Un hombre camina por delante de la sede del Nasdaq en Nueva York.

Un hombre camina por delante de la sede del Nasdaq en Nueva York. Reuters

BLUE MONDAYS

Ganadores y perdedores de 2022 (y III)

26 diciembre, 2022 02:58

En esta última pieza de 2022 me gustaría destacar algunos de los nombres propios que en el plano económico y de mercados han tenido un impacto destacado durante el año.

Definitivamente, 2022 no ha sido el año de la tecnología. Algunas de las referencias más icónicas que han protagonizado la segunda parte de este tremendo mercado alcista iniciado en marzo de 2009, han vivido un ejercicio bajista sin precedentes que ha cogido a medio mundo con el pie cambiado y ha dejado no pocas caras de asombro.

Por encima de todos destaco a Tesla con datos que hablan por sí solos. Diciembre ha sido el peor mes de su historia con una caída que, con los últimos datos, es del -37% para situarse en mínimos de 28 meses. Tesla también está en camino de otro récord personal: cinco meses consecutivos en números rojos. Y es que 2022 va a ser el peor año de su historia. Desde su debut en bolsa hace trece años solo ha tenido un año perdedor antes de 2022 y fue en 2016 cuando cerró con una caída del -10%. Este año lo hará con una de más del 60%.

Está claro que Elon Musk tiene un oscuro plan que conoceremos, quien sabe, en 2023

Como no podía ser de otra forma, unido a la cotización del fabricante de vehículos eléctricos ha estado Elon Musk, que sorprendentemente se embarcó en una de esas operaciones caprichosas que solo los ultrarricos pueden permitirse pero que se entiende porque es una extensión de una personalidad generadora de tanto de admiración como de odio, justo lo que es Twitter. ¿Los motivos? Personalmente me resulta inexplicable desde un punto de vista financiero, pero es claro que hay un oscuro plan que conoceremos, quién sabe, en 2023.

Pero lo que justifica a Musk en la lista de perdedores no es un tema de valoración personal sino el hecho de que su riqueza medida por la capitalización de Tesla ha pasado del billón europeo de euros a diciembre de 2021 a los menos de 400.000 millones de dólares hoy. Si tenemos en cuenta que controla casi el 15% de las acciones, su fortuna se ha devaluado en 90.000 millones de dólares en apenas doce meses. Ello sin contar los 44.000 millones de dólares desembolsados por la compañía del pajarito azul o las presuntas pérdidas que ha podido acumular, o no, en criptomonedas.

Esto último enlaza con otro de los grandes perdedores del año: las criptodivisas. Y es que en 2022 ha salido a la luz la miseria de este activo. Fuera del racional que esconde Bitcoin, se ha demostrado que el 99% de las criptomonedas son humo. No hay nada detrás que justifique un céntimo su inversión. Lo que desde la pandemia emergió como el gran tótem de la inversión alternativa se ha convertido en una notable generación de fracasos que contrasta con lo que parecía iba ser una fuente de jóvenes ricos pero ignorantes. Las consecuencias han sido catastróficas.

Pero no quiero cerrar esta pieza sin una mención no exenta de ironía del lado ganador como ha sido la inversión sostenible y socialmente responsable. No se sabe quién está ganando con este mantra, pero hacer de algo que ya formaba parte del gen inversor desde siempre una norma regulada, en mi opinión, solo se puede catalogar de rotundo éxito.

Se ha demostrado que el 99% de las criptomonedas son humo

Siguiendo con la ironía, es increíble que los tres pilares de la inversión ESG (Environmental, Social y Governance), se hayan llevado a un plano normativo que acabará siendo obligatorio en el tiempo. Quién lo creó es un misterio, pero quienes se benefician de su implementación está claro. Durante el año hemos visto cómo el regulador adopta un discurso que además se vende fácil perfectamente preparado para que los bancos, dominadores de la industria, lo acojan en su seno para así justificar sus peores resultados en gestión. En definitiva, un negocio.

Me dejo muchos nombres en mi agenda. Gobiernos, algunas otras empresas cotizadas, vehículos de inversión controvertidos como las SPAC, algún protagonista del que me hubiera gustado hablar más como Credit Suisse…, pero la idea era hacer una secuencia corta pero precisa. Espero que el año próximo sea un año con menos ruido, más paz, y por supuesto, bueno para todos. Feliz 2023.

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