¡No hay ceros para retener a Mónica Naranjo en la nueva edición de La isla de las tentaciones!
Justo cuando todo el mundo ha alabado su labor de presentadora, va ella y dice que no quiere seguir. Querida, se te echará de menos.
18 febrero, 2020 03:22Noticias relacionadas
Que La isla de las tentaciones se ha convertido en el reality revelación de Mediaset es un hecho que nadie en su sano juicio puede rebatir. ¡Hasta mi abuela sabe quién es Fani y cuánto ha sufrido "ese pobre de Christofer"! Ella, que lo único que ve de Telecinco es Pasapalabra. Huy, perdón, El Tirón. Ha sido arrollador el éxito del programa y su presentadora, Mónica Naranjo (45 años), se ha acercado a un público diferente al de su música. De hecho, hay mucha gente joven que la tenía desubicada en este mundo tan efímero, cruel e inmediato como es la televisión.
Ay, ese target tan ignorante de Mujeres, Hombres y Viceversa, ¡a ver si revisamos a nuestros clásicos! Mónica ha crecido en el concurso, acertó firmando con la productora; arriesgó y no se equivocó. Al menos esa es mi opinión, creo que en ella pueden convivir sin problema alguno la artista y la presentadora. Cuántos casos tenemos en España como el suyo. Y así lo ha demostrado: ha estado brillante, discreta cuando tocaba, comprensiva llegado el momento y combativa en los puntos donde era de recibo. Ni un pero le pongo. Todos encantados con ella, todo han sido parabienes... y, de repente, va Mónica y dice 'no' a la segunda temporada.
Sin que nadie se lo esperase. Cuando ya fantaseaba yo que le iban a colocar su cuadro en el 'pasillo de las vanidades'. Pues no, no se hagan ilusiones: Mónica no quiere seguir siendo la presentadora en la segunda temporada del espacio, que, para quien no lo sepa, ya está rubricada y aprobadísima. Claro, nada más recibir esta información lo primero que se pregunta el común de los mortales es: ¿por qué? ¿A santo de qué toma esta decisión la cantante cuando todo es positivo? Y cuando digo todo, es todo: me juego el cuello a que su próximo concierto se va a llenar hasta los topes. En cuestión de minutos no va a quedar una mísera entrada. Al tiempo.
Mónica, ¡qué se te ha pasado por la cabeza, hija mía! Tu contrato ha sido muy bueno, me consta que estabas más que contenta en ese aspecto. Y te comprendo, ¿eh? Que una artista de tu calibre debe estar y sentirse bien pagada. ¿Habrá sido el móvil económico el motivo por el que Mónica ha declinado estar en la segunda temporada? Descuelgo un teléfono y hablo con alguien que sabe de esto y de todo. Ni lo duda: "En mi opinión, sí". Y ante mi interés, relaja un poco más: "Hombre, ha sido un pelotazo, Jesús, ¡no hay dinero ahora suficiente para pagar a Mónica. Es la presentadora del momento!".
Entiendo, ¡yo también habría apretado tuercas! Ojo, en el caso de que ella lo haya hecho, ¿eh?! Otra persona me dice que qué cosas tengo, que nada que ver, que Mónica "lo único que pretende es volver a centrarse en la música" y que por eso ha dicho que no. En fin, opiniones, pero yo, llamadme retorcido, me inclino más a pensar que no se ha llegado a un acuerdo pecuniario. El caso es que ahora el programa -cuyo cierre de la primera temporada continúa dando coletazos y todos los concursantes comienzan a desfilar por los platós y a hacer dinero ingresando en nuevos concursos- necesita a otra presentadora. Me cuentan que ya están buscando "otros perfiles" parecidos al de Mónica.
A ver si lo consiguen. Lo tienen complicado: ella ha dejado el listón muy alto. Te diré, querida, que si vuelves a ser la Mónica cantante, aquí estaré yo esperándote con los brazos abiertos. Para mí siempre serás la eterna cantante, la que llena estadios, la que emociona con ese torrente de voz. La de Sobreviviré y la de Desátame. Rompiste moldes: esa fuerza, esa garra. Abriste camino, ¡clamabas feminismo! La que no conoce rival cuando abre la boca y expulsa su lava. Llevo clavada en mi corazón esa actuación épica que compartiste con Rocío Jurado en esa gala tan especial para ella en TVE. Ese Punto de partida horadó muchos corazones. No es para menos: ese escenario reunió a las dos voces más potentes que ha tenido este país.
Que me perdonen otras cantantes. Se puede cantar muy bien, muy bonito, pero el éxito solo reside en aquellos artistas que cantan hablando, sin esfuerzo. Sin necesidad de desgarrarse en directo. Como tú. Mónica, ¡qué grandes eres! Gracias por haber ayudado tanto. ¡Somos tantos los que te debemos tanto! Con el paso de los años has ido cambiando, tanto de imagen como de registro. Confieso, y no te lo tomes a mal, mujer, que me gustabas más antes. Es que, os pasa a muchas; ahí, Shakira (42). Marcáis épocas y somos injustos porque no os permitimos crecer, evolucionar.
Nos gusta imaginaros como antaño. Y no, la vida es cambio. Y tú has mudado mucho. De forma paulatina, y como fan que no se sabe con la verdad revelada ni absoluta, has compaginado los escenarios con otras labores. Como la de jurado, ¡cuántos programas has grabado! Cuántos asesoramientos has hecho, ¿eh? Tú cara me suena, El Número 1, Mira quién va a Eurovisión, Pequeños Gigantes, Operación Triunfo... Ese fue un salto, pero...¡el definitivo vino cuando te convertiste en presentadora! Ahora no quieres seguir por esa senda... haces bien, ¡eres libre! Tú te puedes permitir lo que te plazca y me encanta que no te vendas tan fácilmente al mercado persa de las audiencias y el dinero y los focos. Nunca pierdas esa personalidad.
[Más información: Christofer, el único calzonazos que vuelve con Fani: los otros duelos de La isla, ¡seis meses después!]