6 marzo, 2022 02:41

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Kamala Harris (57 años), la primera mujer en convertirse en vicepresidenta de EEUU, decidió durante la campaña electoral que tenía que bajarse de los tacones, ponerse el mono de trabajo y recorrer el país pueblo a pueblo para conseguir echar a Donald Trump. En ese momento histórico para el movimiento feminista, y sobre todo para el lobby afroamericano, eligió un calzado cómodo que la llevara "atada y lista para ganar", como decía su lema, hasta el último rincón estadounidense: unas Converse Chuck Taylor All Star que emergieron como la imagen de una política dispuesta a romper barreras, a echarse a la carretera.

La portada de Vogue de Kamala Harris en Converse.

La portada de Vogue de Kamala Harris en Converse.

Las zapatillas de Kamala Harris aparecieron en todos los medios de comunicación y los analistas políticos vieron un guiño de cercanía hacia esas mujeres que tienen que someterse a la tiranía de los tacones mientras hacen dobles jornadas, ganan menos dinero y soportan el acoso laboral y sexual. Las ventas de las Converse crecieron un 50% en EEUU y todos acabaron comprando ese lado natural, profesional y práctico de Kamala Harris hasta la Casa Blanca.

Algo parecido debe de tener en la cabeza nuestra Kamala Harris patria porque en los tres actos que Yolanda Díaz (50 años) ha hecho como "candidata" siempre ha calzado una de sus Converse para poder hablar cómodamente de "un proyecto de país para cambiar la vida de la gente". Al más puro estilo norteamericano.

Sin duda, fueron tres actos de precalentamiento que le serán muy útiles en la gira que arrancará esta primavera, "proceso de escucha" lo llama ella, y que la llevará por toda España subida en su coche y sus Converse, mientras se escucha en la radio "los bares, los cruces, la boca agridulce; las noches sin sueño, la chica sin dueño" de Memorias de la carretera de Miguel Ríos.

Yolanda Díaz en el acto del PCE, en Valencia y en Barcelona.

Yolanda Díaz en el acto del PCE, en Valencia y en Barcelona. Efe

Pero la vicepresidenta no es la primera en nuestro país que agarra su coche, pone su música y se lanza a vender, puerta por puerta, su propio libro. Pedro Sánchez lo hizo dos veces en su carrera política, en 2013 y en 2016, con su famoso Peugeot y en plena lucha contra el aparato de su partido. En ambas salió victorioso. 

Por tres razones

Aunque ella insiste en que no está en política por ningún puesto, cuando ponga las manos en el volante será imposible no sentir el anhelo de convertirse en la primera mujer presidenta del Gobierno, algo que no ha ocurrido en 45 años de democracia. Claro que para eso tiene que querer presentarse a unas elecciones; tener un partido, plataforma o lo que sea y ser la más votada (o no... eso lo dirán los resultados y las coaliciones).

Para resolver las dos primeras cuestiones -si se presenta y con qué plataforma lo haría-, la responsable de Trabajo ha decidido coger su Volkswagen Golf (aunque en su equipo hablan también de tren, furgoneta y hasta una bicicleta si fuera necesario) para recorrerse España pueblo a pueblo en una gira que ha llamado "proceso de escucha". "La ruta que lleva nueva frontera; pequeñas historias de la carretera" seguiría sonando en una autovía no tan desierta ni tan idílica como la que imaginamos cada vez que pensamos en esos tours en furgoneta de Hollywood.

El 'Yolanda tour'

- Se iniciará en primavera y durará 6 meses.

- Irá en su coche, un Golf; y en transporte público.

- Encuentros los fines de semana y festivos.

- Encuentros con profesionales de distintos campos, sindicatos, vecinos, grupos de mujeres... y también lúdicos.

- En ese proceso, la ministra decidirá si se presenta.

"Aún estamos cerrando los lugares y las fechas. No sabemos cuál va a ser el punto de arranque. La idea es empezar en primavera y que dure al menos unos seis meses", explican fuentes próximas a Díaz, que pelea para sacar huecos entre los fines de semana y los festivos a una agenda nacional e internacional llena de compromisos.

Entre sus colaboradores nadie suelta prenda sobre el lugar elegido para dar el pistoletazo de salida a esta anunciada gira. Sin embargo, teniendo en cuenta que los ensayos de campaña fueron en Madrid, Barcelona y Valencia, todos los ojos expertos miran hacia un lugar que puede ser mítico, histórico y conveniente para las posibilidades de Yolanda: Cádiz.

Cádiz es la cuna del constitucionalismo, donde se firmó la Constitución de la Pepa en 1812; tiene un alcalde, José María González 'Kichi', que podría ser una pieza clave en Andalucía para la plataforma amplia de izquierdas que quiere montar la ministra y que en enero ya la acusó de "no haber ido a Andalucía todavía" a ver sus problemas de cerca. Y, además, la ciudad ha sido el escenario de un conflicto laboral reciente donde los sindicatos del metal, -uno de los que más peso tienen en el movimiento a nivel nacional-, pueden convertirse en las grandes alas que necesita la gallega para su lanzamiento oficial.

El alcalde de Cádiz, José María González 'Kichi', apoyando la huelga de los trabajadores del metal.

El alcalde de Cádiz, José María González 'Kichi', apoyando la huelga de los trabajadores del metal.

"Tiene que ser un lugar donde sepa que va a haber mucha gente, pero no tanta como para no poder cerrarla allí", asegura el politólogo Luis Arroyo sin querer fijar un punto en el mapa. Otros analistas abogan porque no sea Galicia, "muy previsible" y donde Yolanda Díaz tiene mucho terreno abonado.

Lo que tienen claro la vicepresidenta y su equipo es que el pescado no sólo se vende en Madrid y ya ha advertido de que no se va a olvidar de ninguna tierra de España en su recorrido, como muchas veces pasa con los políticos y los partidos: "Algo que tiene claro Yolanda es la perspectiva descentralizadora. Que el proceso no se centre sólo en Madrid, que es muy importante para muchos proyectos políticos, pero que aquí el objetivo es tratar de hacer algo que cubra todo el territorio nacional", aclaran las mismas fuentes.

Yolanda Díaz no se va a dejar ninguna comunidad en su gira porque tiene clara la "perspectiva descentralizadora" 

Por eso ya advierten de que la estrella de la carretera llegará a todas las comunidades autónomas y a algunas "en más de una ocasión". De hecho, un pueblo de la llamada España vaciada donde se junten el problema de acceso a los bancos de los mayores y las dificultades de comunicación de esa zona, por ejemplo, tampoco sería mal escenario para quien debería de pelear en las urnas con movimientos como Soria Ya o Teruel Existe, entre otros.

"En realidad un proceso de escucha es una campaña de captación de apoyos y de medición de fuerzas. No tiene mucho de nuevo. Es como una gira de promoción de un nuevo libro o de un nuevo disco. Yolanda Díaz necesita hacer algo así porque en principio no tiene una estructura con ella, y tiene que lograr apoyos en el territorio, no solo de posibles votantes, sino de voluntarios y cuadros que la ayuden; a menos que al final decida ir con Podemos o con otros posibles aliados", aclara Arroyo sobre la segunda de las preguntas: con qué partido o plataforma podría presentarse.

Yolanda Díaz, con sus Converse, en el acto del Centenario del PCE.

Yolanda Díaz, con sus Converse, en el acto del Centenario del PCE. Instagram

Yolanda Díaz junto a Ada Colau, Fátima Hamed, Mónica García y Mónica Oltra, en Valencia.

Yolanda Díaz junto a Ada Colau, Fátima Hamed, Mónica García y Mónica Oltra, en Valencia. Efe

'Nuevas políticas'

Por ahora, como ya hemos dicho, a Yolanda Díaz y a sus Converse se les ha visto en plan candidata en tres actos: la fiesta de los 100 años del PCE (hablando de amor y entre gritos de "presidenta, presidenta"); un acto en Barcelona en contra de la ampliación del aeropuerto junto a la alcaldesa Ada Colau y en su presentación de intenciones en Valencia con el evento "Nuevas políticas", junto a Mónica Oltra, Mónica García, la propia Colau y Fátima Hamed Hossain (también salió por la puerta presidencial).

Es decir, Compromís, Mas Madrid, En Comú Podem y el Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía y todas mujeres candidatas y feministas con poder territorial.

"Un proceso de escucha es una campaña de captación de apoyos y de medición de fuerzas. No tiene mucho de nuevo"

Algunos de los colaboradores de la vicepresidenta son conscientes, como explicaba el propio Luis Arroyo, de que en algún momento hay que apoyarse en una estructura regional; que no se puede crear todo de la nada por lo que no descartan que las organizaciones confederales, como las que hemos nombrado, tengan algo que decir entre parada y parada en bares de carretera. "Pero", y en este caso estas cuatro letras son orden directa de Yolanda Díaz, sin protagonismo partidista: el único protagonista de esta gira será la sociedad civil. Y ella, por supuesto.

Yolanda Díaz suele vestir las Converse en sus actos importantes.

Yolanda Díaz suele vestir las Converse en sus actos importantes. Lina Smith

"Van a ser actos distintos a lo que estamos acostumbrados en política, donde llega un político da un mitin y es un acto unidireccional"; porque la idea de la ministra es "justo lo contrario: que sea ella la que escuche".

Una de las mujeres que apareció con ella en Valencia, Mónica García (la líder de Más Madrid) es de esas políticas que también habla siempre de escucha. "Llevamos ejerciendo ese tipo de política desde el principio. La hemos llamado la estrategia del castor o de la hormiga, que básicamente consiste en bajar al territorio, a la tierra, hablar con los colectivos, con las asociaciones... Es lo que debería ser el ADN de la propia política".

Íñigo Errejón habla con la ministra de Trabajo, en el Congreso.

Íñigo Errejón habla con la ministra de Trabajo, en el Congreso. EP

Mientras Más Madrid, como el resto confluencias y partidos de izquierda, se mantiene expectantes con el resultado de la gira de la vicepresidenta, Mónica García sabe que es bueno romper con "la política de cartón piedra" como sea. Es consciente de que en el próximo año, la pregunta más repetida que le van a hacer es si Más País va a estar o no en la plataforma de la ministra de Trabajo, pero por ahora simplemente echarse a la carretera sabe que es una forma de reivindicarse: "A lo que se refiere Yolanda y a lo que nos referimos nosotros es a una escucha real, sincera. Hay otra manera de entender la política a como la han ejercido los grandes partidos, de imponer el relato a una realidad". 

En esas historias de carretera, escenarios pequeños, casi domésticos, Yolanda Díaz baila el compás mejor que nadie. En un análisis publicado en EL ESPAÑOL| Porfolio el pasado mes de octubre sobre su lenguaje gestual, el tono de su voz y hasta su sonrisa, todos los expertos coincidían en que era difícil escapar a la magia de la gallega en las distancias cortas porque su principal fuerza de seducción se basa, precisamente, en saber escuchar, o al menos parecerlo. Básicamente en salir del coche, sacudirse el polvo y mimetizarse con el paisano.

"Cuando uno no confía en algo que se llama político, sí puede fiarse de alguien llamado persona"

La asesora política Verónica Fumanal, una de las creadoras del fenómeno Pedro Sánchez en su segunda vida política, explicaba sobre la gira en coche del ahora presidente del Gobierno para volver a ser secretario general que "cuando uno no confía en algo que se llama político, sí puede fiarse de alguien llamado persona".

Yolanda Díaz y Pedro Sánchez, en el Senado.

Yolanda Díaz y Pedro Sánchez, en el Senado.

En el contexto actual donde los políticos son el quinto problema para los españoles (sólo por debajo de la crisis, la Covid, el paro y la sanidad), esa lección parece tenerla grabada a fuego Yolanda Díaz que, antes de coger el volante, ya se ha encargado de repetir hasta la saciedad que lo que a ella le interesa es la "Política", con mayúsculas, y no el "politiqueo". Traducido al lenguaje de la calle: las personas y no los partidos.

"Es una conversación sobre las necesidades de la gente, de los profesionales, de lo que funciona y de lo que no. Además, no va a ser sólo en el ámbito laboral sino que, como ella ha dicho algunas veces, hay que hablar con colegios profesionales como el de arquitectos, aparejadores, profesionales de la construcción, de la sanidad, del campo, de la educación.... Es un proyecto de país para la próxima década y no para unas elecciones y lo importante es saber dónde estamos y qué país queremos construir", repiten sus colaboradores, que tienen claro el mantra que manda en la banda sonora de la radio del coche de la vicepresidenta, entre Miguel Ríos y Tanxugueiras.

Si Yolanda Díaz aún no ha querido sacar de la guantera los mapas y las rutas, lo que sí ha dejado claro es que todo será financiado de su propio bolsillo y que su prioridad sigue siendo el Ministerio. "A algunos sitios irá con su propio coche, un Golf, pero ella es muy de transporte público y seguro que cogerá el tren cuando le sea posible", aclaran las mismas fuentes, para seguir "viviendo en la carretera" a ritmo de blues. Además, la gira se va a centrar en los fines de semana y festivos, aunque no se descarta que pueda acudir a alguna reunión entre semana "dependiendo de la cercanía y de la hora".

Para un experto asesor político como Luis Arroyo, la clave del éxito para esta gira es que tiene que ser "un proceso con ritmo, creciente, sin levantar demasiadas expectativas". Además, tiene que quedar claro que está "pagado por ella misma o por su equipo político por supuesto, porque le podrían echar en cara que utiliza recursos públicos para actos de pura campaña y eso hay que cuidarlo mucho; y a la vez tiene que ser amplio, sin demasiada ideología, abierto y optimista". Sólo rock and roll.

Pedro Sánchez, apoyado en su Peugeot, durante su gira.

Pedro Sánchez, apoyado en su Peugeot, durante su gira.

La doble experiencia de Sánchez

En noviembre de 2013, Pedro Sánchez tenía en la cabeza el runrún de que podía ser el próximo secretario general del PSOE si eran los militantes los que decidían. Mandó un SMS a sus más próximos felicitando las Navidades y asegurando que pronto tendría noticias suyas y se echó a la carretera con su Peugeot, y un fiel escudero, Juan Manuel Serrano, ahora presidente de Correos y uno de sus pocos apoyos en esos momentos. Por lo demás, mucha gasolina en el depósito del coche y en el de la lucha.

En diciembre de ese año fue su primer acto de carretera en Don Benito (Extremadura) y unos meses después ya había hecho 15.000 kilómetros que lo animaron a dar el salto oficial: concurriría a las primarias del Congreso Extraordinario que había convocado un Alfredo Pérez Rubalcaba derrotado y sin fuerzas. El político, del que decían lo mismo que de Yolanda Díaz, que ganaba en las distancias cortas, derrotaba en julio de 2014 a Eduardo Madina y a José Antonio Pérez Tapias y se hacía con el liderazgo del PSOE en apenas 18 meses como diputado, sin cargos en el partido y con un trabajo, básicamente, hecho en la carretera.

Pedro Sánchez, junto a Susana Díaz y Patxi López, tras ganar la secretaría general del PSOE.

Pedro Sánchez, junto a Susana Díaz y Patxi López, tras ganar la secretaría general del PSOE. Moeh Atitar

"Era mucho más difícil para Pedro Sánchez, porque era un diputado raso, con la única excusa de hablar de su libro, y con personalidades como Carme Chacón, Rubalcaba, Susana Díaz y luego Eduardo Madina, haciéndole sombra. Sin embargo, es cierto que él tenía dónde ir en concreto: tenía agrupaciones socialistas por toda España dispuestas a abrir la puerta. Yolanda Díaz no tendrá esa capacidad", aclara Luis Arroyo.

Fuentes próximas a ese primer tour de Pedro Sánchez saben que el mérito del presidente fue enorme porque no tenía ni la posición de poder ni la mediática que tiene ahora Yolanda Díaz como vicepresidenta del Gobierno y ministra de Trabajo. En el caso del socialista, tuvo que ir construyendo la estructura a medida que recorría kilómetros mientras que, insisten las mismas fuentes, la gallega parte de una posición ya consolidada.

De hecho, la segunda gira de Pedro Sánchez fue distinta, trabajada igualmente, con kilómetros a montones, pero con otra disposición por parte de la gente, que ya se sabía su nombre de memoria. Y es que el 29 de octubre de 2016, el líder del PSOE al que habían obligado a convocar un Congreso en el partido con la dimisión de la mitad de la Ejecutiva, anunciaba que dejaba su escaño para no abstenerse en la investidura de Mariano Rajoy y darle el Gobierno y que se lanzaba a la carretera, de nuevo, a recomponer su partido y su carrera política.

Tercera vida de Sánchez y tercera victoria de su Peugeot, ya que en mayo de 2017 era elegido por los militantes frente a Patxi López y Susana Díaz como secretario general otra vez.

Imagen del programa 'Salvados' de Pedro Sánchez en 2016.

Imagen del programa 'Salvados' de Pedro Sánchez en 2016.

El 'Salvados' de Yolanda Díaz, con Gonzo, sobre la reforma laboral.

El 'Salvados' de Yolanda Díaz, con Gonzo, sobre la reforma laboral.

'Salvados'

Curiosamente, tanto en el caso del segundo tour de Pedro Sánchez como en el de ahora de Yolanda Díaz se dan circunstancias muy parecidas que van marcando caminos paralelos en esos llamados procesos de escucha: el entonces líder socialista dimitió del Congreso con una tensión interna increíble, grabó un Salvados con Jordi Évole para hablar alto y claro de los socialistas que le rodeaban y se lanzó al camino. El resultado es más que conocido: secretario, candidato y presidente.

Por su parte, Yolanda Díaz salió viva de milagro del Congreso tras la tensa aprobación de su ley estrella, la reforma laboral, gracias al error en la votación del diputado del PP Alberto Casero; habló claro en Salvados, esta vez con Gonzo como presentador, sobre la política y el politiqueo y se lanza a la carretera. Eso sí, para ver el resultado, en este caso, habrá que esperar porque, según ella, ni siquiera sabe todavía si va a ser candidata.

"No soy un proyecto político, Gonzo. ¿Esto quiere decir que he tomado la decisión? No, no la he tomado. Y soy franca. Estas cosas me hacen distanciarme más. He visto la peor parte (de la política) estos días", aseguraba en ese programa, donde también se dio a entender que habría dimitido si su reforma laboral no hubiera sido aprobada.

Asesores próximos a Sánchez destacan anónimamente el aprendizaje que supone este proceso de escucha. Hablan de oportunidad única, de palpar la verdadera realidad, los problemas reales de la gente y de cómo cambia el concepto de España que puedas tener, sea cual sea, hacer un viaje por los pueblos. Además, como hizo el propio presidente, con todo ese conocimiento se puede poner una proposición política encima de la mesa "con contexto y realidad".

"No a la izquierda del PSOE"

No se sabe todavía cómo va a ir articulando las propuestas Yolanda Díaz pero fuentes próximas al proyecto aseguran que deberían ser la base para su programa electoral que ella ya ha advertido que huirá del encasillamiento político de izquierda radical donde siempre ha fluctuado Izquierda Unida o Unidas Podemos.

Cartel de un acto feminista de Podemos al que Yolanda no está invitada.

Cartel de un acto feminista de Podemos al que Yolanda no está invitada.

"No quiero estar a la izquierda del PSOE, le regalo al PSOE esa esquinita. Eso es algo muy pequeño y muy marginal. Creo que las políticas que despliego son muy transversales", aseguró la propia Díaz en una entrevista en La Cafetera.

Como ya hemos dicho, pocas veces se ha visto en España, ni en el mundo occidental, que un político se suba a su coche particular y se lance a conquistar su electorado, ya sea a nivel interno o externo. Normalmente, las campañas se preparan durante meses en una oficina de la segunda planta de cualquier gran partido para concentrarlas en unos días donde los candidatos llegan a estar en dos o tres ciudades durante la misma jornada para soltar su speech y largarse. Es justo lo que no quieren hacer en el clan Yolanda.

Si quiere un proceso de escucha real, las reuniones tienen que ser libres, pero estando en el Gobierno es más difícil

En su momento, Pedro Sánchez activó en el PSOE lo que llamaron "asambleas abiertas" y acciones comunicativas en las que se intentó mimetizar con la propia realidad que le estaban contando. Se trataba de reuniones donde no había ningún tipo de cortapisa y en las que los participantes, delante o no de medios de comunicación, podían decir todo lo que quisieran.

Sin embargo, distintos asesores políticos consultados por esta revista ven en este modelo un hándicap para la vicepresidenta y una cuestión que deberá ir solucionando paso a paso porque, recuerdan, si de verdad quiere un proceso de escucha real, tendría que ser así, libre, pero que no es lo mismo gobernar que estar en la oposición a la hora de que te pongan en enormes apuros en esas reuniones.

Yolanda Díaz, saliendo de su coche oficial en La Granja (Segovia).

Yolanda Díaz, saliendo de su coche oficial en La Granja (Segovia). ICAL

Ese será uno de los principales trabajos previos que tendrá que hacer su equipo y ella misma. Yolanda Díaz es experta en lidiar con las críticas en esas distancias cortas pero salir indemne de un tour abierto por los pueblos con responsabilidades de Gobierno y en mitad de un conflicto internacional como el de Ucrania que le crea tensiones hasta con su propio partido, Unidas Podemos, es algo que no ha hecho nadie... todavía. 

"Los formatos de esos encuentros serán distintos según el lugar. En las zonas rurales seguro que serán más íntimos que en las grandes ciudades, que pueden ser más multitudinarios. Y también habrá algunos lúdicos", añaden las mismas fuentes.

Que se preparen las fiestas de los pueblos porque no hay momento que una más a una comunidad que una verbena o una comida típica al humo de la hoguera. De hecho, como recuerdan muchos de los políticos de todos los signos, "el que quiera llegar arriba en política tiene que empezar por el ámbito municipal, conocer a los vecinos, sus problemas…".

El propio Pedro Sánchez auguró en uno de sus mítines de un pueblo en su gran tour que él iba a ser "el alcalde de España, en vez de presidente"... ¿Quién sabe hasta dónde llegará Yolanda Díaz con su coche? Como en Memorias de la carretera, su historia tiene dos posibles finales: "Llegar a la meta o morder la cuneta".

Cómo se crea un partido.

Registro de Partidos Políticos. Hay que presentar una solicitud de inscripción y un acta notarial con el acuerdo de constitución, donde aparecerán los nombres de los promotores, el acta fundacional y los directivos. También el domicilio social y los estatutos certificados por un notario.

Cuándo inscribirse. El registro es gratuito y el único coste es el del acta notarial. El Registro tiene 20 días hábiles para comprobar toda la documentación antes de dar el visto bueno.

Qué avales se necesitan. Una vez constituido, hay que conseguir avales por cada una de las circunscripciones en las que se presenta. Las agrupaciones necesitan el apoyo del 1% de los inscritos en el censo y los partidos, federaciones y coaliciones sólo el 0,1%.

Quienes no pueden ir en la lista. Diputados de otros países; altos cargos del poder judicial o del ejecutivo (excepto ministros y el presidente); jueces y fiscales en activo; el defensor del pueblo, sus adjuntos y el fiscal general; la familia real; miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad; las juntas electorales; el presidente de RTVE, delegados territoriales y directores de las radiotelevisiones públicas autonómicas; los condenados por sentencia firme y menores.