Aitana: "Hago lo mismo que un hombre y no por eso voy a ser una guarra"
La artista presenta 'Ni una más', un 'hit' para visibilizar el acoso a las mujeres, y sostiene a este periódico que "aboliría el piropo que se tira en la calle".
1 mayo, 2021 03:26Noticias relacionadas
En el vídeo de Ni una más, el nuevo hit de Aitana -quizá la concursante de Operación Triunfo que mejor ha sabido proyectar una carrera ecuménica y convertirse en un icono sostenido sin perder su personalidad artística-, la joven aparece recorriendo una calle de noche, de vuelta a casa, con tremenda inquietud. Es el pavor ese que experimentamos todas las mujeres cuando transitamos un lugar desértico y oscuro: conocemos del sacar las llaves del bolso para tenerlas a mano y poder abrir el portal rápido, conocemos del quitarnos los cascos de los oídos para estar alerta de si alguien nos sigue, conocemos el acelerar el paso y casi el rezar lo que nos sepamos o el sacar el móvil para fingir que hablamos con un padre o un hermano varón que a veces ni tenemos.
Por eso ahora Aitana quiere alzar la voz y lanza su canción más feminista desde aquel dueto de Lo malo con Ana Guerra -sus versos, como el “yo decido el cuándo, el dónde y con quién” llegaron a ser usados en la manifestación del 8 de marzo-, llamada Ni una más, para abrazar a todas las chicas que se enfrentan diariamente al machismo: “Palabras que te pegan como un huracán, miradas que no sabes bien a dónde van, dime qué pasaría si no hubiera nadie siguiendo mi camino, yo sé a dónde voy, sintiéndome insegura y aunque no lo soy, no ver tus intenciones me hace vulnerable”, canta.
Habla de las “miles de historias que están enterradas en algún cajón”, de “los gritos que no escucha nadie”, de las preguntas “inevitables”, de cómo lograr “que cuando haya un beso sólo sea uno de esos que no te hacen daño”. “Que no esté mal quedarnos solas entre extraños, ¿cómo hacemos que cualquier mirada esté librada de interpretaciones? Que ni una más deba permanecer callada, que ni una más sufra por dobles intenciones”, expone. Por todo ello cuenta Aitana a este periódico que es consciente de que es “un altavoz” y que tenía que utilizar ese poder para ayudar a otras chicas a que se sientan acompañadas.
No sólo el 8-M
“Desde luego, hacía ya tiempo que quería escribir algo sobre esto que nos pasa cada día a nosotras, ¡y a mí!, es algo que vivimos todas”, esboza. “Para mí el feminismo es igualdad. Yo considero que todo el mundo debería ser feminista. Yo aprendo diariamente de otras mujeres y de lo que es el feminismo, de lo que conlleva, y cada vez soy más consciente de todo lo que tenemos que cambiar. Eso quería mostrarlo también con esta canción: que las mujeres no salimos a la calle el 8-M porque nos dé la gana sino por todas las miles de cosas que nos pasan por ser mujeres”, cuenta.
Expresa la artista que teme que “podamos retroceder” y valora el hecho de que estemos aquí “por todo el trabajo que han hecho otras mujeres, por todo lo que han luchado”: “Es importante cambiar el día de hoy para poder cambiar el mañana de las que vengan mañana, para que tengan un camino más asfaltado. El feminismo es, obviamente, toda la base de una sociedad más igualitaria y equitativa”. Relata que a ella misma le ha pasado lo que detalla en la canción y que le da “mucha pena”: “Todas tenemos miedo a que nos persigan, a la violación… en fin, a todas las cosas que nos pueden pasar”, resopla.
“Es una mierda, me gustaría cambiarlo, pero al final siempre acabo volviendo acompañada de un amigo porque me siento más segura, y a la vez me da rabia porque pienso: ¿por qué no puedo ser tan valiente como para ir sola? Claro, no depende de ser valiente o no serlo”, suspira. “Si te das cuenta, en el videoclip no llega a pasar nada, pero la chica, en este caso, yo, está todo el rato pendiente de lo que pueda pasar. Todo el rato con el miedo, aunque luego no pase nada”.
No es para ellos
Se refiere Aitana al pavor de no saber nunca “qué le pasa por la mente al hombre que tienes al lado en la calle” cuando te hace un comentario incómodo o inadecuado. “Obviamente, no nos vestimos para que nadie nos diga nada, nos vestimos como nos da la gana, bailamos como nos da la gana y no lo hacemos para complacer a los hombres, es la realidad”.
Le impactó mucho, recuerda, ver el documental de Tylor Swift: “Ella decía ‘si salgo con un hombre porque soy tal, si no salgo, soy cual’. A un hombre que sale con varias mujeres no se le preguntan las cosas que se le preguntan a una mujer. Es constante. No aguanto ir por la calle y que alguien me tire un piropo, es algo que me incomoda y es machista, porque no es lo mismo estar hablando con un chico en una discoteca y que te diga ‘oye, me gusta mucho cómo vas, estás muy guapa, muy top’, porque ahí es como ‘oye, gracias’, a ir por la calle y que alguien que no te conoce de nada te haga un comentario que no viene a cuento”.
Abolir los piropos
¿Cree que deberíamos abolir los piropos? “Sí, por la calle sí. Ya te digo que distinto es cuando hablas con alguien y te dice algo agradable. Lo otro es para girarte y decirle ‘vamos a ver, ¿qué estás haciendo? Yo no te estoy juzgando ni te estoy diciendo de ti nada bueno ni malo’”, ejemplifica. Explica también que ella, dentro de la industria de la música, no ha vivido personalmente ningún caso de machismo, “pero claro que impacta el hecho de ver los 50 globales y que casi todos sean hombres, o que en todos los premios la mayoría de nominados sean hombres”.
“¡Ostras, que hay mujeres muy potentes que lo están megapetando! Necesitamos más variedad en las listas, en los festivales, en los premios del género urbano… es imposible no preguntarse cómo hay tantas mujeres increíbles y talentosas a las que no se les reconoce y que aún así lo están petando”, expresa.
¿Qué hay de la liberación sexual femenina? Lo tiene claro: “¡Es lo normal! Hablar de la liberación sexual de las mujeres me parece lo más normal del mundo, y me da pena que incluso siga siendo objeto de debate. Yo no tengo ningún tapujo o ningún problema en hablar sobre sexo con mis amigas. Lo que yo haga es lo mismo que lo que puede hacer un hombre. Hago lo mismo que un hombre y no por eso voy a ser una guarra y él no: esto se tendría que normalizar ya”, clausura.