Eva González, emocionada, besando a Manu Sánchez, este viernes, 28 de febrero.

Eva González, emocionada, besando a Manu Sánchez, este viernes, 28 de febrero.

Famosos EMOTIVO DÍA

Las lágrimas de Eva González al entregar la Medalla de Andalucía a Manu Sánchez y el emotivo discurso del cómico

Este viernes, 28 de febrero, se han entregado, en el Teatro Maestranza de Sevilla, las Medallas de Oro y los títulos de Hijos Predilectos.

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Día emotivísimo el que se ha vivido este viernes, 28 de febrero, en la comunidad andaluza con motivo del Día de Andalucía. Qué duda cabe de que todos los 28 de febrero son grandes, marcados en rojo en el calendario de los andaluces.

Uno de los galardonados de la jornada ha sido Manu Sánchez (39 años), que ha recogido la Medalla de Andalucía a los Valores HumanosLa presentadora del acto, Eva González (44), no ha podido evitar la emoción y las lágrimas al presentar al humorista sobre el escenario. 

Conviene no olvidar que ambos, Eva y Manu, son grandes amigos. Nada más subir Sánchez al escenario y recibir la medalla, Eva ha roto a llorar. "Qué rato estoy pasando", ha asegurado mientras se ayudaba de un pañuelo para frenar el llanto. "Me llevas dados unos meses... ojú. ¿Tú te ves capaz de hablar? Porque yo no", le ha dicho González a Manu.

Eva González, emocionada, saludando a Manu Sánchez.

Eva González, emocionada, saludando a Manu Sánchez. Gtres

En ese momento, Manu Sánchez ha comenzado su emotivo discurso: "Dejadme que hoy esta medalla se la dedique a mis abuelos, a esas cuatro mentes brillantes y preclaras. Son las personas sabias con las que me he cruzado en la vida y a las que le debo esta medalla. Voy a hablar en andaluz, porque el castellano es un zapato que hace unas rozaduras horrorosas".

Prosigue, sin apearse de su gran humor: "En Andalucía no se habla un mal castellano, sino un perfecto andaluz, y es lo que tiene que sonar. Hoy estoy aquí quedándome un día feliz para el recuerdo, para empatarlo a estos dos últimos años donde han venido curvas, donde han pasado cosas como tener que despedirme de mis niños".

Manu Sánchez, orgulloso, luciendo su medalla.

Manu Sánchez, orgulloso, luciendo su medalla. Gtres

El cáncer, cómo no, ha estado presente en su suerte de manifiesto: "He tenido que dejarlo todo organizado. Me he tenido que enfrentar a un par de operaciones a vida o muerte. Os hago una confesión: hoy estoy aquí gracias a la Sanidad Pública de Andalucía".

Sánchez saca pecho por la Sanidad Pública. No es la primera vez que lo hace: desea concienciar, y nunca es suficiente. Tenemos una sanidad inmejorable. "Me han salvado la vida. Si no llega a ser por nuestra Sanidad Pública, igual mi adorable mujer hubiera tenido que recoger la medalla y hubierais visto un vídeo mío a cámara lenta y en color sepia. Este es a color".

E insiste: "Mimémosla -la Sanidad Pública-, cuidémosla y protejámosla. Yo pregunté en el Virgen del Rocío a mi oncóloga, Begoña Pérez, '¿dónde voy? ¿Qué hago?'. Me dijo 've donde quieras, pero cuando todo se pone difícil todos acaban aquí'".

"Andalucía es mi casa, pero también mi causa. Mi paraíso, pero también mi desvelo. Mi lucha. Esta medalla es homenajear los valores humanos. Tener valor y humanismo es la definición perfecta de andalucismo. (...) Andalucía es presente y futuro. Es lo que quiero, que sigamos orgullosos de todo lo que somos y lo que hacemos. También quiero decir que falta mucho por hacer", reflexiona. 

Manu se ha acordado, especialmente, de sus vástagos: "La distinción más alta a la que aspira un andaluz es ser premiado y ser profeta en su tierra. Quiero mirar a cámara y decirle a esos enanos, Manuel y Leonor: mirad qué cosa más bonita le está pasando a papá. Hoy heredo estos valores humanos de mis abuelos".