Ávila.
La ciudad española que ensalza National Geographic: un Patrimonio Mundial "perfectamente amurallado"
Un ejemplo excepcional de cómo la historia y la arquitectura pueden conservarse de manera casi perfecta."
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Nadie sabe qué tienen las ciudades medievales. Quizás es ese sentimiento de que el tiempo se ha detenido o esa emoción al contemplar tanta belleza esculpida en piedra. Sus callejuelas empedradas, sus murallas imponentes y sus plazas llenas de historia nos transportan a otra época, donde el arte y la tradición se entrelazan con la vida cotidiana.
Año tras año, estas joyas arquitectónicas se convierten en destino de millones de turistas, especialmente en España, donde no solo se une la belleza, sino también el patrimonio, la cultura e, incluso, la gastronomía. Una de esas ciudades que tiene la suerte de reunir todas estas características es Ávila, capital de la provincia homónima.
Ubicada en la comunidad autónoma de Castilla y León, esta ciudad es un auténtico tesoro medieval que transporta a quienes la visitan a otra época. Según National Gegraphic, "existen pocas ciudades que conserven una muralla medieval de la manera en la que la conserva Ávila", y debido a ello, en 1985 adquirió la categoría de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Ávila, España
Ávila es una de las ciudades más impresionantes de España, no solo por su historia y su patrimonio, sino también por la asombrosa conservación de su recinto amurallado, que se mantiene en un estado prácticamente inalterado desde la Edad Media. Esta conservación ha sido la gran responsable de la obtención de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
La muralla de Ávila es, sin duda, su emblema más característico. Se trata del recinto amurallado mejor conservado de España y uno de los más espectaculares de toda Europa. Con sus aproximadamente dos kilómetros y medio de perímetro, más de 80 torreones semicirculares y sus 9 puertas principales, la muralla rodea completamente el casco histórico de la ciudad, ofreciendo una imagen imponente y majestuosa.
Construida en su mayoría en el siglo XI, bajo el reinado de Alfonso VI y tras la reconquista cristiana de la zona, esta estructura tenía como objetivo la protección de la población frente a posibles incursiones musulmanas y otros peligros de la época. También sirvió para controlar la entrada de víveres, el paso de mercancías, y para aislar la ciudad de posibles pestes y epidemias.
Lo que hace aún más extraordinaria a la muralla de Ávila es el impecable estado en el que se encuentra. Gracias a diversos trabajos de restauración y a un mantenimiento continuo a lo largo de los siglos, su estructura sigue dominando el paisaje urbano con una solidez impresionante.
Puesta de sol sobre las antiguas murallas de Ávila.
Sus sillares de granito, algunos de ellos reutilizados de construcciones romanas anteriores, muestran el paso del tiempo sin perder su magnificencia. La piedra, con tonalidades que varían según la luz del día, contribuye a que la muralla adquiera un carácter casi mágico, especialmente al amanecer o al atardecer, cuando el sol tiñe sus muros de tonos dorados y ocres.
Dentro del recinto amurallado, la ciudad conserva un trazado medieval intacto, con calles estrechas y empedradas que guían a través de su historia. En su interior se encuentran algunos de los edificios religiosos más importantes de España, como la catedral del Salvador, considerada como la primera catedral gótica de España.
Forma parte de la misma muralla, convirtiéndose en un ejemplo singular de integración entre arquitectura militar y religiosa. Para la construcción de este espacio se utilizó la conocida como 'piedra sangrante' una piedra arenisca ferruginosa procedente de las canteras de La Colilla. El óxido de hierro presente en este material ofrece una tonalidad blanca y roja, que dan un aspecto muy llamativo.
También destacan los monasterios y conventos ligados a la figura de Santa Teresa de Jesús, una de las personalidades más influyentes del Siglo de Oro español, cuya presencia sigue marcando la identidad de la ciudad. En la ciudad se puede visitar tanto la parroquia de San Juan, donde fue bautizada, como el Convento y Museo de Santa Teresa, el único en el mundo dedicado a la vida y obra de esta importante mujer, explican desde National Geographic.
