Andrei y Tamara.

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Teruel

Andrei y Tamara, dos rusos que triunfan con su restaurante de sushi en un pueblo de Teruel: "Tenemos clientes de sobra"

Desde hace seis años son dueños de ‘Ailant’ en Torrijo del Campo, un pueblo turolense de 500 habitantes.

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Zaragoza
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No hay duda de que la fiebre del sushi se ha expandido por España y por el mundo. Cada vez existen más establecimientos que ofrecen esta comida japonesa y pocos rincones del planeta se resisten. Incluso, en pequeños pueblos de la geografía aragonesa se puede encontrar un restaurante especializado en sushi.

Este es el caso de Ailant, un restaurante ubicado en Torrijo del Campo, un municipio de 500 habitantes de la provincia de Teruel. La historia de este sushi es realmente especial, como sus piezas.

Los dueños de Ailant son Andrei y Tamara (la chef), dos rusos cuyos caminos les llevaron hasta Torrijo, hasta este local ubicado en la calle El Calvario. Desde ahí preparan, seguramente, el mejor sushi de Aragón.

Andrei lleva 25 años en España y seis al frente de Ailant. Parece complicado descifrar cómo llegó a montar su restaurante de comida oriental en un pueblo turolense, alejado del bullicio y los clientes. El dueño resume que los caminos del Señor son “inescrutables”.

“Yo vine aquí a hacer la obra de este sitio. El bar ha sido decorado y hecho todo por mí. Por circunstancias me quedé con ello, pero realmente vine solo a hacer la obra”, detalla el propietario.

Imagen de Ailant.

Imagen de Ailant.

Además, muchos de los afortunados que han probado su oferta aseguran que es el mejor sushi que han comido. El secreto: el cariño, la delicadeza y los productos de calidad. Ellos mismos reconocen que su sushi es muy diferente a la oferta que existe en otros sitios. “Todo está muy cuidado”, añade Andrei.

Más allá del propio producto, les diferencia la atención: “El 99% de establecimientos que se dedican a esto se enfocan en atender a cuanta más gente mejor. Nosotros a 16 como mucho y esto nos permite hacer todo en el momento y que sea más sabroso”.

Por tanto, es importante mencionar que para poder ir a Ailant es necesario reservar con antelación. Una vez hecha esa reserva, ellos mandan al cliente la carta para que las personas o grupos hagan ya la elección de lo que querrán comer.

Una manera de trabajar totalmente diferente, pero que merece la pena. “Hay gente de sobra a la que le gusta y viene, a veces tenemos que decir que no podemos atender a todos”, cuenta este ruso afincado en Teruel.

Así pues, ante el boom en redes sociales y la visibilidad de algunas cadenas, Ailant apuesta por darse a conocer con el boca a boca. Y tras seis años en una pequeña localidad, su restaurante es un gran éxito. Sus reseñas son también una muestra de ello.

El interior de Ailant, en Torrijo del Campo

El interior de Ailant, en Torrijo del Campo

Carta

Desde los mejores rolls a ramen, platos calientes o postres típicos. Su carta es extensa y realmente atractiva para los grandes amantes del sushi.

Comenzando por los entrantes: edamames, ensalada de algas, de salmón, ceviche, sopas o ramen. Después llega el turno de los diferentes tipos de sushi: nigiris, gunkans, norimakis, rolls tradicionales y otros especiales con uno denominado Teruel y otro Torrijo. También lo hay con trufa negra para hacer homenaje al territorio.

No faltan tampoco los rolls tempurizados, la tempura, el sashimi y las gyozas. En cuanto a los platos calientes hay chahan, maguro tataki, filete japonés, rollitos de ternera, udon…

En el apartado de postres: sweet roll, amai, mochi mix, sueños de Dragón y un postre tradicional ruso.

Por último, existe dos tipos de menú degustación, el Ailant y el principal.

Todas estas posibilidades, así como conocer a Andrei y Tamara, aseguran que la excursión hasta Torrijo del Campo valga la pena.