Fuerzas sirias viajan en vehículos militares mientras se dirigen a Latakia.

Fuerzas sirias viajan en vehículos militares mientras se dirigen a Latakia. Mahmoud Hassano Reuters

Oriente Próximo

Una gran rebelión de fuerzas partidarias de Asad deja más de 200 muertos en Siria y desafía la autoridad de Sharaa

La tensión se dispara cuando el presidente interino busca el levantamiento de las sanciones norteamericanas e Israel le advierte de que impedirá el despliegue de sus tropas en el suroeste del país.

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R. P.
Reuters
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Las fuerzas de seguridad sirias están combatiendo por segundo día consecutivo para sofocar una incipiente rebelión de la secta alauita de Bashar al Asad en el oeste del país, con más de 200 fallecidos, en un momento en el que el Gobierno de tendencia islamista afronta el mayor desafío hasta la fecha a su mandato. Las autoridades sirias han comunicado que los últimos vestigios del depuesto régimen de Assad, fugado a Rusia, llevaron a cabo un asalto letal y meticulosamente planificado contra sus efectivos el jueves en la región costera, una zona con una presencia significativa de la minoría alauita.

El Gobierno no ha proporcionado una cifra oficial de víctimas, pero el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos estima que han muerto 237 personas, entre ellas 142 civiles, en dos días de enfrentamientos entre las fuerzas de la nueva administración siria y los rebeldes de Al Asad en las provincias costeras del país.

La violencia ha sacudido los intentos del presidente interino, Ahmad al Sharaa, de afianzar su control, en un momento en que su administración trata de lograr el levantamiento de las sanciones impuestas por Estados Unidos y hace frente a retos de seguridad más amplios, especialmente en el suroeste, donde Israel ha advertido de que impedirá el despliegue de tropas de Damasco.

Los enfrentamientos del jueves se concentraron principalmente en la zona de Yabla, aunque los disturbios se extendieron a otros lugares. Se impuso el toque de queda en las ciudades costeras de Tartús y Latakia, según informó la agencia estatal de noticias SANA. Las fuerzas del orden iniciaron operativos de rastreo en ambas localidades y en las montañas cercanas, de acuerdo con una fuente de seguridad, yse recomendó a la población permanecer en sus hogares.

Un habitante de Latakia contactado telefónicamente por la agencia Reuters afirmó que los enfrentamientos en la ciudad se prolongaron durante 12 horas y que el Gobierno había enviado refuerzos. Por su parte, un residente de Tartús indicó que por la mañana se escucharon intensos tiroteos cuando las fuerzas gubernamentales irrumpieron en la ciudad y comenzaron a disparar al aire. 

Según una fuente de seguridad, los refuerzos han podido acceder a Latakia el viernes por la mañana, después de que el jueves les resultara imposible debido a que la carretera había sido bloqueada. Los combates continuaban en las afueras de la ciudad, mientras las fuerzas gubernamentales trabajaban para restablecer la conexión con Yabla, cuyo acceso también estaba interrumpido. Además, milicias afines a Asad cercaban diversas posiciones en esa localidad, según la misma fuente.

Ataques y disturbios

Activistas alauitas denuncian que su comunidad ha sido blanco de agresiones y represalias desde la caída de Asad, especialmente en las zonas rurales de Homs y Latakia. Aunque Sharaa ha prometido gobernar Siria con un enfoque integrador, hasta el momento no se ha informado de encuentros entre él y representantes destacados de la comunidad alauita, a diferencia de lo ocurrido con otras minorías como los kurdos, cristianos y drusos.

El régimen de Asad reclutó en gran número a miembros de la comunidad alauita para ocupar puestos clave en los servicios de inteligencia y la administración del Estado sirio, unas estructuras que las actuales autoridades islamistas pretenden reformar, en parte mediante destituciones masivas. Pese a que Sharaa ha conseguido que buena parte de la mayoría suní del país quede bajo el control de Damasco, amplias zonas siguen fuera de su dominio, especialmente el noreste y el este, que permanecen en manos de las Fuerzas Democráticas Sirias, dirigidas por los kurdos.

Un comunicado del Consejo Islámico Alauita, que agrupa a clérigos de esta comunidad, responsabilizó al Gobierno de la violencia, acusándole de "enviar convoyes militares a la costa bajo el pretexto de ‘remanentes del régimen’ con el propósito de aterrorizar y asesinar a los sirios". La organización pidió que la región costera sea puesta bajo la protección de Naciones Unidas.

Arabia Saudí, que ha brindado respaldo diplomático a la administración de Sharaa, condenó los "crímenes perpetrados por grupos fuera de la ley" en Siria y sus ataques contra las fuerzas de seguridad. En un comunicado, Riad manifestó su apoyo al Gobierno sirio en su intento de preservar la estabilidad y la convivencia civil.