willis y Demi Moore en 1989. Getty Images

Tras audicionar a más de 11.000 personas, los productores nada más ver a Bruce y la personalidad que transmitía sabían que habían encontrado al actor que diera la réplica a Cybill Shepherd (75), a quien aún se recordaba por su rol en La última película (1971). Esta comedia de misterio en la que ambos son detectives privados lanzó al estrellato a Willis, que se convirtió en uno de los actores favoritos del momento. Ese estatus provocó que en Hollywood, siempre ávido por buscar savia nueva que les llene las taquillas, se fijan en la nueva hornada de estrellas televisivas para proyectos de gran calado.

Y llegaron. En 1988, Bruce Willis estrenó la primera parte de la franquicia de La jungla de cristal en la que su personaje John McClane terminó por convertirse en uno de los referentes del cine de acción. Su caché fue de 5 millones de dólares, por La jungla 2: Alerta roja (1990) se llevó 7,5 millones y por La jungla de cristal: La venganza (1990) recibió 15 millones. En poco tiempo se había transformado en una de las estrellas más taquilleras y mejor pagadas de la década.

Su suerte acaba de empezar porque no tardaría en encontrar la felicidad. En el estreno oficial de Procedimiento ilegal (1987), Bruce conoció a Demi Moore (62), que en aquel momento estaba comprometida con Emilio Estévez (62), protagonista del filme e hijo de Martin Sheen (84).

Sin embargo, todo saltó por los aires cuando la actriz descubrió que su novio había tenido un bebé con otra mujer. Algo debió haberse cocido en aquel primer encuentro ya que cuatro meses después Bruce y Demi se casaron en Las Vegas. Hollywood se quedó boquiabierto con la rapidez de aquel noviazgo, se pensó que no iban a durar y, lejos de ellos la pareja tuvo tres hijos, Rumer (37), Scout (34) y Tallulah (31). En 1991 el matrimonio protagonizó su primera película, Pensamientos mortales.

Gracias al elevado caché que cobraran los actores pudieron instalarse en uno de los apartamentos más grandes del emblemático edificio San Remo de Nueva York de 650 metros cuadrados, una terraza de otros 139 metros y que Demi puso a la venta hace unos años por 75 millones de dólares. Los Willis eran la familia perfecta. Cada vez que aparecían con sus tres hijas eran la viva estampa de la felicidad. Pero en 1998 decidieron separarse y dos años después divorciarse.

Contrariamente a lo que se suele vivir en la industria, la separación de Willis y Moore se hizo de una manera tan amistosa que nadie se lo podía creer. Incluso haciendo vidas separadas era muy normal verles juntos en vacaciones, celebraciones especiales o, simplemente, pasando unos días en familia. Ni tan siquiera la llegada a la vida de Demi Moore de Ashton Kutcher (47) -trece años más joven que ella- alteró lo que seguían sintiendo como familia.

El actor junto a la que fuera su mujer y sus tres hijas.

El actor junto a la que fuera su mujer y sus tres hijas. Getty Images

En cierta ocasión, el intérprete de La Jungla de Cristal confesó que fue Will Smith (56) quien le ayudó a superar su divorcio y a aceptar a Ashton Kutcher como el nuevo marido de su ex mujer. Todos flipaban por ese buen ambiente que se había creado entre todos y que culminó con la asistencia de Willis a la boda de Moore y Kutcher en 2005, quienes se divorciarían ocho años más tarde.

A pesar de su estatus de estrella, Willis nunca olvidó sus orígenes. En Hollywood aún se le recuerda como una de las personas que mejores propinas ha dejado en bares y restaurantes ya que rememoraba aquellos tiempos de camarero en Nueva York donde vivía en un apartamento infectado por cucarachas.

Eso da una muestra del tipo de persona que es el actor en la vida real y, por ello, sigue estando considerado como una de las personas más buenas de un negocio que le ha seguido reportando muchos millones hasta que tuvo que retirarse por culpa de la demencia irreversible. Por ejemplo, en El sexto sentido (2000) cobró 20 millones de dólares más el 17% de la taquilla y ventas en vídeo, por la Jungla 4.0 fueron 25 millones y por Cristal (2019), una de sus últimas producciones, le pagaron 20 millones de dólares.

Bruce Willis junto a su esposa, Emma Heming.

Bruce Willis junto a su esposa, Emma Heming. GTRES

En 2007, Bruce Willis conoció a la modelo y actriz Emma Heming (46) porque ambos iban al mismo gimnasio que su entrenador personal. Tras dos años de noviazgo, la pareja se casó en las islas Turcas y Caicos, pero tuvieron que volver a tener una ceremonia civil en Beverly Hills ya que la primera no había sido vinculante. Como era de esperar, Demi y Ashton estuvieron en el selecto grupo de invitados. El matrimonio tiene dos preciosos hijos, Mabel Rey (13) y Evelyn Penn (11), quienes son un soporte de vital importancia en los duros momentos que atraviesa el actor.

En marzo de 2022, Emma Heming fue la encargada de anunciar oficialmente que su esposo dejaba la profesión porque se le había diagnosticado afasia. Las olas de amor y apoyo fueron tan efusivas que la modelo lo agradeció públicamente. Desde ese momento, la mayor parte de la información sobre la evolución de la enfermedad la aporta Emma, que de tanto en tanto se asoma a Instagram para postear algunas imágenes de su esposo ensimismado en sus pensamientos y disfrutando de la visita de sus hijas mayores, así como de su única nieta, Louetta, nacida hace dos años.

Ver a Willis sosteniendo a la pequeña y viéndole sonreír es, sin duda, un bálsamo. Durante este tiempo, Emma ha hablado alto y claro de lo que supone cuidar a alguien con demencia frontotemporal y, por encima de todo, ha puesto de relieve la importancia de la salud de los cuidadores.

Estos son procesos muy largos que requieren atención las veinticuatro horas y, por ello, la esposa del actor ha invitado en más de una ocasión a reflexionar sobre este asunto. Como era de esperar, Demi Moore ha estado ahí desde el primer momento. Este 19 de marzo la estrella cumple 70 años.