Alberto Chicote en el restaurante Doyuno de ‘Batalla de restaurantes’.

Alberto Chicote en el restaurante Doyuno de ‘Batalla de restaurantes’.

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Alberto Chicote devuelve un plato por mal olor en ‘Batalla de restaurantes’ entre cucarachas y mosquitos

El chef puso un cero a uno de los locales participantes después de encontrarse desagradables sorpresas en la comida.

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Tras buscar el mejor rabo de toro de Córdoba o las mejores patatas a la riojana de Logroño, este martes Batalla de restaurantes se ha trasladado hasta Bilbao. Y allí, el programa que conduce Alberto Chicote en laSexta quería encontrar el mejor bacalao al pilpil.

Cuatro establecimientos de la capital y la provincia vizcaína han competido por ser el mejor valorado en este plato típico, y la ruta arrancó en el municipio de Baracaldo, en Serendipia, donde los espectadores conocieron a su jefe de cocina, Luis Pereira.

Luego el programa continuó en Laga, representado por el chef Jon Ander, que fue bastante rígido con las valoraciones hacia sus compañeros, sacando bastante punta a todo lo que pudiera. El tercer encuentro será en el restaurante Gu2, de Mónica Pujana y, la ruta finalizaba en de nuevo en Baracaldo, concretamente en Doyuno, el restaurante de Javier Muñoz.

Y fue en este último local donde se vivió la que quizá haya sido el almuerzo más incómodo de todo el formato. Hay que recordar que los propietarios de los locales se valoran entre ellos, puntuándose en una horquilla del 0 al 10, en seis categorías: espacio, cocina, comida, servicio y precio. Además, también valoran la especialidad regional en la que compiten, en este caso, el bacalao al pilpil.

Al entrar en la cocina de Doyuno las críticas a la suciedad fueron rápidas e inevitables. Y no solo eso: Mónica lo pasó muy mal por encontrarse cucarachas, animal al que le tiene pánico. También destacó cómo en la cocina había una mosquitera eléctrica muy sucia, con “un enjambre completo” de insectos pegados. “Esto lleva aquí 20 años”, apuntaban.

Además, los concursantes encontraron elementos que están prohibidos por sanidad, como una mesa de madera. “Esto es ilegal, la madera es porosa, no puedes ponerte aquí a cortar carne”, advertía Jon Ander. “Esto no ha pasado inspección de sanidad”, añadía.

A la hora de pedir, Jon Ander admitía que “después de la cucaracha que me ha rozado el zapato no me apetece nada”, pero a pesar de ello comieron. Y el primer plato fue el bacalao al pilpil, que dejó sensaciones diversas. Luis y Mónica veían bien su pescado, Jon Ander sacó faltas, pero es que Chicote no se lo pudo comer, e invitó a los demás a olerlo: estaba en mal estado.

Por eso, Alberto se fue a hablar con el dueño del negocio. “Javier, tengo un problema. Mi bacalao canta. Mete aquí la naricilla. Sabes que nunca opino de las cosas, pero el mío canta. Ya lo siento”, le decía. Pero Javier Muñoz negó que oliese, y hasta mostró la caducidad del bacalao, que estaba en fecha.

Habitualmente, Chicote es generoso con su nota, y es raro que alguien no llegue a un suficiente. Pero con Doyuno no pudo estirarse, y acabó dándole de media un 2,8. Solo aprobó el servicio, y a la cocina la valoró con un cero. El ganador de la noche terminaría siendo Gu2, de Mónica Pujana, al que Chicote otorgó de media un 8, y destacó su bacalao con un 9.