
Parte de los puestos en la Explanada ya se han empezado a retirar.
Alicante recupera para el público la Explanada de los puestos que pagaban 23 euros al mes por ocuparla
El emblemático paseo de la ciudad empieza a volver a tener vistas despejadas con el fin de la concesión.
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Este 2025 la Explanada de Alicante tendrá una vista inédita, la recuperación para el público del paseo más conocido de la ciudad. Los puestos de comerciantes, que pagaban 23 euros al mes por ocuparlos, están de retirada y a la espera de ubicarse junto a la lonja.
El fin de la concesión marca una nueva etapa en una de las zonas más visitadas de la capital. "Lo que se pretende es recuperar para los alicantinos el uso y disfrute público de un espacio que es icónico, emblemático y absolutamente privilegiado", valoran fuentes municipales.
Con más de cuatro décadas ocupando ese lugar las más de treinta casetas se habían convertido en una imagen que parecía indisoluble del lugar. Unos comercios en los que era fácil encontrar productos de imitación y muy difícil encontrar artesanía, remarcan estas mismas fuentes a EL ESPAÑOL.
La evidente degeneración de las propuestas de lo que debería haber sido un mercadillo de productos originales hechos a mano era palpable en cualquier paseo durante los últimos años. Productos de importación se acumulaban en muchos de ellos mientras se pagaba un canon de 23 euros al mes para la venta en la vía pública.
En el mandato anterior este asunto ya se había abordado. El Consejo de Comercio aprobó en 2022 suprimir la concesión que les permitía ocupar el paseo. Así lo decidieron nueve votos a favor frente a cinco en contra y otros nueve que se abstuvieron.
El Ayuntamiento recuerda que la Junta Local de Distrito número 1 también había aprobado el adiós a un sistema de comercio que aprovechaba las ventajas fiscales municipales para un modelo de negocio que ya no era el original.
En esa Junta Local de Distrito están representados concejales de los distintos grupos políticos que estén en el Pleno, más seis representantes de asociaciones vecinales y otros tres de sectoriales.
"En su día se pronunciaron unánimemente todas las fuerzas políticas con representación municipal y en esa Junta de Distrito a favor de esta recuperación de ese espacio público", recuerdan estas fuentes municipales.
Aprovechar el que se puede considerar como el mayor escaparate comercial de la ciudad es un objeto de deseo para cualquier vendedor. Hacerlo por tan solo 23 euros al mes en impuestos municipales podría llegar a considerarse competencia desleal cuando el alquiler de un local en la vecina plaza de Gabriel Miró está a más de mil euros.
La caducidad de la autorización para los puestos llegó el 15 de enero después de varias prórrogas. Pese a ello, casi un mes después, aún hay casetas ocupando la calle. Desde el Ayuntamiento recalcan que "se les ofrecen alternativas" a estos comerciantes.
La primera de ellas fue instalarse en otro de los puntos más deseados, la playa del Cocó. Otra que también se manejó fue el espigón del Postiguet y, finalmente, la fachada litoral junto a la Lonja de Pescado, un espacio dependiente del Puerto, es decir, el Estado. Esta última es la que cuenta ahora con más visos de ser el nuevo destino de estos comercios.