Noticias relacionadas
Un grupo de personas aguarda a las puertas de una de las agencias de noticias más importantes de este país. Es una fría mañana, a pesar de ser ya primavera. El reloj marca poco más de las 12 cuando el imponente Mercedes negro dobla la esquina de la avenida de Burgos en Madrid. Dentro, la reina Letizia. Si hubiera que apostar lo que pasaba por su mente en ese momento, seguro que estaría pensando: ¿quién será el primero en darse cuenta y cuánto tiempo tardará en descubrir el mensaje oculto que aquel día había preparado?
El coche se detiene, un escolta se aproxima a la puerta real y la monarca hace su aparición. Es el 3 de abril de 2019 y Letizia ha decidido repetir por completo el look maldito del 'rifirrafe de las reinas', el mismo que abrió informativos y copó los titulares de medio mundo justamente también un 3 de abril, pero un año antes. Trescientos sesenta y cinco días después, ha querido recordar con su outfit aquel desastroso incidente en la Catedral de Palma con su suegra, la emérita Sofía.
Están los que piensan que es mera casualidad, también los que opinan que se trata de una anécdota sin importancia y creen que las cuestiones referidas a la indumentaria de la monarca son nimiedades. La realidad es otra: Letizia habla y se manifiesta a través de su ropa. ¿Qué ha querido decir la Reina calcando el estilismo más comentado de su historia exactamente un año después? Pronto lo sabremos, pero lo que está claro es que hay una intención. Después de leer este artículo hasta los más escépticos creerán lo que afirmo.
Desde que ejerce sus funciones reales, la esposa de Felipe VI utiliza sus estilismos como herramienta de comunicación no verbal. Arma todo un discurso y expresa lo que opina y lo que siente a través de su imagen.
"El mensaje de la reina Letizia suele ser bastante claro y nítido: para los que nos dedicamos a la moda, es de fácil lectura"
"Gran parte de la sociedad no es consciente de ello, pero la realidad es que la comunicación no verbal en moda viene siendo una práctica desde hace siglos. No lo ha inventado Casa Real España. Lo que doña Letizia hace, y muy acertadamente, es hablar, comunicar y expresarse diariamente a través de su ropa. Ella ha aprendido cómo decir lo que siente y opina de ciertos temas en cada una de sus apariciones públicas. Lo que hay que interpretar es el mensaje, que suele ser bastante claro y nítido en su caso y que, al menos para los que nos dedicamos a la moda, es de fácil lectura", asegura a EL ESPAÑOL Jesús Reyes, periodista experto en moda, asesoría de imagen y CEO de CoolHunting Madrid Comunicación.
Letizia ha conseguido hablar sin pronunciar una sola palabra. Antes lo hacía a través de los micrófonos desde su condición de periodista. Ahora, la mayoría de las veces, su medio para expresarse es la moda. "Nada se deja al azar, todo es fruto de un estudiado plan junto a un equipo de profesionales que, con la ayuda de la esposa de Felipe VI, por supuesto, componen este mensaje no verbal a través de sus prendas", sentencia Reyes.
EL ESPAÑOL | Porfolio desgrana, justo este 25 de diciembre, un día después del tradicional discurso de Nochebuena del rey Felipe VI, la 'disertación' de la Reina. Esa que no se escucha, pero que está latente.
Pendientes = Noos
No es novedad que la relación de Letizia con sus cuñados, la infanta Cristina y su marido, Iñaki Urdangarin, está rota. Dentro de Zarzuela ella ha sido una de las personas más críticas con todo lo ocurrido en el caso Noos.
El 21 de febrero 2017 se hacía pública la sentencia del Caso Noos en la que se condenaba a seis años de prisión a Iñaki Urdangarin. Un día después, el 22 de febrero, en la cena de honor que los Reyes ofrecían en honor al presidente de Argentina, Mauricio Macri, y su mujer, Juliana Awada, Letizia apareció con los dos enormes diamantes que la infanta lució el día de su boda. Hasta entonces nunca antes había llevado estos chatones que forman parte de las llamadas joyas de pasar, esas que se heredan de una reina a otra.
Para el que lo entendió, éste ha sido uno de los gestos más llamativos de la monarca.
Blusa y pantalón = pelea de las reinas
Su blusa azul marino de lunares blancos de Carolina Herrera y sus pantalones culotte de la firma alemana Hugo Boss dieron la vuelta al mundo. Fue el look que Letizia, junto a su estilista Eva Fernández, escogió para la mañana del 3 de abril de 2019 en la Catedral de Palma. Era el día de Pascua y la Familia Real al completo, incluidos los eméritos, se encontraban en el interior del templo asistiendo a la tradicional misa. Tras su finalización, y justo cuando la comitiva real se disponía a abandonar la iglesia, se produjo uno de los momentos más bochornosos para la Casa Real de todos los tiempos. La esposa de Felipe VI y Sofía se enzarzaron en una discusión motivada por la fotografía que la emérita quería hacerse con sus nietas, la Princesa Leonor y la infanta Sofía. Letizia impidió que se tomase esta imagen y se desencadenó el 'rifirrafe de las reinas'.
Justo un año después, a modo de aniversario, la Reina Letizia volvió a enfundarse los mismos pantalones, la misma blusa e incluso los mismos zapatos -de los cientos que se amontonan en su armario real- de aquel fatídico día. Fue en el coloquio sobre 'Medios de Comunicación y Salud Mental' que, organizado por la Confederación Salud Mental España en colaboración con la Fundación del Español Urgente (Fundéu BBVA), tuvo lugar en la sede de la Agencia EFE en Madrid.
Letizia manifestaba así su no arrepentimiento tras el desencuentro con su suegra y se vengaba de la madre de su marido con premeditación un año después. Este gesto de Letizia no sentó muy bien a Felipe VI, según pudo conocer este periódico después.
Vestido = condena
El 21 de abril del 2019 una cadena de atentados en Sri Lanka acabó con la vida de 255 personas, entre ellas, tres de los hijos del fundador de la firma de ropa Asos, Anders Holch Povlses, que se encontraban en uno de los hoteles donde detonaron los artefactos. Alma (15), Agnes (12) y Alfred (5) fallecieron en el acto. Un día después de su funeral, Letizia quiso rendirles homenaje y mostrar su repulsa por lo sucedido. La Reina tenía programado un acto en su agenda real para conmemorar el Día Mundial de la Cruz Roja y para la ocasión se puso el único diseño que tenía en su vestidor de la firma británica Asos.
Se trata de un vestido de inspiración china por sus dibujos de garzas y flores de loto, en rosa pastel con el que mostró su apoyo al fundador de la marca de ropa online.
Traje = te quiero
El día de San Valentín, 16 años después de que los Reyes oficializaran su compromiso, Letizia quiso tener un gesto romántico con el Rey. Se encontraban de visita de Estado en Marruecos y para uno de los actos oficiales en Rabat desempolvó el traje blanco de Giorgio Armani que llevó en la pedida de mano en El Pardo.
Aunque el matrimonio ha atravesado varias crisis reales, en ese momento la Reina quiso gritar a los cuatro vientos que su amor estaba intacto como el primer día.
Blusa = premamá
Casualidad tampoco fue que justo cuando la estilista de la Reina, una de sus personas más cercanas y de mayor confianza, estaba a punto de dar a luz fuera ella y apareciera en un acto público con una blusa premamá. La ocasión era importante ya que para Eva Fernández era su primer hijo.
Ese día los Reyes recibieron en el salón Magnolia de Zarzuela a los directivos de Atresmedia, y Letizia estrenó una blusa holgada de gasa estampada en flores de indi&cold y hojas de los colores del otoño.
Un Zara = proAmancio
Después de que en mayo de 2019 Amancio Ortega fuera duramente criticado por Podemos, a raíz de las donaciones del gallego a la sanidad pública para la lucha contra el cáncer, los ciudadanos se movilizaron en las redes sociales a favor del empresario. Una oleada de mensajes inundó Twitter defendiendo y apoyando a Ortega y Letizia, que no es ajena a las polémicas digitales, quiso sumarse al movimiento.
La esposa de Felipe VI presidió la mesa debate 'Mujeres excepcionales, el valor de una oportunidad', organizada por la Fundación Microfinanzas del BBVA donde se decantó por un mono de Zara en color azul agua con volantes y un lazo negro en la cintura. Un diseño que, por cierto, fue bastante criticado cuando lo estrenó tiempo atrás. Así, su atuendo en esta ocasión llevaba doble mensaje: su apoyo a Amancio y lo poco que a ella le importan las críticas.
Joya = por Tous
Seguro que en Tous agradecieron mucho el gesto que tuvo la Reina cuando después de que la empresa familiar catalana viviera los peores momentos de su historia, ella decidiera lucir una de sus joyas. La Audiencia Nacional había abierto una investigación a Tous tras una denuncia de la asociación cordobesa de joyeros, que les acusaban de estafa, publicidad engañosa y corrupción.
A pesar de que el juez decidió archivar la causa, el daño a su imagen ya estaba hecho. Fue entonces cuando Letizia rescató de su joyero unos pendientes de Tous con un zafiro del que cuelga una perla salvaje. Los llevó para presidir un encuentro con la corporación municipal en el Museo Histórico Municipal en Écija, Sevilla. Ocurrió en febrero de 2020.
De oscuro = contra la trata
Letizia no da puntada sin hilo en sus apariciones y en junio de 2021 estrenó uno de sus vestidos más reivindicativos. La Reina, como presidenta de la 'Fundación de Ayuda contra la Drogadicción', presidió una de las reuniones con su Patronato y allí lució un diseño que está dentro de la primera colección creada por 12 mujeres que han podido sobrevivir a una vida anterior en el horrible mundo de la trata de esclavas. Son personas que han recuperado su libertad y tienen un trabajo digno dentro de la moda.
Se trata de un proyecto creado por la APRAMP, la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida. Su colección fue presentada por el diseñador Ulises Mérida, bajo el nombre de LIBRE, y desfiló en la Madrid Fashion Week. Todo el dinero de su venta fue destinado a esta asociación para que puedan comenzar en este nuevo oficio una nueva etapa en sus vidas.
Sin duda, con este estilismo, Letizia ofreció uno de sus 'discursos' más importantes.
Azul = por los sanitarios
El 15 de julio de 2021, los Reyes presidieron el acto de homenaje de Estado a las víctimas de la pandemia y de reconocimiento al personal sanitario en el Palacio Real de Madrid. El look de ese día tenía que ser discreto y sobrio. Cualquiera hubiera elegido el color negro en señal de luto pero Letizia quería que el mensaje que llegara fuera otro.
Obviamente ella también compartía el dolor por todas las personas fallecidas, pero lo que quería transmitir era esperanza. Por eso, escogió su vestido firmado por Bottega Veneta en azul con bordados de pequeñas mariposas. En psicología, este color transmite seguridad, tranquilidad, protección y salud. Además, está asociado al sector médico.
Cena de gala = 'low cost'
Son numerosas las ocasiones en las que Letizia apuesta por los looks más asequibles. Zara, Mango, Bimba y Lola o Adolfo Domínguez están entre sus marcas favoritas. La sorpresa llegaba hace apenas unas semanas cuando la monarca decidía 'tirar' de moda low cost para un cena de gala. Era en el Palacio Real de Estocolmo en el viaje de Estado que los Reyes hacían el pasado mes de noviembre.
La monarca lució un modelo, de 300 euros, de la colección Conscious Exclusive de H&M, con el que además hacía un guiño a sus anfitriones, Gustavo y Victoria de Suecia, ya que la firma de ropa es sueca.
Combinó el vestido con la Tiara Flor de Lis, la más emblemática de todas. No solo porque la flor de lis es el emblema de la casa de los Borbones, sino también porque se trata de una joya que refleja la tradición e historia de la Casa española. Sin duda, esta ha sido una de las últimas grandes lecciones de estilo de la Reina.