Huevos marinados, una bomba de sabor (Imagen de archivo)

Huevos marinados, una bomba de sabor (Imagen de archivo) AlexPro9500 iStock

Recetas

La receta de huevos marinados que siempre tengo en la nevera para cenar cuando no quiero cocinar

La comodidad de abrir la nevera y que haya algo listo para comer sin tener que cocinar.

Más información: Adiós a los huevos que se rompen al freírlos: el sencillo truco para que queden siempre perfectos

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Que me guste cocinar no es imcompatible con que haya días en los que no me apetece complicarme la vida para hacerme la cena. Hay noches que también disfruto mucho sacando cosas de la nevera que ya están listas para comer, algún queso, algún paté, unos cuantos encurtidos para preparar una ensalada en un momento o un yogur con algo de fruta.

Y, entre estas cosas que todo el mundo debería tener en la nevera para prepararse la cena sin pestañear, están los huevos duros, que aguantan hasta una semana en la nevera. Pueden guardarse cocidos y sin pelar o, mejor aún, porque son una bomba de sabor, se pueden marinar y guardarlos en un tupper cubiertos por la marinada en la que se conservarán bien hasta cinco o seis días.

Proteínas completas

El huevo es uno de los alimentos más completos y versátiles que existen, considerado una fuente de proteínas de alta calidad. Su perfil nutricional le otorga el privilegio de ser un ingrediente fundamental en la alimentación humana, ya que aporta todos los aminoácidos esenciales que el cuerpo necesita. Un huevo de tamaño mediano, de aproximadamente 60 gramos, contiene alrededor de 6-7 gramos de proteínas y proporciona unas 70 calorías, lo que lo hace una opción nutritiva y equilibrada tanto para quienes buscan mantener una alimentación saludable como para quienes desean aumentar su ingesta proteica.

Además de su contenido proteico, el huevo es rico en grasas saludables, principalmente en su yema, donde se encuentran ácidos grasos esenciales y una importante cantidad de vitaminas liposolubles como la A, D, E y K. También es una fuente de colina, un nutriente fundamental para el desarrollo del cerebro y el funcionamiento del sistema nervioso. Su contenido en hierro, fósforo y selenio lo convierte en un alimento ideal para fortalecer los huesos y el sistema inmunológico, ayudando a prevenir deficiencias nutricionales.

El consumo de huevos ha sido objeto de debate debido a su contenido en colesterol, que ronda los 200-220 mg por unidad, concentrado en la yema. Sin embargo, estudios recientes han demostrado que el colesterol dietético tiene un impacto menor en los niveles de colesterol en sangre de lo que se creía anteriormente, y que los huevos pueden formar parte de una dieta equilibrada sin aumentar el riesgo cardiovascular en personas sanas que llevan una vida activa. 

Un tesoro gastronómico

Es un alimento que ofrece una gran versatilidad en cocina, se puede consumir de múltiples formas: cocido, frito, revuelto o como parte de preparaciones más elaboradas, desde repostería hasta platos tradicionales en diversas culturas. Su capacidad para emulsionar, espesar y dar estructura a diversos platos lo convierte en un ingrediente esencial en la gastronomía mundial.

Sus valores nutricionales y lo fácil que es disponer de huevos en cualquier parte los han convertido en un alimento imprescindible en la dieta de millones de personas en todo el mundo.

Huevos marinados en salsa de soja

Aunque las preparaciones que llevan huevos en crudo como mayonesas o tartares son delicadas y debe extremarse la precaución cuando se trata de conservarlas, una vez cocinados, los huevos duros se conservan bien en la nevera durante días, como es el caso de los huevos de la receta de hoy.

Preparar huevos marinados es una forma de llevar los huevos cocidos al siguiente nivel en cuanto a sabor y con la ventaja de tenerlos a mano listos para consumir. Pueden aromatizarse con  ingredientes como jengibre fresco, ajo, cáscara de naranja o pimienta negra. También se les puede dar un toque picante añadiendo a la marinada chiles secos, salsa sriracha, gochujang o algún aceite picante. 

Estos huevos marinados pueden usarse de múltiples formas, como topping en boles de ramen, arroces o ensaladas; pero también para resolver cenas rápidas simplemente cortándolos en mitades y sirviéndolos con un poco de mayonesa o salsa de yogur y unas tostadas de pan. 

Ingredientes para hacer huevos marinados

  • Huevos muy frescos, 8 ud
  • Agua, 1 litro
  • Salsa de soja oscura, 60 ml
  • Té negro, 2 bolsitas (o 2 cucharaditas)
  • Anís estrellado, 2 ud
  • Canela, 1 palito
  • Sal, 1 cucharadita
  • Miel, 1 cucharadita
  • Otros aromáticos (pimienta de Sichuan, aceite de sésamo, clavos de olor, semillas de hinojo, jengibre en rodajas, cáscara de naranja...), opcional

Paso 1

Ponemos suficiente agua en una olla y la llevamos a ebullición. Cuando el agua comience a hervir, introducimos los huevos con cuidado de que no choquen y cocinamos durante 6-8 minutos dependiendo del tamaño y de si nos gusta la yema más o menos cremosa.

Paso 2

Retiramos los huevos del agua caliente y los sumergimos inmediatamente en un recipiente con agua helada -preferiblemente con algunos cubitos de hielo- durante 10 minutos para detener la cocción.

Paso 3

Mientras se van haciendo los huevos y se enfrían, preparamos la marinada. En una olla, ponemos un litro de agua y añadimos la salsa de soja, las hojas de té negro (o bolsas de té), el anís estrellado, la rama de canela, la sal y la miel -podría omitirse la miel, pero ayuda a equilibrar los matices salinos de la salsa de soja-. También podemos añadir especias opcionales como pimienta de Sichuan, clavos, jengibre, chiles o pieles de limón o naranja según nuestras preferencias.

Paso 4

Llevamos la mezcla a ebullición, reducimos el fuego y la dejamos hervir a fuego lento durante 10 minutos para que los sabores se integren bien. Luego, apagamos el fuego y dejamos que la marinada se enfríe completamente a temperatura ambiente.

Paso 5

Golpeamos suavemente los huevos ya fríos para agrietar la cáscara sin retirarla. Luego, los colocamos en un recipiente hermético y vertemos la marinada fría sobre ellos, asegurándonos de que queden completamente sumergidos.

Paso 6

Llevamos el recipiente a la nevera y dejamos marinar los huevos durante al menos 12 horas, aunque lo ideal es dejarlos 24-48 horas para un sabor más profundo. Se conservan durante varios días y, a medida que va pasando el tiempo el sabor se vuelve más intenso.

Paso 7

Pasado el tiempo de marinado, retiramos los huevos de la mezcla, los pelamos con cuidado y los servimos.