La nutricionista Leticia Zoé y una lata de atún.
Leticia Zoé, nutricionista: "La clave para evitar el mercurio en las latas de atún en España es no elegir el claro"
La experta en nutrición advierte que la secreto está en las inscripciones que vienen en los paquetes que compramos ya que revelan una cuestión clave.
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Llevar una dieta sana y equilibrada es clave para garantizar el bienestar de nuestro organismo, pero también de nuestra mente. Para ello es clave tener una alimentación variada y aportar a nuestro cuerpo un poco de todo. Incluso de aquellas familias de alimentos que no nos gustan tanto.
Uno de los mayores ejemplos suelen ser las verduras. Pero también el pescado, la gran pesadilla de la mayoría de niños. Sin embargo, los padres siempre encuentran los huecos por los que ir incluyendo este tipo de alimentos poco a poco en la dieta de sus hijos. Y así que cojan el hábito para que después, de mayores, no pierdan la buena costumbre. Muchos de ellos optan, por ejemplo, por los alimentos en conserva.
Una de las mejores opciones para incluir en nuestra dieta, porque suele gustar a todo el mundo, es el atún. Sin embargo, este es un alimento que también tiene alguna que otra contraindicación. El atún es uno de los pescados más consumidos de todo el mundo, especialmente por sus incontables beneficios, tal y como indica el informe del Fortune Business Insights sobre el mercado global del atún.
Los principales son su alto contenido proteínas y en ácidos grasos como el omega 3. Sin embargo, el mayor de los problemas que tiene el atún es que es un pescado que tiene un alto contenido en mercurio, un metal pesado que se acumula en los tejidos de los peces y que en grandes dosis puede ser perjudicial para la salud del ser humano, tal y como explica el estudio prospectivo realizado por la la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición a partir 21 muestras de atún enlatado.
Esta cuestión ha comenzado a preocupar de manera reciente a muchas personas que se preguntan cómo pueden reducir la ingesta de mercurio sin dejar de tomar estos pescados que, en mayor o menor medida, incorporan esta sustancia. Y la clave para intentar sortear los problemas de salud relacionados con esta situación la ha dado ahora una nutricionista.
¿Cuál es el secreto del atún?
La nutricionista Leticia Zoé, conocida por su actividad en redes sociales, ha dejado la que considera la clave para reducir el consumo de mercurio cuando comemos atún. Y es que para ella, el secreto está en los paquetes que hay en los supermercados cuando nos dirigimos a comprarlo, ya que en ellos hay información que puede marcar la diferencia de manera notable.
Según esta experta, hay dos tipos de latas de atún que nos podemos encontrar en el supermercado. Dos especies que tienen una notable distinción que hay que conocer cuando hacemos la compra. Y tiene que ver con el tipo de atún que hay en la lata. Y más concretamente, con el tiempo de vida de la especie en cuestión.
Por un lado están los paquetes en los que solo aparece la palabra 'atún'. En este caso, suelen corresponder a la especie Katsuwonus pelamis, también conocido como atún listado. Esta especie está reconocida como la que menor cantidad de mercurio suele contener.
Sin embargo, en aquellos paquetes en los que pone 'atún claro', pertenecen a la especie Thunnus albacares o yellowfin. Este tipo de atún es de mayor tamaño y, por lo tanto, suele ser más longevo. Al vivir más tiempo y ser más grande, suele acumular una mayor cantidad de mercurio en su organismo. Por ello, se entiende que se trata de un alimento mucho más perjudicial.
De esta forma, con este sencillo truco, la nutricionista Leticia Zoé considera que podemos controlar la ingesta de mercurio, al menos en cuanto a lo que a atún se refiere. Y es que este simple gesto suele ser bastante útil. Sin embargo, no es la única precaución que podemos tomar.
Cuando acudimos al supermercado para comprar cualquier producto, pero sobre todo en el caso del atún, la información sobre la especie concreta de este pescado puede aparecer en el envase. Por ello, conviene revisarlo bien y a fondo. Generalmente, en uno de los laterales viene impresa la lista de ingredientes.
Aunque algunas veces puede aparecer incluso en la propia lata. Ahí comprobaremos a ciencia cierta qué tipo de pescado estamos ingiriendo y sabremos si tiene un alto o un bajo contenido de mercurio. Si no, siempre podemos consultar en la web del supermercado en cuestión o del fabricante para verificar el origen del mismo.
