La talasofobia, la "pesadilla" que confiesa tener David Bustamante y proviene de la película 'Tiburón'
El cantante admitió anoche en El Hormiguero que el largometraje de Steven Spielberg, como a muchas personas, le hizo mucho daño.
12 abril, 2023 11:15"La oscuridad me provoca terror: el mar cuando está oscuro y no veo el fondo", confesó anoche David Bustamante en El Hormiguero. Y es que el cantante explicó que la película Tiburón, como a muchas personas, le "hizo muchísimo daño".
La inesperada confesión de @David_Busta en @El_Hormiguero:
— antena 3 (@antena3com) April 11, 2023
🗣️ "Tengo talasofobia: tengo miedo al mar y a su oscuridad". #BustamanteEH https://t.co/3gIj7QkFgp
Ese miedo, admitió, le quita hasta el sueño. "Muchas veces cuando me he caído o se me ha escapado la tabla cogiendo olas, luego tengo pesadillas", le dijo Bustamante a Pablo Motos. "De verdad, soy como un niño. Un día estaba con mi niña, se cayó un par de veces y le dijo: 'Daniela, o aprender a ir arriba o nos vamos a tierra firme'. No me hagas salvarte más veces".
Quizás hoy en día los efectos especiales del largometraje de Steven Spielberg ya no resulten tan efectivos, pero en el momento en que se estrenó, en 1975, sembró un absoluto caos mental entre los espectadores. Había creado un auténtico pánico a lo que pudiera contener los océanos. Es lo que se conoce como la talasofobia.
Para la mayoría de las personas, ir a la costa en verano es una auténtica gozada. Bañarse en las mejores calas y hacer esnórquel para ver las maravillas que contiene el mar. Sin embargo, para una parte de la población, el mar abierto puede convertirse en un infierno azul.
Según la revista médica estadounidense Healthline, la talasofobia es una “fobia intensa o miedo a las grandes masas de agua”, como el océano, el mar y los grandes lagos. La palabra proviene del griego thálassa (mar) y phobos (miedo).
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Qué puede desencadenarla
Por lo general, las fobias, según la doctora Vanesa Fernández, psicóloga y profesora de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), “pueden aparecer por lo que se llama condicionamiento clásico. Es decir, que la persona haya tenido una experiencia en la que lo ha pasado mal”.
Otro de los principales motivos es por aprendizajes observacionales o por transmisión de información. Esto es, eventos que “no te han pasado personalmente, pero sabes que ha habido gente que los ha sufrido”. El ejemplo que pone Fernández es el de las personas que tienen miedo a volar: “La mayoría no ha tenido un accidente de avión, pero sabe sus consecuencias”.
Entonces, “las aguas profundas o las alturas son situaciones donde es muy probable que el ser humano tenga problemas”, indica Fernández. Y explica: “Tenemos guardado un instinto de supervivencia en los genes que nos dice: ¡oye!, a ser posible intenta evitar estas circunstancias”. Eso hace que algunos tipos de fobias sean mucho más fáciles de desarrollarse.
Cuáles son sus síntomas
La talasofobia comparte determinados síntomas con otras fobias específicas, como la claustrofobia —miedo a los espacios pequeños—. Su característica definitoria es que se desencadena por la exposición o pensamientos sobre las aguas profundas.
Por tanto, las personas pueden experimentar la talasofobia de una forma diferente. Algunas pueden entrar en pánico cuando nadan en aguas profundas, están en una embarcación o cuando no pueden tocar con los pies el fondo de la piscina. Otras incluso experimentan un miedo irracional sólo con pensar en el océano o mirar imágenes de aguas profundas.
María Hergueras es uno de los muchos casos de talasofobia, y cuenta que la desarrolló paulatinamente. “Este problema no ha sido de siempre, sino que surgió a raíz de tener que hacer competiciones en el mar por un triatlón. El primer año no tuve problemas, pero poco a poco empecé a desarrollar miedo y cada vez que entraba en el mar me entraba ansiedad”, explica.
Su miedo se desarrolla principalmente por lo que pueda haber debajo de las aguas. "Me da pánico lo que pueda haber debajo del agua. Lo que pasa en mi mente es que siento que hay algo dentro del mar, que los bichos van a venir a por mí".
Pero no sólo eso, sino que tampoco puede ver fotos ni vídeos del fondo del mar. "Me da mucha ansiedad", reconoce. Para Hergueras, es algo frustrante porque le encanta nadar, pero no es capaz de estar en ningún sitio donde no se pueda ver el fondo.
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Qué soluciones hay
Para la doctora Fernández, el tratamiento más eficaz para una fobia así es la terapia cognitiva-conductual, que consiste en una combinación de técnicas de relajación, de control cognitivo y de exposición.
Se trata de “enseñar herramientas al paciente para gestionar su miedo a través de técnicas de relajación, el control de sus pensamientos y de las autoinstrucciones que se da en la situación". También a través de una "exposición programada y jerarquizada (de menos a más) a las situaciones que les da miedo”.
Esta última, para Fernández, es quizás la más importante para resolver este tipo de fobia. En todo caso, siempre es recomendable acudir a un profesional para que diagnostique el problema e indique las pautas para resolver la aparición de un problema como la talasofobia.