Una maqueta de una casa sobre un gráfico de barras.

Una maqueta de una casa sobre un gráfico de barras. iStock

La tribuna

¿Qué pasará con el Euríbor en los próximos meses?

7 septiembre, 2023 03:03

Probablemente, la de qué pasará con el Euríbor es la pregunta del millón para muchas empresas y ciudadanos, en tanto que supone el principal indicador a la hora de fijar el tipo de interés al que los bancos prestan su dinero.

De hecho, muchos ciudadanos que adquirieron sus viviendas mediante hipotecas a tipo variable -se calcula que más 7 de cada 10 préstamos actualmente en vigor para la compra de vivienda pertenecen a esta modalidad, en total unos 3,75 millones de hipotecas- esperan con ansia cualquier signo que anticipe el fin de la escalada alcista de los tipos de interés para ver aligerada su carga financiera o bien tomar decisiones relativas a un posible cambio de sus contratos.

Lo que hemos visto hasta aquí ha sido una constante subida del Euríbor al tiempo que el Banco Central Europeo (BCE) ha continuado con las alzas de tipos de interés para hacer frente a la elevada inflación a la que se enfrenta la economía de la eurozona. De hecho, la institución europea acumula ya 425 puntos básicos de subidas desde que comenzara el actual ciclo de endurecimiento en julio del año pasado.

Hemos visto una constante subida del Euríbor al tiempo que el BCE ha continuado con las subidas de tipos de interés

Esto ha provocado que el Euríbor a 12 meses, principal referencia para las hipotecas, subiera hasta el 4,2% a principios de julio, su nivel más alto en 15 años.

Sin embargo, la sorpresa moderada del BCE en su reunión de ese mes, que pareció sentar las bases para el fin del ciclo de subidas, y las expectativas de los inversores, que ahora creen que el banco pondrá fin a su ciclo de endurecimiento antes de lo esperado, han hecho que el Euríbor retroceda ligeramente.

Para quienes se plantean la gran pregunta que de qué pasará con este indicador en los próximos meses, solo cabe afirmar que, mientras el BCE no haga una pausa en su ciclo de subidas de tipos, no veremos un respiro.

El ligero retroceso de la inflación general de la eurozona observado en los últimos meses - al 5,3% en agosto- respalda los argumentos a favor de dicha posibilidad.

Mientras el BCE no haga una pausa en su ciclo de subidas de tipos, no veremos un respiro

Sin embargo, no puede pasarse por alto que el dato de la inflación subyacente, aquella que no tiene en cuenta los elementos más volátiles, como los alimentos y la energía, también se ha situado en el 5,3%, dos décimas por debajo del registro de julio y el nivel más bajo desde mayo. No obstante, el dato se mantiene aún en niveles totalmente incompatibles con los objetivos del BCE.

En la reunión del pasado julio, el BCE adoptó un tono moderado, al insinuar inesperadamente que la subida de tipos aprobada podría ser la última del ciclo actual.

Por un lado, la institución monetaria es consciente de que la inflación se ha mantenido "demasiado alta durante demasiado tiempo", pero, por otro, sus responsables también parecen cada vez más preocupados por las perspectivas de crecimiento de la eurozona.

De hecho, esta preocupación parece estar detrás de este cambio moderado en la retórica del banco, y a este argumento se aferran los inversores, como se pone de manifiesto en el hecho de que los swaps sólo prevean 15 puntos básicos de subidas de aquí a finales de año.

Los miembros del BCE parecen cada vez más preocupados por las perspectivas de crecimiento de la eurozona

Lo que parece claro es que nos encontramos en un punto de inflexión en la política monetaria del BCE y, al mismo tiempo, en un entorno de gran incertidumbre que dificulta, más de lo normal, predecir cuáles serán los próximos movimientos de la institución monetaria de la eurozona.

Podríamos decir que el BCE se encuentra ahora entre la espada y la pared: los principales indicadores económicos se están debilitando y el principal indicador de inflación subyacente apenas muestra señales de una tendencia desinflacionista significativa.

Por tanto, el debate se ciñe ahora a la disyuntiva entre crecimiento o inflación. Y la decisión que finalmente adopte el BCE será la clave para la evolución de los tipos de interés de la eurozona y para el euríbor que determina el coste las hipotecas para millones de ciudadanos.

Con seguridad, el dato relativo a la inflación subyacente, que en los últimos diez meses ha superado el 5%, es totalmente incompatible con los objetivos del BCE y justifican la necesidad de, al menos, una subida más.

Podríamos decir que el BCE se encuentra ahora entre la espada y la pared

Pero también resulta altamente probable que el Consejo mantenga los tipos de interés sin cambios en su próxima reunión de septiembre antes de realizar una última subida en octubre, en vista también de los débiles datos de actividad que han arrojado los PMI.

En concreto, la estimación adelantada del índice de gestores de compra de la zona euro se ha situado en agosto en 47 puntos, frente a los 48,6 del mes anterior, su peor resultado en 33 meses, lo que sugiere una leve contracción del PIB en la eurozona en el tercer trimestre de 2023.

Como se esperaba, los datos de inflación correspondientes a agosto han generado movimiento en las expectativas de los inversores, pero queda por ver si los responsables de la política monetaria consideran que es un avance suficiente en el frente de la inflación para inclinar la balanza en uno u otro sentido.

Por tanto, dado que el fin de las subidas de tipos del BCE parece estar cada vez más cerca, es muy posible que al rebote del Euríbor le quede cada vez menos recorrido. Todo apunta a un ligero ascenso del índice desde los niveles actuales, en línea con una última subida de tipos del BCE, y no se descarta que se acerque al nivel del 4,25 - 4,3%.

Además, una vez que el BCE haga una pausa en su ciclo de subidas, lo normal sería que el Euríbor se mantuviese en dichos niveles durante un tiempo, dado que los recortes en los tipos de interés no se esperan hasta, por lo menos, la segunda mitad del año que viene.

***Itsaso Apezteguia es analista de Ebury.

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