
Volodímir Zelenski, solo. El Español
Trump devuelve a Rusia la condición de superpotencia con una reunión bilateral en Riad y con Ucrania de telón de fondo
El presidente Trump envía señales de que prioriza el deshielo diplomático y comercial con Moscú sobre las exigencias de Zelenski para la tregua.
Más información: Europa, dividida sobre la necesidad de llevar tropas de paz a Ucrania ante el ninguneo de Trump en las negociaciones
Estados Unidos y Rusia empiezan a negociar el final de la guerra en Ucrania. Sin Ucrania. Las delegaciones de ambos países se encuentran este martes en Riad, capital de Arabia Saudí, territorio neutral. Una sede desprovista de carga simbólica bajo los auspicios del príncipe heredero, Mohamed bin Salman, donde las partes se sienten cómodas para restablecer sus lazos diplomáticos y comerciales después de casi tres años de desconexión.
Está previsto que Volodímir Zelenski, que aterrizó ayer en Emiratos Árabes Unidos, pase por Arabia Saudí a lo largo de la jornada para preparar la recepción de más ayuda humanitaria y negociar de manera indirecta con Moscú un nuevo intercambio de prisioneros de guerra, según el medio ucraniano Pravda. Nadie cuenta sin embargo con el presidente ucraniano en el primer contacto exploratorio entre los emisarios de Donald Trump y Vladímir Putin. “Estaré en Arabia Saudí, no hay reuniones previstas con Estados Unidos o Rusia”, anticipó el propio Zelenski la pasada semana desde la Conferencia de Seguridad de Múnich.
Según el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, las partes tratarán de encontrar una salida “pacífica” al conflicto y preparar el terreno para la eventual visita de Trump a Moscú. Putin le extendió la invitación la pasada semana, en una conversación telefónica en la que se emplazaron a negociar “inmediatamente” el final de la guerra.
Pero Zelenski quiso dejar claro ayer desde Abu Dabi que ningún acuerdo de paz saldrá adelante sin contar con las exigencias de Kyiv. “Ucrania no participará. Ucrania no sabía nada de esto. Y Ucrania considera que cualquier negociación sobre Ucrania sin Ucrania no tendrá ningún resultado. Y no podemos reconocer nada ni ningún acuerdo sobre nosotros sin nosotros. Y no reconoceremos tales acuerdos”, expresó el líder ucraniano sobre las conversaciones en Riad.
Según el canal de televisión NBC, la Administración Trump pretende mantener reuniones por separado con representantes tanto de Rusia como de Ucrania antes de poner en marcha las negociaciones conjuntas, y de momento Trump prioriza su relación con Putin.
“Éste es sólo el primer paso. El primer paso para avanzar”, traslada a EL ESPAÑOL Olexiy Haran, profesor de Política Comparada en la Universidad Nacional de Kyiv Mohyla Academy (UKMA) y director de investigación del think tank Fundación para las Iniciativas Democráticas. “Puede avanzar en una dirección peligrosa, puede ser solo el comienzo de las primeras conversaciones”. “Tampoco hay que descartar que cuando Trump vea la postura real de Putin durante las negociaciones cambie de parecer”, añade Haran.
Pero la posguerra en Ucrania no es el único tema encima de la mesa, y quizá no es el más importante. Sorprenden en este sentido los perfiles escogidos por Trump y Putin para sentarse en la mesa de Riad. Más allá del secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, y el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, cabezas visibles de ambas delegaciones, Trump ha seleccionado al inversor inmobiliario Steve Witkoff, su enviado especial para Oriente Próximo, en lugar del exmilitar Keith Kellogg, su enviado especial para la guerra en Ucrania, que apartó a los países europeos de las negociaciones de paz en Ucrania antes de ser desmentido por el propio Rubio.
Witkoff ya negoció en Doha el acuerdo de alto el fuego en Gaza entre Israel y Hamás y, además, facilitó a principios de febrero la liberación del profesor estadounidense Mark Vogel, encarcelado en Rusia, a cambio de Alexander Vinnik, cofundador de la bolsa de criptomonedas BTC-e, condenado por fraude.
A su regreso a Estados Unidos, Witkoff trasladó a la prensa que el canje salió adelante gracias a “un señor de Rusia, se llama Kiril”, en alusión a Kiril Dmítriev, director general del fondo soberano ruso y uno de los elegidos por Putin para tomar asiento este martes en Riad. Como Witkoff, Dmítriev es un gran conocedor de Oriente Próximo; pero, a diferencia de Witkoff, su papel consiste en hacer de enlace. No tiene un perfil negociador, como tampoco lo tiene Yuri Ushakov, otro de los alfiles del Kremlin.
“Usakov un burócrata con experiencia. Es el ayudante de política exterior de Putin. Se dedica a preparar reuniones y cumbres, pero no es un negociador”, subraya Oleg Ignatov, investigador para Rusia del Internacional Crisis Group, en conversación con este periódico.
El propio Usakov declaró ayer a la televisión pública rusa que el encuentro en Riad consiste “en ponerse de acuerdo sobre cómo iniciar las negociaciones sobre Ucrania, ya que la parte estadounidense aún no ha nombrado a un negociador jefe que pueda tratar con nosotros”. Una señal de que Kellogg no es el interlocutor válido y que la posguerra en Ucrania no estará en el centro del debate hasta que la Casa Blanca no encauce las relaciones diplomáticas y comerciales con el Kremlin.